Agresivo ✧ KookTae

O12

El hecho de que MinJae estuviera protegiéndolo tranquilizaba y calmaba la paranoia de TaeHyung. JiMin y YoonGi trataban de nunca dejarlo solo, porque dejarlo solo significaría que sería presa fácil para el cazador.

TaeHyung solo quería que JungKook se olvidase pronto de él.

La vida social de TaeHyung también había mejorado, ahora iba de nuevo junto con YuGyeom, BoGum y los demás, como en los viejos tiempos. TaeHyung echaba de menos estar tan relajado con sus amigos, disfrutar todos juntos y que las preocupaciones se hicieran a un lado; TaeHyung no recordaba cuando se sintió tan relajado junto a alguien que no fuera JungKook.

Oh, JungKook...

Sorprendentemente, no se había topado con JungKook, y eso lo tranquilizaba en cierto modo. No sabía nada de él, no lo encontraba por los pasillos, no tenía relación alguna con él. Ni siquiera JungKook le había mandado un mensaje, dejando a un lado los muchos mensajes de que necesitaba hablar con él cuando TaeHyung terminó su relación.

— Hey, hermano, ¿estás bien? — inquirió YuGyeom, con gafas de químico y una bata blanca. TaeHyung se sobresaltó, parpadeando un par de veces y volviendo al mundo real.

— Sí, claro. ¿Has mezclado ya los elementos? — inquirió el menor, incorporándose mejor y tomando su libreta azul de apuntes químicos.

— Estaba en ello — rio, con una sonrisa. Volvió su oscura mirada a los dos tubos de ensayo que tenía en cada mano, frunció el ceño concentrado mientras vertía uno suavemente, una cantidad exacta — Así que, sobre lo que te estaba diciendo...

TaeHyung tarareó mientras anotaba y terminando unos cálculos del proyecto — ¿Me dirás quién es el chico ese que te acecha?

El menor frunció el ceño, dejando de escribir — ¿A quién te refieres?

— Ya sabes, alto, ojos marrones, del equipo de fútbol americano — contestó YuGyeom, y su mirada estaba demasiado absorta en verter el contenido justo y necesario para que la reacción química no fuera un auténtico desastre — Ya sabes, el que te acecha.

— MinJae no me acecha — se rio TaeHyung, negando suavemente mientras retomaba su valor de calcular. Odiaba las matemáticas, pero amaba las fórmulas.

— Claro que sí, siempre que giro la cabeza está cerca de ti — se burló el mayor, abrió los ojos como platos y ahogó un grito cuando su mano casi vuelca todo el tubo de ensayo.

— Me protege, YuGyeom, es un buen amigo nada más — TaeHyung rodó los ojos.

— ¿Así se le dice ahora al acecho?

— YuGyeom — TaeHyung lo fulminó con la mirada, el chico aficionado al rap simplemente sonrió y se encogió de hombros.

Ambos amigos estudiaban la carrera de física, siempre iban juntos a todas las clases y formaban pareja en los proyectos. TaeHyung conoció a YuGyeom cuando ambos se chocaron porque YuGyeom llevaba una enorme maqueta de átomos y TaeHyung casi se come la pelota roja del golpe que se dio al chocar.

Conoció a BoGum después, y TaeHyung y él se hicieron buenos amigos. BoGum iba por psicología, y a TaeHyung le gustaba escuchar la de cosas fascinantes que BoGum le enseñaba sobre el cerebro humano.

YoonGi y JiMin conocieron más tarde a YuGyeom y BoGum cuando TaeHyung los presentó, y así se formó el grupo de amigos.

— Oye, TaeHyung — llamó de nuevo el rapero, después de cinco minutos en silencio. TaeHyung levantó sus ojos azules del papel — ¿Shownu no era amigo de JungKook?

TaeHyung recordaba a Shownu, muy vagamente. Solía verlo en fiestas, y las máximas palabras que cruzaban no eran más que para despedirse o pedir un apunte de la clase de física. Físicamente, no lo recordaba bien, tan solo que era muy alto y llevaba siempre el pelo a la moda como JungKook.

Aunque en realidad, JungKook era quien ponía la moda entre los hombres en esa Universidad. Era casi aterrador cómo nadie parecía tener personalidad, y que todos usaran ropa que JungKook usaba solo para enseñarle al rizado que lo admiraba.

TaeHyung nunca sintió esa necesidad, porque él era el novio del capitán de fútbol americano. Y todo aquel que se metiera con TaeHyung, lo pagaba caro.

El ojiazul aún recuerda perfectamente el puñetazo que JungKook le dio a un chico de último año en la nariz por contestar grosero a TaeHyung.

— Sí — contestó, con ese deje de confusión al final — ¿Por?

— Él vive cerca de mi casa, al parecer — murmuró YuGyeom, dejando los tubos de ensayos ya vacíos en el fregadero de al lado — El otro día lo vi, parecía de los nervios.

— ¿De los nervios? — repitió incrédulo.

— Sí, como... — YuGyeom lo pensó por unos segundos — Como nervioso, preocupado. Me preguntó por ti.

— ¿Qué?

— Me preguntó si sabía dónde estabas... — contestó, pareciendo forzar a su mente para recordar aquello mejor — Le dije que no, que no estabas conmigo y que no tenía ni idea. Se puso como un loco, el chico parecía necesitarte para algo.

TaeHyung sintió nervios correr por su cuerpo de pies a cabeza — ¿Cuándo fue eso?

— Hace dos días, en realidad.

Hace dos días, TaeHyung fue con MinJae al cine.

Sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal cuando el pensamiento de que aquello involucraba a JungKook pasó por su cabeza. Sentía esa sensación fantasmal del aliento de JungKook chocando casi en su cara, cuando hacía dos semanas el mayor lo amenazó.

Pero no había pasado nada, no se había acercado nada. No había vuelto a haber amenazas, no ha habido golpe alguno, y TaeHyung ni siquiera se había cruzado con JungKook.

TaeHyung creyó que, tras las amenazas, JungKook haría lo que juró. Hacerle la vida imposible a MinJae, tal vez; acecharlo a cada hora, a lo mejor; o probablemente amenazar con golpear a YoonGi.

Pero JungKook no hizo nada de eso.

— La liga de fútbol americano de la Universidad es en dos semanas, ¿no es así? — TaeHyung murmuró.

— Sí, pero es una lástima. El entrenador se ve preocupado y el equipo perdido.

— ¿Por qué lo dices?

YuGyeom lo miró, con incredulidad — Porque JungKook lleva faltando a clases y a los entrenamientos desde hace más de cuatro días, creo — respondió, casi con obviedad.