Jeon Woo Jung Sung Kook heredero de la dinastía Jeon es contenido en un joyero por la hechicera del templo cuidándolo así de los soldados japoneses que atacaron el templo una noche y cada cierto tiempo -bajo ciertas condiciones - es liberado del joy...
La respiración agitada de NaeMi llegó a los oídos de su madre quien dormía en el cuarto de continuo. Vio a la frágil figura de su hija de 12 años sentada en su cama llorando con las manos en el pecho ahogándose con su propia respiración. Llamó a su esposo que se encontraba aún dormido y ambos la tomaron y llevaron de urgencia.
—Ataques de pánico— dijo el doctor luego de examinarla.
Los padres de NaeMi la veían a la distancia mientras la menor estaba siendo atendida por la enfermera de turno.
—No, NaeMi es una niña sin dificultades, buenas notas...— la madre se mostraba preocupada.
—Dijo algo de unas pesadillas que tenía— miró a ambos padres —Les recomiendo que asistan con la psicóloga—.
—¿Cree que mi hija está loca?— el padre miró al doctor algo preocupado, nadie en la familia había asistido a sesiones con psicóloga y desconocía el por qué de la derivación.
El doctor dejó la orden de asistir por un mes a sesiones con psicóloga una vez por semana por el asunto de los ataques de pánico. NaeMi estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que sus pesadillas cesaran sin embargo, no lo hacían.
—Nae cuéntame ¿Has tenido esos sueños nuevamente?— preguntó la psicóloga mirando con atención a la delgada y ojerosa muchacha de cabello negro largo y liso.
—Sí, pero esta vez fui más valiente y pude quedarme más tiempo en el sueño— pronunció mientras dibujaba en el cuaderno que la profesional le había entregado desde la primera sesión —Y vi esto— le mostró la imagen que había dibujado.
—¡Dibujas maravilloso, Nae Mi!— sonrió la mujer y tomó el cuaderno en sus manos para mirar con mayor detención el dibujo —¿Qué es?
—No lo sé. pero es lindo— Nae sonrió leve —Luego de sentir la presión en el pecho y estar en el piso frio eso es lo primero que veo al abrir los ojos—.
—Creo que es una cajita musical— miró ella nuevamente el dibujo.
—O un joyero— respondió la menor recibiendo el cuaderno de vuelta para seguir dibujando.
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—¿Pretendes que me quede todo el día en la cama?— NaeMi sonrió al sentir el cuerpo de Jung Kook envolviéndola por la espalda bajo las sábanas.
—¿Será posible?— mencionó ajustando más su agarre en la cintura de la chica.
—No si me aprietas tan fuerte...— se quejó apartando los brazos fuertes que la retenían —Será mejor que vaya a preparar algo para comer porque podríamos morir de hambre—.
—Tu dime lo que quieras y te lo traigo— Jung Kook la retuvo sosteniendo una de sus manos.
—En ese caso, quiero un café caliente con un top de frambuesa— sonrió cerrando los ojos.
