El Deseo del Rey - Jeon Jung Kook (+18) Completa ✔️

La promesa

—¿Es una broma?— Nae Mi miraba el rostro del muchacho que parecía querer convencerla de todo a pesar de que aquello sonara una locura.

—¿Cómo se supone que alguien sale de un joyero mágico en medio de la noche?— la muchacha se levantó del sillón, tomó su cabello húmedo y respiró profundo dándole la espalda al hombre que seguía parado en la sala.

—Se que es algo confuso pero te prometo que es real lo que digo— se acercó a ella para tocarle el hombro y calmarla.

—¡No me toques!— quitó la mano que se había posado en su hombro y dio pasos atrás —Llamaré a la policía— caminó hacia su teléfono.

El joven Jeon al ver la situación chasqueo los dedos haciendo que el teléfono de Nae Mi, quien lo tenia en las manos, se trasformara en arena negra y cayera grano por grano entre sus dedos hasta la madera de la mesa.

—¡Pero que...!— impresionada por lo que acababa de pasar corrió hacia la puerta pero los cerrojos desaparecieron luego del chasquido del muchacho que se acercó lentamente hacia ella.

—Toma asiento y déjame explicarte todo— sus manos hacían gestos y estaban en frente de él dándole confianza a la muchacha.

—¿Qué eres?

—Soy un joven rey que no alcanzó a serlo y ahora tiene poderes— sonrió teniendo en cuenta que todo lo que decía era incoherente ante la mente de la muchacha del siglo 21.

—No — se cubrió el rostro y suspiró incrédula —Esto tiene que ser un sueño, me iré a dormir y tu no estarás aquí mañana— se levantó de la silla y corrió a su cama.

Nae Mi tomó las cobijas de su cama y se tapó hasta la cabeza repitiendo la frase 

" Esto no es real"

Jeon se miraba al espejo de la sala pensando en que hacer, era primera vez en años que alguien rechazaba su presencia y se negaba a pedir algún deseo después de mencionar su calidad de hechicero. La muchacha aún no se dormía, Jeon pensó que estaría feliz de tener su teléfono de vuelta, por ello lo reconstruyó y caminó hacia a cama.

—Toma— deslizó el aparato bajo las sábanas hasta ella —Lamento pulverizarlo, por favor no llames a la policía— Jeon se hincó junto a la cama esperando una respuesta —No soy una persona peligrosa y no quiero hacerte daño

El estomago de Nae Mi gruñó con fuerza rompiendo el silencio del momento y ella solo escucho el chasquido al otro lado de las sábanas y como la mano del muchacho deslizó un chocolate hasta ella.

—Me gustan con almendras— Nae Mi miró el chocolate y como este se desvanecía en la cama para luego volver en otra forma ante sus ojos luego del chasquido.

—Puedo hacer lo que tu desees pero por favor no me hagas volver al joyero

Nae Mi tomó el chocolate, se destapó viendo como el joven Jeon se levantaba de su posición y tomaba asiento en la cama.

—¿Eres como un genio de la lampara o algo así?— sacó un trozo de chocolate y se lo llevó a la boca con deseo, Jeon la miraba un poco más relajado debido a que ella ya no tenia tanto miedo de él.

—No, bueno algo así como un genio no— se rascó la cabeza un poco complicado —Tengo más de tres deseos para conceder