Por primera vez, después de semanas iterativas, llenas de ensayo y error, podía visualizar su Magnum Opus, el producto de toda su devoción y la confirmación de su título como heredero de los dogmas Federales.
En la realidad, el proceso de gestar una obra como esa podía verse como una labor tediosa, propia de una persona obsesiva, pero en la mente del líder de Las Brujas, era una responsabilidad irrevocable que sus difuntos compañeros Comandantes le habían delegado en el momento que dejaron ese mundo.
En sus manos sujetaba la nueva recopilación de leyes que regirían la nación que él les prometió crear, devolviéndole lo que alguna vez la hizo grande, el nombre y la identidad que había perdido con la guerra civil.
Era algo personal, se habían metido con su propósito en la vida.
Viéndose atrapado bajo los escombros de su propio palacio, al cual le dedicó años de su joven vida para erguir como bastión leal a la Federación, supo que algo horrible le pasaba al país y, por extensión, al mundo.
Su gente, el pueblo que ellos labraron durante casi 30 años, ahora renegaba a sus líderes eternos, los que con su ingenio y amor a la tierra que los vio nacer construyeron la que en su día fue de las naciones más poderosas del planeta. Nadie más en la corta historia de esa nación, ahora olvidada por todos, logró lo que los 9 consiguieron durante su mandato.
Las 5 centrales hidroeléctricas del Rio Citade que alimentan al país entero, las universidades en cada ciudad, donde gente de todo el mundo venía a colmarse de conocimiento, la infraestructura del país entero, todo por lo que ahora es recordado, todo eso lo hicieron ellos, y ahora las personas, que parecían en su actualidad sufrir de amnesia, gritaban a los 4 vientos que fueron viles opresores.
Si ellos no lo hubiesen hecho, ¿qué sería del país?
-Miseria, caos y desidia -se autorespondía Marcano a su ensoñación.
Pero el ex Federal estaba seguro que él podía volver a hacer las cosas bien, hasta mejor que sus camaradas, porque él entendía que al final del día, ellos, en su condición de humanos terrenales, habían cometido tantos errores que Marcano no era capaz de obviar, él inclusive había llevado a cabo cosas de las que se arrepentía y lo seguiría haciendo, pues no existía persona alguna con perfecto accionar.
Mientras sujetaba el producto de su trabajo, 129 páginas llenas de las leyes que regirían el nuevo estado federal, se sentía orgulloso de por fin salir de su confinamiento, necesario para poder escuchar con más claridad sus ideas, además de las que llegaban de más allá de su propia conciencia.
Era incluso divertido verlo, todas esas montañas de páginas a las que dedicó gran parte de su cordura se habían refinado y resumido en algo mucho menor a un libro. Pero su grandeza no recaía sobre su extensión, sino en lo que significaría para el futuro brillante que el predicaba para su pueblo.
Mientras ojeaba extasiado las paginas recién impresas, se topó con el tono purpura que habían tomado sus manos, ya de por sí rústicas y llenas de cicatrices, denotando su pasado como hijo de agricultores.
Le costó un momento recordar bien el origen de tan desagradables moretones, esos momentos donde él dejaba de ser el mismo y una mezcla de furia y frustración se apoderaba de su cuerpo.
-Pobre Clara -se lamentaba en voz alta. Observaba con desazón cómo sus métodos de disciplina y castigo se materializaban a lo largo de sus manos, el dolor era inexistente en él, pero el provocado a otros era innegable.
Ese sentimiento no lo obtenía con el resto de soldados a los que ¨aplicó disciplina¨, era incapaz de comprender por qué se lo había hecho a ella, quien se supone que es su protegida. No entendía qué le pasaba, para él la violencia o reaccionar con la misma no era su punto negativo, pues existían ocasiones donde estaba perfectamente justificada, es decir, no se podía ignorar el hecho de que las personas son mucho más propensas a obedecer si saben que algo malo les puede llegar a pasar.
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Olvidada: La Nación Sin Nombre
General FictionLa Teniente, una heroína que se debate entre la cordura y el abismo de sus pensamientos, rememorará sus vivencias durante la gran Guerra Civil, un conflicto que acabó con el mandato solido y despiadado de los Caudillos y su Federación forjada en san...