Casada por Obligación (Cancelada)

Capítulo 20: "...Dormiremos juntos"

Q la mañana siguiente de la fiesta me levante, fui al baño, luego me cambié y fui a la habitación de Jayden. Me sentía feliz. Después de lo que Jayden hizo ayer no he podido borrar la sonrisa de mi cara.

- Hola - empecé a decirle a Jayden mientras entraba a su habitación - tenemos que ir al desayuno. - di una pausa, lo miré y continué - me encantó anoche, me sentí como en un cuento. Cuando se me cayó en tacón me sentí avergonzada pero luego tú...

- La fiesta acabó - dijo Jayden interrumpiéndome. Al para ver alguien esta de mal humor... - ¿Quieres callarte? Te voy a dar un consejo - dijo esto mirando el libro que estaba leyendo - trata de usar pantalones o vestidos largos. Tus piernas son muy gordas, podrías matar a una vaca con ellas.

- ¡Qué! - iba a continuar pero llego una sirvienta a decirnos que teníamos que ir a desayunar. Jayden solo se paró y se fue. Buen esposo el que me ha tocado...

(...)

Ya era lunes y habíamos llegado a la escuela. Entramos y nos fuimos por caminos separados.

Cuando iba a entrar a mi primera clase, ví a Adam a punto de salir.

- ¡Hola Adam! - le dije con entusiasmo

El me miró. Ví que no tenía el brillo en sus ojos que siempre lo acompañaba. Hoy se veía diferente, se día triste, desanimado.

Adam bajo la cabeza y se fue, ignorandome.

No se que le pasa hoy pero cuando este de mejor humor le preguntaré.

Entre al salón y tome mis clases. Hoy en el instituto no hubo nada fuera de lo normal. Con excepción a que Adam me ignoró todo el día y no sé por qué.

Ya en casa entre a una habitación donde había una maquina de coser. Siempre quise ser una diseñadora pero no creo poder ser lo estando casada.

Estuve toda la tarde hasta la noche trabajando en algo desde que llegué. Cuando lo terminé fui a la habitación de Jayden a mostrárselo.

- Hola - le dije. Él me miró y luego devolvió su mirada a el libro.

Me acerqué a él y me senté en el sofá en frente suyo.

- ¿Sabes? Me gusta mucho tu sonrisa. La primera vez que te ví pensé "¿por qué será que este muchacho nunca sonríe?". Después ví que si sonríes. Deberías tratar de sonreír más. Por eso, cosí tu cara dos veces en este muñeco. ¡Tarán! - dije y le mostré el muñeco que había hecho. Él subió la mirada y lo vió. Le mostré ambos lados: en uno había una foto de él enojado y en el otro lado, una foto de él sonriendo. Bufé al ver que volvió su vista al libro.

- No habrás olvidado tu promesa...- le dije

- ¿Cuál?

- Dijiste que me dejarías ir a ver a mis padres.

- ¿Aprendiste todas las lecciones que tenias que aprender?

- No, pero...

- Entonces, en vez de estar haciendo estupideces, deberías aprovechar el tiempo estudiando.

Me molesté y me fui a mi habitación. Ahora mi muñeco Jayden sería mi objeto para desahogarme golpeando y tirando.

(...)

Fui a casa de mis suegros. Ya todos estaban en la mesa, incluyendo a Jayden. Había llegado tarde y si no todos están en la mesa, nadie puede comer. Así que era mi culpa que se hayan retrasado el desayuno por unos diez minutos.

- Britney - me llamo la abuela de Jayden que también estaba con nosotros - me encanta tu atuendo, los colores iluminan mi ánimo. - Sonreí ante tal cumplido