7.

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Hyunjin estaba preocupado. Eran las 11 de la mañana y no sabía si Felix se había despertado. Debería tomar las medicinas o estaría fatal todo el día. Sin darse cuenta, ya estaba saliendo de su apartamento, tenía las llaves de Felix, ya que en el edificio tenían las llaves de algunos vecinos. Quedó unos segundos enfrente de la puerta, hasta que se decidió a entrar.

Como sospechaba, Felix seguía dormido en su cama y Hyunjin no tuvo más remedio que despertarlo.

Se sentó al borde de la cama. -Hey Felix, despierta, tienes que tomar las pastillas.- Le sacudió para despertarlo más fácilmente. -Que lindo se ve Felix dormido.- Pensó Hyunjin.

Felix abrió sus ojitos, el otro moría de ternura. De repente, Felix se sobresaltó y se reclinó rápidamente en la cama. -¿Hyunjin?- No se lo creía. ¿Qué coño hacía Hyunjin a su lado en su cama?

-Hola Felix. Perdón por despertarte, pero tienes que tomar las pastillas antes de que la resaca sea peor.

Luego Felix se acordó de lo que pasó anoche, no recordaba detalles, pero sí que se le había escapado algo sobre Hyunjin e incluso tenía un vago recuerdo de haberle besado. Se puso rojísimo.

-Hyunjin... no me acuerdo muy bien de lo que pasó anoche, pero lo siento, de verdad.- Inclinó la cabeza muchas veces.

-No te preocupes Felix, al estar ebrio, todo el mundo dice y hace cosas sin querer.- En parte se aliviaba de que no se acordara mucho de lo de anoche, porque no quería más problemas. Aunque no sabía si Felix recordaba el beso, él se acordaba perfectamente y pensar en ello hacía que se le acelerarse mucho el corazón y ruborizarse.

-Hyunjin... yo te besé. Perdón, espero que me perdones, ya me he pasado.

Felix parecía tan arrepentido que a Hyunjin le dio pena y: -No pasa nada, todos cometemos errores, no te preocupes por esto, quedará como si no hubiese pasado nada.- Mentía, no se olvidaría de ese beso en su vida.

Sin poder controlarse a si mismo, Hyunjin se acercó lentamente hacia Felix y le dio un abrazo. El pecoso se dejó abrazar por el mayor. Era raro tener a su profesor abrazándole, pero ahora ya no le veía como su horrible profesor de matemáticas, sino como su "amigo". Además, le ayudó mucho el abrazo.

-Oh no...

-¿Qué ocurre?

-Hoy tenía que ir a trabajar, es domingo.

-Bueno... son las once y media, tal vez te de tiempo.

-Empiezo a las doce, pero no me va a dar tiempo a coger el autobús.

-No pasa nada. Yo te llevo en mi coche.

Se dieron cuenta de que seguían abrazados y se separaron lentamente, bastante ruborizados.

-Gracias.- Felix sonrió.

-Venga, dúchate y vístete, tienes que ir presentable al trabajo.

Hyunjin ni siquiera se fue, esperó a Felix en el sofá de este. Cuando salió del baño, Hyunjin se le quedó mirando, estaba hermoso.

-¿Vamos?- Preguntó el pelinegro mientras agarraba las llaves de su coche.

-Sí.- El pecoso salió tras suya, cerrando su apartamento.

Felix estaba realmente agradecido. Tal vez no era tan mala persona, contando con que se lo llevó a su casa estando ebrio, soportó todas las tonterías que hizo e incluso a la mañana siguiente se preocupó por él y lo llevó al trabajo. Tal vez Hyunjin solo era así o tenía interés en Felix, no lo sabía, o al menos por ahora.

Cuando llegaron al restaurante, Felix salió del coche.

-Muchísimas gracias Hyunjin.

-De nada.- Respondió él con una sonrisa. -Solo sabes decir gracias y perdón eh, podrías hacer otra cosa.

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