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— Esta es una adaptación

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— Esta es una adaptación. Todos los créditos a ©oh_boobear.

— El m-preg se desarrolla muy poco (casi nada).

— Mención de temas delicados como: violencia intrafamiliar, traumas, agresividad...


◇◆◇◆◇


TaeHyung estaba escribiendo en su cuaderno, terminando la maldita tarea de la Universidad. Estaba centrado en ella, él era un buen estudiante, una vez se concentraba en su tarea no prestaba atención a nada más. O al menos lo intentaba, se distraía con tan solo una mosca volando y necesitaba hacer aquello.

Sin embargo, tener a YoonGi a su lado hablándole de lo injusta que fue su compra en aquella tienda de bebidas del centro comercial no lo estaba ayudando mucho. TaeHyung apuntaba algunas cosas en su cuaderno, asentía escuchándolo a la vez que memorizaba palabras y lo miraba de vez en cuando.

— Y yo le dije: Señora, no pienso pagar esta mierda porque había tres jodidos pelos en el vaso. ¿Y sabes que me dijo la muy hija de puta? "Todos tenemos problemas, vuelva pronto" — bufó YoonGi, exagerado — ¿Te lo puedes creer?, ¿a mí? ¡Yo, que soy el cliente! Esa hija de perra se merecía que le tirara el batido.

— Y ahora te han prohibido la entrada a ese restaurante — asintió TaeHyung, continuando aquello.

— Pero dejé bien claro que no estaba satisfecho, qué pésimo servicio.

— No puedes ir tirando batidos de fresas a quien sea, Yoon — habló suave TaeHyung, comprensivo — Sí, fue una hija de perra, pero no puedes simplemente ir por ahí haciendo eso, ¿entiendes?

— Ya — rodó los ojos, bufando. Jugueteó con uno de los bolígrafos de TaeHyung, que estaban esparcidos por la amplia y solitaria mesa de la biblioteca — Tú siempre tan pacífico, Tae.

El ojiazul rio poniendo los ojos en blanco para después suspirar — Lo sé, soy un blando.

— No lo eres, Tae — sonrió YoonGi, apretando sus mejillas y ganándose un gruñido en desaprobación de TaeHyung — Oye, no me gruñas. ¿Vas bien con eso?, ¿necesitas ayuda?

— No, ya lo estoy terminando. Era para adelantar tarea mientras esperaba a JungKook — dijo TaeHyung, terminando por escribir el punto final de la oración.

— ¿Dónde está, por cierto? — YoonGi preguntó curioso, recargando su cabeza en su mano.

— En el entrenamiento, ya sabes, lo de todos los viernes — explicó sin importancia — Hoy estuvieron entrenando en el campo durante dos horas y media.

— Cierto, el partido es la semana que viene. ¿Por qué no has ido a verlo? Siempre vas.

— Tenía que llevar a Tzuyu a clase de ballet, normalmente la llevamos JungKook y yo cuando él termina el entrenamiento, pero hoy lo planificó más tarde. Ayudé a mi padre a descargar la compra, ordené mi habitación y he terminado hablando aquí contigo mientras terminaba física — parloteó, con dejadez y sin mucho interés, guardando sus libretas y sacando su teléfono después, en el bolsillo de la chaqueta de la Universidad de color rojo de JungKook.

— Ya veo — sonrió YoonGi, divertido — ¿Irás a la fiesta de YuGyeom mañana?

TaeHyung le contestaba el mensaje de WhatsApp a su madre, que le enviaba múltiples besos y agradeciéndole haberla ayudado por la mañana cuando tendió dos cestas de ropa mojada. TaeHyung sonrió al leer que le preguntaba cómo se ponían los stickers, y cuando le respondió, ella le mandó uno de un beso con un osito.

Su madre lo amaba y adoraba. A Tzuyu también la amaba, pero todos en la casa sabían que para NaRa, su favorito era TaeHyung. NaRa siempre era tan cariñosa y amorosa, igual que Joong-Ki, ambos los amaban por encima de todo y los tenían entre algodoncitos. NaRa era capaz de pegarse y tirar de los pelos a cualquiera que dijera algo de su hijo, lo defiende y siempre defenderá con garras y dientes.

— No lo sé — se encogió de hombros sonriendo un poco, de lado. La chaqueta roja de JungKook le quedaba algo holgada, amaba llevarla y toquetearla y pellizcar suavemente la tela — Tal vez JungKook tiene planeada alguna fiesta y quiere que vaya.

— ¡Ow, venga, Tae! No eres un muñequito bonito que simplemente acompaña a JungKook a todas sus fiestas y se queda a su lado — animó YoonGi, sonriente de oreja a oreja — Eres libre de elegir, no es como si te fuera a matar a ti o a alguno de nosotros porque salgas de fiesta.

No, pero tal vez se enfadaría y podría llegar a partirle la nariz a YuGyeom de un puñetazo.

— Además, se trata de YuGyeom. Lo conoces, y él lo conoce, vamos a estar bien — continuó YoonGi — Estarán JiMin, YuGyeom, Jennie, Sana, BoGum, Rose... — enumeró.

TaeHyung se mordió el labio, inseguro.

— No sé, YoonGi, JungKook...

— Hablando del rey de Roma — interrumpió YoonGi, mirando hacia la puerta principal de la biblioteca hecha de cristal. TaeHyung lo siguió con la mirada, y se encontró con la mirada de JungKook.

Sintió que su corazón bombeaba más rápido.

JungKook estaba con gafas de sol y una gorra de la Universidad hacia atrás. Sus rizos estaban algo mojados, por lo que supuso que se habría duchado ya. Llevaba una impecable camiseta blanca con una camisa negra abierta y de mangas recogidas que mostraban sus increíbles y musculosos brazos tatuados. Estaba apoyado en el coche rojo que tenía, recargado, relajado y con aires de dominio.

Lo vio sonreír cuando él vio que TaeHyung lo estaba mirando al fin, lo saludó con el mentón.

TaeHyung sonrió en grande y se levantó — Oye, Tae, piénsalo y me dices, ¿vale? — se apresuró a decir YoonGi, TaeHyung asintió.

— Adiós, YoonGi — se despidió, YoonGi lo hizo con una mano.

Agresivo ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora