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Guillermo aún no podía sacarse de su mente la charla con Andrés, todo ese rato tuvo que fingir felicidad cuando por dentro estaba muriéndose de ganas de huir de su realidad, la tarde transcurrió tranquila, comieron y charlaron entre risas, incluso...

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Guillermo aún no podía sacarse de su mente la charla con Andrés, todo ese rato tuvo que fingir felicidad cuando por dentro estaba muriéndose de ganas de huir de su realidad, la tarde transcurrió tranquila, comieron y charlaron entre risas, incluso estuvieron un rato dentro de la piscina, pero en todo momento él solo quería desaparecer.

¿Por qué? Era la pregunta que a menudo se hacía, ¿Por qué la vida era así? ¿Acaso no fue suficiente sufrimiento esos quince años? ¿Por qué ahora Andrés? No lograba comprender porque su mejor amigo, a quien consideraba su hermano, lo había traicionado de esa manera tan dolorosa. Era consciente de todo, sabía que se había equivocado esa noche, pero trató de remediarlo, de portarse todavía más amable y dulce con él, y sin embargo lo defraudó.

Se sentía sucio, asqueado de sí mismo, el karma por haberse aprovechado de Andrés para consolarse por la ausencia de Lionel lo estaba golpeando duramente, lo hacía sufrir, ¿Por qué tuvo que ponerse ebrio?

¿Todas las noches en vela no fueron suficientes? ¿Por qué? ¿Por qué a él? Un bebé no era lo que el deseaba, no viniendo de Andrés, mucho menos de una noche donde por culpa del alcohol hizo cosas incorrectas, dónde ni siquiera había amor de por medio.

Lionel, su Lionel era un ángel que no se merecía las cosas malas que le sucedían, no se merecía este sufrimiento que estaba por venirse, no lo hacía. El pensar en lo que pasaría cuando tuviera que decirle la verdad solo lo hacia querer vomitar.

Se odiaba, y odiaba al destino, tanto que por primera vez deseo no haber conocido a Lionel para haberle evitado tanto dolor.

¿Que haría ahora? ¿Sentarse a mirar como su mundo se caía a pedazos? ¿Mirar como el amor de su vida se iba nuevamente? ¿Ver crecer al hijo que no quería? No, eso no era lo que quería, él quería casarse con Lionel, pasar su vida a su lado y morir de ancianos.

Guillermo estaba en un limbo emocional.
Acumulando sus sentimientos, sin expectativas y mirando al vacío sin moverse.

[...]

-¡Guille!

El grito del argentino lo sacó de su burbuja y dando un brinco por el susto lo volteo a ver.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?

¿Por cuánto tiempo estuvo perdido? Había pasado de estar en casa de Javier a estar en su departamento, con el pijama puesto y tumbado en la cama mirando el techo.

Lionel lo miraba preocupado, también ya llevaba su pijama y estaba preparando sus inyecciones, sin embargo sin su ayuda le era más complicado poder usarlas, además la extraña actitud que había tomado lo preocupaba.

-Estoy cansado nomás.. ¿Te ayudo?

El argentino no estuvo muy convencido con su respuesta pero prefirió dejarlo pasar, probablemente todo el alboroto en casa de Javier lo había dejado sumamente agotado, más cuando fue quien se dedicó en su mayoría a preparar el asado.

Deserted | Mechoa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora