❝ ¿Crees que puedes librarte tan fácilmente de él?
Todos en la universidad conocen a Jeon JungKook, el capitán de fútbol americano. Su novio es Kim TaeHyung y ellos son la pareja más famosa de allí.
Todos saben que Jeon JungKook es posesivo con TaeH...
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TaeHyung bufó exasperado, su paraguas estaba hecho un lío por el viento y la fuerte lluvia y sus pantalones estaban algo empapados. Por suerte su casa estaba cerca, y estaba seguro de que podría largarse a llorar de felicidad al verla; estaba cansado, hambriento y con ganas de recibir los besos y abrazos de su madre después de todo un día estudiando y haciendo exámenes.
Ya era de noche, había estado estudiando en la casa de YoonGi junto a YuGyeom y JiMin, sus exámenes se acercaban cada día más y TaeHyung quería entrar en una buena Universidad.
— Maldito paraguas — Murmuró entre dientes con fastidio. La lluvia era mucha y empeoraría en cuestión de momentos, TaeHyung quería apresurarse para ir a su casa lo más pronto posible, bañarse en su bañera repleta de agua caliente y burbujas y usar su pijama suave de invierno.
Sonrió sin poder evitarlo al ver a su casa a lo lejos, al final de la calle. Caminó aumentando el ritmo, sus pequeños pies chapoteaban en los abundantes charcos y salpicaban sus deportes de barro. Sin embargo, su sonrisa se rompió al ver a JungKook sentado en uno de los bancos, totalmente empapado e intentando encender su cigarrillo de manera frustrada.
JungKook tenía su cabello empapado hacia atrás; estaba completamente mojado de arriba a abajo y TaeHyung se preocupó. ¿Qué haría un chico de dieciocho fuera de su casa, en mitad de una fuerte lluvia, tratando de fumar un cigarrillo y sin el aparente ánimo o prisa por volver a casa?
Claramente, un chico que tiene problemas.
— ¿Qué haces ahí, bajo la lluvia? ¿Es que te das duchas al aire libre ahora? — TaeHyung habló, alzando la voz para que lo oyese por encima de la ruidosa lluvia. JungKook levantó la mirada sin inmutarse, su mano estaba sobre su cigarrillo apagado como si fuera un techo. Los ojos de JungKook vieron cómo TaeHyung parecía temblar por el frío mientras de alguna manera se abrazaba a sí mismo y a su vez agarraba el doblado paraguas.
JungKook rio hueco y sin ánimo, más amargura que una risa sin gracia — Vete a casa, TaeHyung, estás temblando e interrumpiendo mi baño — El mechero chasqueaba y soltaba chispas, chispas que se apagaban al instante por la humedad del ambiente.
TaeHyung parpadeó lentamente — ¿Estás bien? — Fue lo único que pudo murmurar. JungKook gruñó frustrado al ver que sería imposible encender esa mierda adictiva que era lo único que lo calmaba en estos momentos.
— Lo suficientemente bien como para estar aquí bajo la lluvia en vez de borracho y peleando en un bar.
El cuerpo del ojiazul estaba temblando notablemente por el frío, y JungKook sabía que tan solo sería cuestión de tiempo que eventualmente TaeHyung se marchara a su casa. Todos lo hacían, al fin y al cabo, abandonarlo y darle la espalda; JungKook había encontrado como amigos para ser consolado al alcohol y el cigarro, sus más leales amigos.
