Omega cordis mei

Ómicron

El omega del corazón de Kim Taehyung, aceptó salir con la alfa Arai Ayaka en una segunda cita. Fue tan mala como la primera. Ella es bonita, alta, pero no es suficiente. Ayaka nunca preguntaba qué quería hacer, sonreía, pero no sonreía con cariño. Intentó más de una vez besarlo a la fuerza, cuando intentaba distraerse ella agarraba su mano con mucha presión, dejando dolor en su muñeca.

¿Por qué no era amable?

Él se acostumbró a ser tratado con cariño por los alfas de la familia, por… por Kim Taehyung, su alfa favorito. Estaban a temperatura bajo cero, y no estaba tan abrigado, le dolían los pies dando vueltas en el centro comercial. Ya quería ir a casa.

Su tormento no terminó después de esa última salida. Arai lo acompañaba hasta la salida de la escuela, insistía en seguir con él. Pensaba que se libraría de ella buscando a su alfa favorito, alfa que no llegó. No estaba afuera de su escuela, ni en la estación del metro.

Ayaka, insistía en estar con Jeon Jungkook, el omega del corazón de otra persona. Tristemente el pobre omega no sabía que hacer, es joven y quiere golpearla, nunca antes ha lidiado con acoso, siempre tenía a alguien ahí, protegiéndolo de la realidad de los omegas. Pidió ayuda a su amiga Oh Haewon, ella dio batalla acompañando a su amigo a la casa, pero también se incomodaba por la alfa, le miraba con desprecio y sus feromonas la ahogaban.

No puede ser peor, no podía volverse peor, Diosa Luna, escucha sus plegarias, devuelvelo a su vida tranquila. Una dónde es feliz con sus amigas, con su papá, con la única preocupación de pasar las materias, dónde nunca se dió cuenta que es observado por el rango más alto como alguien inferior, la vida en la que su alfa favorito siempre estaba ahí.

Porque su alfa favorito es el único alfa a quién su lobo acepta y también el humano.