Décimo Séptimo Amanecer

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⊰⁠ ⊹ Sospechoso número uno ⊰⁠ ⊹

Narrador Omnisciente:

El sol era cubierto por un par de nubes grises, haciendo que los rayos del sol se ocultarán por un par de minutos, minutos que fueron más que suficientes para que toda esa tarde cambiará de repente.

Tan pronto el sol fue cubierto y el Omega envenenado cayó, el suelo comenzó a moverse, un gran terremoto estaba sacudiendo la tierra y la cereza del pastel salió, una gran bestia la cual fue llamada "demonio" por uno de los sacerdotes del lugar.

El pánico se desató en ese momento, todos los Omegas se levantaron y corrieron a buscar un lugar seguro, los sacerdotes ayudaban en lo que podían, sin embargo eso se limitaba a prestar ayuda a los heridos, pues ellos no podían hacer nada en contra del demonio que había aparecido, ellos no provenían de la tierra de las estrellas y mucho menos eran hechiceros, los únicos que podrían eliminar a ese "demonio" eran los soldados.

Pero contrario a lo que todos creyeron, aquel monstruo no los estaba persiguiendo, ni siquiera estaba destruyendo el templo, aquel demonio estaba tras de un par de Omegas, los únicos dos incapacitados, una Rubia que tosia sangre y un moreno, quien al intentar correr hacia Lana para ayudarla, cayó por el terremoto anterior, lastimandose el tobillo.

Para la mala suerte de Auron, él era quien más cerca estaba del demonio, por lo tanto, sería su primera presa, quiso levantarse y correr, pero no pudo su pie se lo impedía, incluso su recuperación estaba tardando, el convertirse en lobo tampoco era opción, no solo revelaría su identidad si lo hacía, sino que tampoco tenía tiempo, aquel ser con garras ya lo estaba atacando, su primer zarpazo ya estaba en su dirección.

Auron termino tragando en seco ¿Así iba a morir? ¿En una tierra que no era la suya? Su lobo estaba igual de desesperado y ansioso, tanto que no le importó y comenzó a chillar llamando al que ya sabía que era su Alfa destinado "Luzu" pensó que al ser su destinado atendería la llamada de inmediato y lo ayudaría, pero no fue así, Luzu estaba al lado de Lana, protegiéndola y revisando que estuviera bien.

Auron cerro los ojos, aceptando que no podía hacer nada al respecto por salvar su vida, dio un último respiro, para entonces escuchar el sonido de carne desgarradose.

–Es muy temprano como para morir, príncipe.

Cuando Auron abrió los ojos, vio la espalda de su fiel caballero, Perxita había llegado a tiempo, cortando la pata de aquel demonio, salvando a su príncipe al último minuto.

Auron no pudo contener sus lágrimas –Perxita –Lo llamo entre lágrimas.

Perxita se arrodilló y limpio las lágrimas del Omega –Perdón por tardar tanto, prometo que no me separaré de ti de nuevo, así que por favor no llores.

El moreno negó con la cabeza, no pudiendo detener sus lágrimas, no solo lloraba por el miedo que pasó sino que fue en esta situación tan horrible, en donde estuvo a punto de morir, que se enteró que su lobo ya sabía quién era su destinado y lo peor de todo, supo quién era, al final Luzu rompió otra de sus ilusiones ¿Como no llorar por ello?

Poco después de esto los guardias llegaron, los cuales de inmediato comenzaron a someter a aquel demonio, mientras Perxita ponía a salvo a Auron, Luzu se llevaba a Lana, ambos destinados tomando caminos contrarios para salir.

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Narra Auron:

Los días posteriores a aquel gran atentado en el templo no fueron tranquilos, todo el palacio tuvo un cambio radical, para empezar escuché rumores de que Luzu no se quedó quieto, comenzó a castigar sacerdotes a diestra y siniestra, incluso lleno el templo de guardias, los cuales tenían órdenes de atacar a cualquier persona que se interpusiera en sus órdenes.

El Consorte Real ||Omegaverse Luzuplay||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora