Lambda

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Kim Taehyung entró a la casa Jeon, excusándose que está de paso y le gustaría quedarse para ayudar a Jungkook con una tarea.

El señor Jeon Junhong recibió adecuadamente al joven, lo invitó a pasar y ambos alfas se sentaron en sillones separados de la sala, el doctor en uno individual y Kim en uno doble.

Estuvieron en silencio por bastante tiempo, Taehyung fingía entretenerse en el teléfono, pero realmente se mantenía atento a la llegada del omega pelinegro. Esperaba que la alfa con quién salió sea buena, que sepa que está haciendo frío y que Jungkook debe ir bien abrigado porque siempre se le olvida llevar algo abrigador, también debe saber que al principio no habla mucho, sólo debe hacerlo sentir cómodo.

Oh. En las historias de instagram de sus amigas Oh Haewon y Seol Inah, subieron el outfit que le escogieron y lamentablemente llevaba unos zapatos que le lastiman un poco, así que no debe llevarlo a caminar mucho cuando tiene ese calzado. También debería cuidar…

—Oye, Taehyung-ssi —llamó el padre Jeon— ¿Cuándo te vas a confesar a mi hijo?

El pobre enamorado agachó la cabeza y comenzó a negar sin ver a Junhong.

—No puedo.

No es que no pudiera, sencillamente tiene miedo de perder al omega de su corazón.

—Kim —habló fuerte—, no es sano. Cómo papá es entendible que esté yo aquí esperando la llegada de Jungkook ¿pero tú?

Taehyung se sintió como un cachorro siendo regañado.

—Jungkook comenzará a salir con más personas mientras tú sigues guardando lo que sientes.

De repente sonó el timbre y se escuchó la voz del mencionado omega. Cuando el adulto Jeon se levantó de su lugar, se acercó al pelirrojo, palmeando un poco su hombro.

—Piensa lo que te dije.

Omega cordis mei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora