05.

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El baño le estaba sirviendo de algo, comenzó a relajarse y a olvidarse del mal rato que había vivido hace rato.
Sin embargo, al terminar y salir hacia donde estaba su ropa, se percato de que esta no estaba por ningún lado.

–¡Hijos de la chingada!–
Gritó tan pronto pensó en los posibles culpables.

Quienes podrían ser si no son sus amigos, mas específicamente Lozano, Vega, Alvarez y por supuesto, su hijo.
Ese grupo se la pasaba junto todo el tiempo y todas sus mentes juntas gozaban de molestarle.

Guillermo no tuvo más opción que tomar la única cosa que le dejaron, su toalla. Con esta secó el exceso de agua y después la enredo en su cintura.
A veces solo quería matarlos.

–Eu, ¿qué pasa acá? Hasta allá afuera se escuchó el grito.–
Una voz pronto se hace presente en las regaderas, Memo se queda estático y se pone del color de un tomate.

–No pasó nada, solo los pendejos de mi equipo que se llevaron mi pinche ropa.–
Responde sin querer girarse para no ser visto en cueros, pues aun llevando la toalla se siente inseguro.

–Ah bueno.. Puedo prestarte la ropa del Emi si vos querés y luego me la regresás.–

Guillermo no había prestado mucha atención a quien era el dueño de la voz, sin embargo el acento Argentino era imposible de no notarlo y mucho menos mencionando el nombre del portero de aquel equipo.

Sus piernas querían fallarle, pero fue mas fuerte que ellas y se mantuvo firme, no podía dejarse ver débil frente al otro.
Pensó por unos segundos rechazar la oferta, sin embargo no podía irse desnudo así sin mas al vestuario del Tri y exponerse a las burlas de sus compañeros.

Tomó la suficiente fuerza y como si fueran totalmente extraños se giró para verle y aceptar.

–Me harías un gran favor.. Te espero aquí.–
Respondió Memo sin atreverse a verle a los ojos directamente, suficiente tenía con estar desnudo frente a su odiada ex pareja.

–Perfecto, vuelvo en nada.–
Y con eso Lionel abandona la sala con pasos rápidos.

El argentino no sabe como llego a esa situación, solo que si escucho el grito del rizado cuando iba a su vestuario a festejar la victoria del partido; Lionel tenía una tremenda desventaja, era un poco chismoso.

No pensó que se toparía al guardameta mexicano con solo una toalla en su cintura, que para variar era un ex amor.
Aún así no podía ser cruel y dejarlo así como si nada, irónico porque hacia muchos años lo dejó así.

Ofreció ropa de uno de sus amigos para ayudar y cuando fue aceptada no dudo en correr por ella, afortunadamente Emiliano no se negó a prestársela, pues quizás no le dijo para quien era.

Lionel no tardo mucho en volver a donde Guillermo y se la dio con una sonrisa amable, dándose cuenta que ni siquiera era visto a la cara, se lo merecía al final de todo.

–Gracias.–
Guillermo toma la ropa entre sus manos y se mete en un cubículo para ponerse esta, afortunadamente el y el otro portero no tenían mucha diferencia de aspecto.

–No es nada.. Cuando la quieras devolver, buscame a mi.–
Lionel le responde y se aleja lentamente.

Para cuando el rizado sale ya vestido, nota que el mas bajo se había ido; nuevamente estaba solo.
Memo suspira y decide ir a su vestuario, debía vestirse con su ropa para devolver la que vestía cuanto antes.

Maldita sea, Lionel.. Deja de ser tan lindo, ¿no ves que quiero volver a olvidarte?



Deserted | Mechoa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora