Beta

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Kim Taehyung se encontraba en la ceremonia de fin de curso, terminó con éxito su segundo año de escuela preparatoria. En su despiste, no logró ver más allá de la fila grande de alumnos que se despedían de los mayores, él evitó rodear el hacinamiento, una decisión que agradecería toda su vida. Al hacer eso vio al grupo de nuevo ingreso en una visita guiada, nada importante, no hasta que un chico de cabellera azabache chocó contra él, y, a Kim no le dió tiempo de reclamar.

Porque aquel chico azabache dió una reverencia rápida e intentó buscar al grupo que le correspondía para conocer las instalaciones, lamentablemente, llegó justo cuando se habían ido.

Kim Taehyung por un pequeño impulso se acercó, no le reclamó por el incidente anterior. A su vez, cuando el sujeto que identificó como omega, levantó su cabeza para verlo, se destaparon unos ojos brillantes, y, no solo él, su lobo también se derrumbó. Sintió un pequeño calor, la respiración se le agitó, un cosquilleo vergonzoso en la garganta se formó, lo que le impidió formular una adecuada frase. Y el aroma tan suave, dulce, embriagante como relajante. Si esa era una señal de alguna deidad, de su ángel protector para aceptar su entrega a ese desconocido, la aceptaría con orgullo.

Ese día Jeon Jungkook hizo un amigo.

Ese día Kim Taehyung se enamoró.

Omega cordis mei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora