Tau

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La universidad es un poco más complicada, Kim Taehyung estudiaba mucho últimamente y no le prestaba atención al omega de su corazón como le gustaría. Jeon Jungkook aún así se tomaba el tiempo de llevar comida a su alfa favorito y de mandar mensajes con fotos suyas porque su Hyung las pide.

Oh. De vez en cuando hacían videollamadas. El omega extrañaba mucho a su Hyung, no podemos culparlo, está acostumbrado a ser el centro de atención de él.

Un día, llegó el alfa muy emocionado por Jungkook, lo invitó a estudiar juntos en la biblioteca de la universidad, junto con otros amigos, el omega de su corazón aceptó emocionado. Lamentablemente fue lo contrario a lo que esperaba.

Al llegar, su mundo se amplió de posibilidades y conoció una versión nueva del alfa. Un poco más adulto, con un grupo de amigos distinto, usando lentes de armazón, con una concentración que pocas veces le veía. Y Jeon Jungkook, allí estaba, haciendo tarea que no entendía de cálculo integral, con un leve enojo, dos hojas arrancadas, también con apetito.

El alfa favorito del omega notó el puchero sutil y la frustración del omega de su corazón. Sacó del bolsillo un paquete de dulces de vainilla y fresa, y se los dio al lindo omega pelinegro que tiene su corazón. Kim Taehyung siempre es lindo, demasiado lindo, pero Jungkook se sintió como un niño. Desde que llegó se sentía intimidado por los demás mayores, no por su alfa favorito, y quizá los demás eran buenas personas, pero eso no lo sabía el jovencito.

—¿Por qué nunca nos da dulces oppa? —preguntó otra chica de nombre Kwon Sohyun, también omega—. Deme dulces, por favor.

A Jungkook le gusta que su Hyung no es grosero, pero no le gustó que le diera dulces a otra persona que no es él. Lo sabe, sabe que es infantil. Además, desconoce que la mayoría de las acciones del alfa son por él y sólo para él. Taehyung, su alfa favorito, con el aroma a bosque que le gusta mucho, debería decirle que si carga dulces son para ofrecerlos a Jungkook. Que sigue repasando sus apuntes de escuela media superior para ayudarle, sería necesario decir que carga con él un pañuelo para ofrecerlo al omega por si se lástima, llora o tiene un resfriado.

Pero eso el omega de su corazón, de aroma a mimosa y algodón, tímido como la característica principal de esa flor, todo no lo sabía. Puede que su corazón le dolió de momento, un ataque de celos.

Porque Kim Taehyung atrapa más corazones de lo que él cree y Jeon Jungkook empieza a angustiarse.

Omega cordis mei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora