"-Lo siento, Guille. Un hijo en este momento me cagaría la vida."
Fueron las ultimas palabras de Lionel antes de dejar a un recién nacido en los brazos de su ex pareja.
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quise unirme a esto.
La vida no siempre es como la deseamos, un buen ejemplo es Lionel, teniendo que sobrevivir a cada uno de los obstáculos que se le pusieron enfrente, peleando con sangre, sudor y lágrimas por lo que tanto amaba.
La vida no fue buena con él, le tocó un padre difícil y un mejor amigo que resultó ser su perdición. Lo hicieron sufrir, lo hicieron perder cosas que tanto amaba, lo hicieron odiarse a sí mismo,
Lo hicieron dejar de ser él.
Por años fue un robot, yendo de aquí a allá, siguiendo órdenes tras órdenes, siendo maltratado y usado como un banco mismo. Y aunque estuvo por rendirse muchas veces, hoy la vida ya lo premiaba.
Cumplió sus sueños, ganó el mundial que tanto soñaba, se reencontró con el amor de su vida y con su hijo, arregló todo problema que lo atormentaba y no lo dejaba tener su familia adoraba, y finalmente, fue feliz.
Aún si todavía no recibía la justicia que merecía, el ya era feliz con lo que hoy en día tenía.
Sin embargo, ¿Nunca se preguntaron que hubiera pasado si Lionel no hubiera asistido a esa fiesta, si hubiera decidido irse con Guillermo esa noche?
[Recordatorio: Nada de lo que suceda a continuacion es canon en esta historia.]
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Su vida cambió desde el momento en el que supo que una pequeña persona crecía en su interior, iniciando porque tuvo que aprender a vivir con esa idea, con los cambios drásticos a su cuerpo y los síntomas horrorosos a los que se enfrentó largos meses, rematando con que la relación con su familia se fue a la mierda.
Y claro, ¿Qué se esperaba? ¿Qué lo felicitarán y le hicieran fiesta? Por supuesto que no sucedería, acababa de mandar a la mierda todos sus planes futuros, desde sus estudios hasta los planes que tenía en Barcelona, sus ahorros debían ir ahora destinados a un bebé en lugar de sus boletos de vuelo, sus entrenamientos debían ponerse en pausa y ni hablar de que luego del parto tenía que atravesar un reposo.
Estaba jodido, verdaderamente jodido.
Las cosas no fueron fácil desde entonces, fue echado de casa con solo una maleta y una mochila, sus ahorros tuvieron que quedar destinados a algo nuevo, Barcelona quedó descartada, y su familia le dió la espalda completamente.
Se lo merecía quizás.
Afortunadamente contaba con un novio espectacular, uno que se hizo responsable de él y del bebé, que prefería dejar de comer para darle su plato a él, que enfrentó a sus padres con la cara en alto y los convenció de dejarlos vivir a ambos con ellos un tiempo mientras buscaba algo mejor.
Los estudios quedaron descartados para ambos, Lionel por su estado y Guillermo por conseguir un empleo, uno que le robaba casi todo su tiempo pero que le daba dinero para al menos sobrevivir al día y poder comprar cosas necesarias.
