Beso

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JungKook miraba por la ventana como los copos de nieve se deslizaban en el aire hasta desaparecer en los pisos siguientes del edificio. Las luces de la ciudad se iban apagando a medida que las horas avanzaban y él, dentro de todo lo que sentía y la mentira de la nevada, sentía ansias de meter su cuerpo en  la cama junto a ella.

—Llevaré las mantas que te traje para la cama y las colocaré ya que hace mucho frio— NaeMi advirtió mirándolo desde el sillón.

—Esta bien— JungKook no se giró y siguió viendo la nieve caer.

NaeMi caminó hacia al dormitorio con las mantas y las colocó sobre su cobertor acomodándolas a lo ancho procurando que los pies quedaran bastante abrigados. Se había dado una ducha y llevaba su cabello suelto, se acomodó en su camisa de dormir y se preguntó si debía colocarse ese sweater con el que dormía la mayoría de las veces que hacia frio.

—Puedes venir— se asomó ella al umbral de la puerta del dormitorio, vio a JungKook girarse hacia ella y caminar luego de chasquear los dedos apagando las luces de la sala.

Nae no podía negar que escuchar el chasquido de los dedos de él le provocaba cosas en su estómago. El poder que tenia concentrado en aquel sonido que hacia su anatomía, ese movimiento practico que hacia chocar sus falanges, tenia algo que le intrigaba.

JungKook ingresó al cuarto y vió las luces tenues de las lámparas empotradas en la pared con forma de media luna. Eran amarillas, le daban ese toque intimo al ambiente. NaeMi se sentó en la cama por el lado derecho dejando claro que ese era el lugar que tomaría esta noche, él rodeó el espacio, tomó asiento por el otro lado y se quitó los pantalones, dejó sus calcetas puestas porque sabia que sus pies eran algo fríos y desconocía si debía quitarse la camiseta, así que no lo hizo, solo metió su cuerpo bajo las colchas cubriéndolo por completo.

Nae seguía sentada en la cama quitándose sus anillos y pulseras, colocó crema en sus manos codos y un poco en su rostro. Se había colocado el sweater para evitar el frio y bajó sus mangas una vez que sintió que la crema se había secado contra su piel.

—No apagues las luces por favor— pidió JungKook.

—¿No te gusta dormir a oscuras?— Nae se acomodó bajo las cobijas y lo miró, él miraba hacia el techo con las manos sobre su pecho.

—Me recuerda a la oscuridad del joyero— murmuró.

—Está bien, puedo dormir con las luces encendidas o si quieres puedo abrir un poco la cortina y dejar que la luz de la luna haga lo suyo—.

—Eso estaría bien— él sonrió ante el acto tan noble ya que  NaeMi no podía dormir con las luces encendidas, jamás lo había hecho.

Se levantó de la cama y abrió un poco para que la luz de la luna iluminara el espacio, una luz blanquecina y fria alumbró hacia la puerta, JungKook chasqueó sus dedos apagando las luces de la pared.

Ella volvió a la cama y se acomodó mirando el techo al igual que él. Quería hacerle tantas preguntas pero sentía que era  impertinente de su parte...

—Fue horrible cuando me di cuenta que estaba a solas en esa oscuridad— dijo él interrumpiendo sus pensamientos. —Por más que gritara o buscara una puerta para huir no había nada.

—¿Y cuando descubriste que tenias poderes?— Nae se giró hacia él.

—Cuando salí la primera vez, cuando ese hombre me sacó— pensó en ese momento —Sentí un calor en las manos y cuando las estreché con él comprendí todos sus sueños y anhelos, los visualicé en mi mente y los hice realidad como un acto de bondad—.

El Deseo del Rey - Jeon Jung Kook (+18) Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora