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-¡Apúrate Diego! No mames cabrón, vamos a llegar tarde por tu culpa.

Guillermo fue dejando maleta tras maleta en la puerta principal con la intención de que los guardaespaldas de los tres las fuera llevando al auto que ya los esperaba listo para partir.

-No mame Apa, si es su pinche avión, no nos va a dejar.

Diego apareció de entre el pasillo del departamento, acomodando su cabello con una de sus manos y con la otra jalando su última maleta, no sabía en qué maldito momento se había hecho de tanta ropa, según él había llegado a los Ángeles con unas dos maleta y ahora se iba con cinco.

-Si pendejo, pero si nos agarra la pinche prensa en el aeropuerto valió madres el asunto.

Al adolescente no le quedó de otra que rodar los ojos y salir del departamento atrás de su padre, quien ya le había quitado por no decir arrebatado la maleta de su mano.

-Yo no se porque aún no quieren hacer público este pedo, en algún momento tienen que decir que el hijo del portero de México es hijo también de Messi.

Aún no comprendía la gravedad del asunto, él estaba más que orgulloso de llevar la sangre del argentino y del mexicano en sus venas, era un bendito regalo del universo, cualquiera lo envidiaría.

-No es que no quisiéramos decirlo, mijo, pero pues no es fácil tampoco, ¿Cómo le dices al mundo que Diego Ochoa es el hijo no reconocido de Messi? Si de por sí ya se lo comen en las notas amarillistas con sus mamadas de que todo se lo regalan, imagina con esto.

Aquel tema no era algo tabú en su relación con Lionel, era algo de lo que se había charlado desde que formalizaron las cosas oficialmente, si iban a estar juntos debía ser de la mejor manera, yendo en orden y con cuidado de no lastimarse entre ellos ni a nadie, por eso es que habían llegado a la conclusión de por el momento mantenerlo en privado, al menos hasta que se decidieran bien como decirle al mundo de lo suyo.

No era algo fácil, por supuesto que no, ¿Como decirle al mundo sobre tan sorprendente relación? El portero de la selección mexicana y el argentino más famoso, nadie lo esperaría, pero eso no era lo más grave ahí, lo que si lo era, era ¿Cómo decirle al mundo que tú hijo es el mismo que Lionel Messi nunca reconoció? Y no solo se comerían vivo al argentino, también a él y a su hijo, y eso claramente no lo permitiría, tocar a su familia era algo que no pensaba tolerar.

-¿Pues si, verdad?

Diego bajó la mirada un poco y Guillermo solo bajó la velocidad de sus pasos para poder abrazar a su chiquillo, aprovechando poder despeinarle.

-Ya, no te agüites, lo que importa es que ya salimos del departamento y no vamos tan tarde al aeropuerto, tu Pa Leo ya debe estar allá, llegó tempra para no levantar sospechas.

El adolescente dió un leve asentimiento y con sentir a su papá a su lado se relajó, teniendo un pequeño subidon de ánimo

[...]

No hacía mucho desde la partida de Andrés y Sergio, las cosas eran más tranquilas ahora aunque todavía estuviera ese sentimiento de nostalgia, lloró la mayor parte del tiempo los primeros días, se sentía raro y vacío, como si una pequeña parte de su corazón se hubiera ido.

Sufrió, sí.

Eso no lo podía negar, habían sido muchos años de amistad que tuvo que dejar ir por el bien de todos.

Deserted | Mechoa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora