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Decir que TaeHyung estaba cansado era decir poco, el ojiazul había caído en las sábanas como si fuera plomo pesado

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Decir que TaeHyung estaba cansado era decir poco, el ojiazul había caído en las sábanas como si fuera plomo pesado. Se refugió y removió entre las sábanas de olor fresco y nuevo mientras se hacía un ovillo y removía algunas almohadas que JungKook había pedido para él.

JungKook se unió a él poco después, TaeHyung lo supo al oírlo caminar y apagar la luz del baño. El ojiverde suspiró y estiró sus músculos mientras bostezaba y se tallaba los ojos; estaba sin camiseta, dejando al descubierto sus tatuajes y las dos golondrinas en sus clavículas. La historia detrás de ese tatuaje es significativo y sentimental para ellos.

Se deslizó por las sábanas en silencio al lado de TaeHyung, el hueco que había entre ellos era demasiado para su gusto. El silencio casi se podía palpar en el ambiente, JungKook miraba al techo boca arriba mientras TaeHyung se abrazaba a una almohada y tenía media cara enterrada en ella, observando disimuladamente al silencioso JungKook.

Había tantas palabras que el rizado quería escupir y soltar, tantos problemas que contar y tan poco tiempo para ello. La noche era larga, después de todo, y JungKook sabía y notaba que TaeHyung lo observaba en silencio, casi esperando que comenzara a hablar. Pero su pregunta descolocó el esquema que creía que esperaba:

— ¿Puedes abrazarme? — TaeHyung murmuró en voz baja, las palabras casi amortiguadas completamente por el mullido saco de plumas suaves — He intentado utilizar la almohada desde que nosotros... Bueno, ya sabes, lo he intentado, pero no funciona realmente. No eres tú, supongo, no funciona. Está bien, si no quieres. Lo siento, no debería haber dicho... Ha sido un error, lo siento.

Antes de que pudiera siquiera continuar balbuceando disculpas incoherentes, sintió como JungKook lo atrapaba y deslizaba con facilidad a su lado, apegándolo a él y abrazándolo. El torso de TaeHyung se sentía cálido y en llamas por el contacto de piel con piel de JungKook; los dedos del ojiverde hormigueaban ante la suave piel de TaeHyung bajo la yema de sus dedos.

Piel con piel reconociéndose, sus cuerpos extrañándose al instante, sus cerebros ordenando que no se alejasen de nuevo. Todo encajaba tan bien.

— ¿Me vas a decir lo que está pasando? — TaeHyung murmuró, cerca de JungKook y su rostro. Podía ver los ojos de JungKook brillosos, con su ceño levemente fruncido por la concentración; lo estaba admirando, admirando su rostro y facciones, TaeHyung sintió su corazón bombear nervioso.

— ¿Por qué estás tan interesado?

— Porque me importas.

— Yo no te importo — Niega JungKook, deslizando sus palabras con neutralidad — Ya no, al menos.

— Claro que lo hago, siempre me has importado y me importarás — Masculla TaeHyung con el ceño fruncido — Siempre has sido tú y solo tú. Si tan solo no hubieras sido así...

Los ojos de JungKook se desviaron de sus ojos, bajando la mirada — Lo siento — Casi susurró, algo íntimo y entre ellos —Soy una mierda como mi padre, lo siento.

— ¿Qué? — TaeHyung balbuceó desconcertado. Él todo lo que siempre supo era que la relación de JungKook con sus padres no era buena, era nula; Nunca conoció a su madre, menos a su padre. JungKook siempre evitó y alejó ese tema, y TaeHyung siempre estuvo bien con ello — ¿Qué te hizo tu padre?

Sin embargo, algo cosquillea en la nuca de TaeHyung, una vocecita que le susurraba que tal vez sí era de suma importancia.

— No fue un buen padre, ni siquiera le puedo considerar eso — Murmuró el rizado, evadiendo la respuesta concreta a esa pregunta, sus ojos verdes, observándolo nada más que a él. TaeHyung sentía una sensación abrumadora floreciendo en su pecho, una mezcla de nervios y preocupación. El capitán de fútbol se encogió de hombros — Supongo que parte de la culpa por eso fue mía. Quiero decir... Nunca entendí el hecho de que nunca quiso saber mucho de cómo me sentía.

