Cuando los primeros rayos de sol de la mañana bañaron el rostro de TaeHyung de dorado hasta hacerlo refunfuñar, JungKook ya estaba más que despierto. TaeHyung estaba acurrucado sobre su pecho mientras el rizado envolvía sus protectores y tatuados brazos sobre el chico.
Observaba las suaves facciones que TaeHyung poseía, sus ojos vagaron hasta sus labios, a su suave nariz de botón y a sus ojos cerrados. Besó sus párpados cuando comenzó a despertar, murmurando un suave buenos días acompañado de besos. Ambos seguían desnudos y abrazados, se sonrieron.
Sin embargo, los momentos felices son siempre más cortos que el sufrimiento. BangChan arrastró las maletas de TaeHyung y JungKook para ayudar al rizado que las cargaba hacia el auto. La playa estaba nublada aquel día, hacía frío y JungKook le había puesto su suéter a TaeHyung, diciendo que de todas maneras a TaeHyung le queda mejor que a él.
El australiano le sonríe de manera triste y nostálgica a JungKook — Te echaré de menos, hermano — El surfista abrió sus brazos tatuados hacia JungKook, quien le sonrió y abrazó. BangChan palmeó su espalda de manera brusca, y cuando TaeHyung se acercó para abrazarlo también, se sorprendió y chilló agudo cuando BangChan lo apretujó en un asfixiante abrazo que lo descolocó de pies a cabeza — Te voy a echar mucho de menos, pequeño novio — Admitió el rubio, lloriqueando sin lágrimas.
TaeHyung sonrió un poco, dándole palmaditas al gran hombre — Yo también, BangChan.
— ¡Volved cuando podáis! — Sugirió feliz el australiano — Volved y la próxima vez os prepararé un rico plato típico de Australia.
JungKook rio al lado de TaeHyung, envolviendo su brazo alrededor de los hombros de TaeHyung. El ojiazul apoyó su cabeza en el brazo de JungKook, porque sus alturas eran demasiado grandes y eso no era un verdadero problema para ambos — Si llega a ser carne de canguro, pienso ahogarte en el mar, BangChan.
El mayor carcajeó — Supera la broma, Jeon, ¡fue hace mucho! — Exclamó sonriente y alegre — ¿Realmente no sabrías diferenciar la carne de pescado de la de un canguro? — Se burló y JungKook fanfarroneó. BangChan le sonrió de manera dulce a TaeHyung — La próxima vez que vengas, haré un plato especial.
La sonrisa de TaeHyung decayó al caer en la cuenta de que no habría próximas veces. JungKook lo notó, y al instante se puso tenso. Su mano bajó hasta su espalda baja y se posó en su cintura, se inclinó cuando TaeHyung le susurró algo en el oído y JungKook asintió.
TaeHyung entró en el coche y se hizo allí un ovillo mientras esperaba a JungKook. BangChan miró a JungKook con una mirada un poco preocupada y haciendo señas hacia TaeHyung, el rizado simplemente negó para que no hablara más del tema.
No dijeron nada cuando JungKook entró y el auto estaba en total silencio — TaeHyung — JungKook llamó, de manera paciente y tranquila, suplicante. Los ojos de TaeHyung se desviaron a la ventana y sacó su teléfono y audífonos del bolsillo de la sudadera. JungKook frunció los labios después de abrir la boca para hablar, decidiendo callar y simplemente encender el motor.
TaeHyung prefería mirar por la ventana y ver el aburrido paisaje, a mirar los ojos de JungKook; sabía que se pondría a llorar, sabía que se ablandaría y comenzaría a llorar porque todo eso era una mierda. El rizado lo miró un par de veces con rápidas miradas, con sus manos al volante y controlando el límite de velocidad en todo momento.
Los pequeños baches hacían rebotar el auto, y el suave vaivén hacía que TaeHyung no pudiera dormir, aunque eso fuese lo que más quería. Tampoco tenía sueño, era por la mañana, pero sus ojos se sentían pesados y rojos por la anterior noche llena de llantos, lágrimas y confesiones de amor que ya estaban más que sabidas.
— ¿Puedes simplemente quitarte los audífonos y hablar conmigo? — Inquirió JungKook, de buenas maneras. Sin embargo, sintió la irritación crecer cuando TaeHyung continuó son dirigirle la palabra o siquiera mirarlo — TaeHyung — Lo llamó de nuevo, pero el ojiazul continuaba observando el paisaje. JungKook suspiró — Bien, genial. Así que así quieres dejar las cosas antes de separarnos...
— ¿No se supone que no quieres saber nada más de mí? — Habló TaeHyung por primera vez, JungKook lo miró, pero TaeHyung no lo estaba haciendo. TaeHyung se encogió de hombros — No lo sé, quiero decir... ¿Se supone que vamos a actuar como una pareja normal durante el resto de este maldito camino y luego te marcharás sin más? ¿Es ese tu plan?
JungKook apretó sus manos en el volante — TaeHyung... — Murmuró como advertencia.
El menor se giró, enfrentándolo y con una mueca de irritación — ¡No, TaeHyung no! — Exclamó el ojiazul, alzando sus manos — ¡Estoy tan cansado de esto, JungKook, de que siempre haya algo que nos separe! Y tú, en vez de luchar por ello, vas y cedes — Soltó con veneno y enfurruñado.
— Ya hemos hablado de esto, TaeHyung, no lo pienso repetir de nuevo — Frunció el ceño JungKook, bastante molesto.
— ¡Pues vale, genial! — Zanjó TaeHyung.
— ¡Pues bien!
Ambos se quedaron enfadados en sus asientos. Estaban enfadados y frustrado, pero no era con ellos, sino con todo el resto de los sucesos y problemas que no los dejaban estar juntos. TaeHyung chilló indignado cuando, de repente, JungKook le arrancó los audífonos con un tirón de clave — ¡Oye! — Chilló — ¡Estaba escuchando eso!
JungKook respiró hondo, después de haber lanzado sin preocupación alguna el teléfono de TaeHyung al asiento trasero — Genial, ahora sí que me escucharás — Comentó JungKook, TaeHyung seguía mirándolo con total indignación — Ni se te ocurra reírte de lo que voy a hacer, TaeHyung.
El rostro de TaeHyung se suavizó a una mueca de total confusión, pero antes de que pudiera articular algo, JungKook carraspeó y se removió nervioso en el asiento:
— You know I want you, it's not a secret I try to hide. You know you want me, so don't keep saying our hands are tied — Cantó JungKook con una voz tímida y algo temblorosa por la inseguridad. La mandíbula de TaeHyung cayó por el asombro, sus ojos abriéndose como platos — You claim it's not in the cards, and fate is pulling you miles away, and out of a reach from me. But you're hearing my heart, so who can stop me if I decide it's on my destiny?
JungKook jamás le había cantado una canción a TaeHyung, aunque TaeHyung se lo había pedido un millón de veces porque apostaba lo que fuera a que JungKook y su voz sexy hacían un dúo perfecto. TaeHyung siempre creyó y tuvo asumido que nunca oiría cantar a JungKook, pero ahora mismo el rizado le estaba cantando una hermosa canción.
— What if we rewrite the stars? Say you were made to be mine. Nothing can keep us apart, you'll be the one I was meant to find — TaeHyung no sabía si era por el hecho de que hacía sol, o porque en el coche hacía calor, pero el rostro de JungKook estaba rojo. Los ojos azules de TaeHyung lo miraban anonadado, totalmente abiertos y con una mirada ingenua.
— It's up to you, and it's up to me. No one could say what we get to be — JungKook lo miró, sus ojos tragando el azul de los de TaeHyung. Sonrió, una pequeña sonrisa lastimera que asomaba hoyuelos — So why don't we rewrite the stars...
— And maybe the world could be ours, tonight.
Un pequeño silencio se instaló entre ambos cuando JungKook paró de cantar. El rizado miró con curiosidad a TaeHyung, que parecía en shock — Oh, vamos... Tampoco ha sido tan horrible — Bromeó — Vendré a por ti de todos modos, TaeHyung. Siempre — Le recordó, dejando callado a TaeHyung — Si no me encuentras, será porque no querrás — JungKook le sonrió suave.
TaeHyung limpió pequeñas lágrimas de sus ojos, sorbiendo su nariz — ¿Puedes cantarme otra vez, por favor? — Su voz sonó tiernamente congestionada.
El rizado sonrió — Las veces que tú quieras, cariño.
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Agresivo ✧ KookTae
Random❝ ¿Crees que puedes librarte tan fácilmente de él? Todos en la universidad conocen a Jeon JungKook, el capitán de fútbol americano. Su novio es Kim TaeHyung y ellos son la pareja más famosa de allí. Todos saben que Jeon JungKook es posesivo con TaeH...