— No digas eso — Suplicó TaeHyung con rapidez, apresurándose a aferrarse a los hombros de JungKook. Estaban sobrepasando líneas, TaeHyung debería alejarse de su tacto y rostro tal vez, pero el ojiazul se negaba a hacer tal cosa — Jamás, JungKook, jamás digas eso. Un hijo jamás tendrá culpa de que su padre lo ignore de esa manera.

Los ojos de JungKook lo miraron por unos largos segundos, el silencio hizo que TaeHyung se cuestionase seriamente si eso era todo lo que el padre de JungKook le había hecho. Sintió que había una parte de aquello que estaba ocultando y reprimiendo, pero de nuevo pensó, ¿por qué haría eso? ¿Por qué JungKook se molestaría en hacer tal cosa, en alejar importantes motivos a TaeHyung por algo que no era tan grave?

Él mordió su labio inferior pensativo, y los ojos de JungKook se desviaron ahí casi al instante, como una flecha clavándose en la diana. Rápido, veloz, instintivo.

— ¿Y tu madre? — Musitó en voz baja TaeHyung, y aunque no podía ver con claridad el rostro de JungKook por la oscuridad, lo sintió respirar y soltar un hondo suspiro.

— No estuvo muy presente, no le importaba. Pero se fue, ella está lejos y, NaYeon y yo estamos bien. Fin del asunto — Resumió JungKook, con una voz algo cansada y monótona. TaeHyung se sintió algo culpable, porque por él JungKook tuvo que nadar por ambos, tragó agua y estaba algo fatigado. Las palabras tan sinceras y acostumbradas lo hicieron temblar y sentir malestar.

JungKook lo apegó más a él, suspirando tranquilo cuando su nariz se enterró en el cabello de TaeHyung. El ojiazul se dejó abrazar con gusto, pero se sentía inquieto. Tras unos largos minutos en silencio, murmuró — JungKook — Lo llamó, pero no contestaba — Kook, Kookie... JungKook, JungKook.

— Mm — JungKook contestó con un gruñido que se quedó atascado en su garganta. Sus brazos estaban relajados y su respiración se suavizaba cada vez más; TaeHyung se sorprendió pro su rapidez de encontrar una posición cómoda, él pensaba que con esas ojeras y mal aspecto bajo sus ojos le sería difícil encontrarlo.

— ¿Por qué has evitado mi pregunta sobre tu padre?

El resoplido cansado de JungKook lo hizo sentir un cosquilleo en su cabeza. El rizado se removió un poco, ajustando a TaeHyung mejor y abrazando su cintura como él siempre hacía mientras deslizaba sobre TaeHyung una pierna protectora — Duérmete mejor, Tae — Susurró, su voz tan ronca estremeció a TaeHyung por los buenos recuerdos que le trajo; cuando JungKook lo despertaba por las mañanas y su sexy voz lo arrullaba y sus labios lo besaban.

Ellos volverían a dormir esa noche como antes hacían; enredados, entre ellos y las mantas, amándose y cuidando del otro. Aunque lo hagan en silencio.

— Me preocupo por ti — Aseguró TaeHyung, de nuevo. El menor quería que JungKook supiera que seguía siendo importante, y TaeHyung lo seguía amando de igual manera a pesar de todo.

JungKook usó su nariz para husmear en su cabello y frotar un costado de su cintura de arriba a abajo para calmarlo y darle mimos — Lo sé, sol. Lo sé.

— Me debes de contar todo lo que está pasando. Todo esto es muy confuso, y me estoy empezando a preocupar.

— Lo haré, no te preocupes.

— No quiero que pienses que estás solo — Murmuró, sintió como las caricias de JungKook vacilaron, probablemente por la sorpresa repentina. TaeHyung se removió para apegarse más a él y su calidez — no lo estás porque estoy aquí, contigo. A tu lado.

Sintió los labios de JungKook bajar hasta su sien izquierda y besarla — Sé que estás ahí.

Agresivo ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora