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Él subió en el asiento del copiloto, mientras que yo, termine de abrocharme el cinturón de seguridad.

-¿Qué te dijo, Bangchan? - pregunté, él se sorprendió.

-¿Cómo es que..?

-Me arrastraste fuera del instituto por órdenes de Bangchan. Soy tonta, no estúpida - le sonreí de lado.

-Si pues...no llevas un atuendo muy decente como para dejarte con mis alumnos - se defendió, eso me hizo sonreír más.

-Oh, vamos, eres hombre, supongo que has visto a mujeres desnudas, aparte de tu madre, claro - el carraspea la garganta y mira hacia la ventana, abrí la boca y solté una risotada.

-¡No puedo creerlo, estoy dentro de mi auto con un virgen, puro y casto! - él me miró irritado, revolo los ojos.

-¿Quieres callarte? - negué, en medio de risas. -Maldición.

-Bueno, bueno, ya, me calmó, pero... ¿Siquiera has visto cuerpos? - él frunció el entrecejo. -Me refiero a, los cuerpos de las víctimas, cuerpos muertos - él negó.

-Me acabo de recibir en esto, además, ¿Eso no lo hace la forense y los de tu equipo? - abrí la boca sorprendida.

Vaya, eres inteligente...pero no tanto, eres detective ahora, por lo tanto, también tendrás que mezclarte con la forense y los de mi equipo, y claro, conmigo - él me miró confuso.

-Eso no fue lo que me dijo, Bangchan.

- Bangchan necesitaba un remplazo y bueno, lo consiguió contigo, ya no me soportaba y tampoco soportaba ver los casos ni los cuerpos. Es un maldito gallina - bufé con molestia. -Pero, pienso que eres diferente.

-No estoy muy lejos de ser como Bangchan.

-Eish, sin duda, estoy rodeada de puro inútil. Vámonos ya.

Encendí el auto y empecé a manejar. -¿A dónde vamos? - preguntó.

-Primero, iré a mi casa a cambiarme, porque obvio, ningún mundano está permitido, ni está a la altura de ver lo que dios me dió, después, iremos a la comisaría, Bangchan dijo que tenía algunos sospechosos que debemos ir a interrogar - aclaré, sin despegar la vista de enfrente.

-De acuerdo.

-En la guantera - señalé. -Esta la información de la muerte de Wongyoung, dale un repaso, para que te pongas al corriente, mi querido Watson - lo miré de reojo y le guiñe el ojo.

-¿Y quién se supone que eres tú? - saco los papeles de la guantera.

-Yo soy, Sherlock, claramente. Soy la mente maestra de todo el lugar.

-Sí, como digas.

[...]

-Hey Min, atrapa esto - me quite mi zapatilla y se lo lancé, lamentablemente lo agarro con la nariz, su cabeza se hizo hacia atrás por la fuerza de mi tacón y cayó al suelo de golpe.

-¡Maldición! - sostuvo su nariz con sus manos.

-Esa atrapada estuvo genial, pero para la próxima, lo atrapas con las manos - camine hacia mi habitación.

Sí, vivo con mi hermano, Kim Seungmin, un palidicho de metro setenta, es más alto que yo, pero no tan inteligente que yo, tiene veinticiete años, y está soltero...bueno, eso dice él, yo siento que ha estado cogiendo con la vecina. Pero no me hagan tanto caso.

-Saldré, iré a la comisaría y después estaré investigando - me acerque a la mesa, dónde estaba él, dos taponcitos de papel estaban en su nariz, me miró enojado. -Vamos, precioso, no te enojes - dejé un beso en su mejilla y tomé un gran trago de jugo de naranja.

-¿Qué fue está vez? - preguntó.

-Asesinato. Jang Wongyoung fue asesinada en la madrugada, quisieron hacerlo pasar por un suicidio, pero no fue así.

-Deberías de alejarte de eso, es muy peligroso - su tono preocupado me enternecio. -Si te matan, ya nadie me va a mantener.

Olvidenlo, es un maldito zángano.

-Muérete.

Me dí la vuelta y salí de mi casa, camine hasta mi auto que estaba aparcado frente a mi casa, pude ver a Hyunjin leer atentamente los documentos. Rodeé el auto hasta llegar a su puerta, me agaché y salí de repente, dando un golpe en la ventana.

-¡Demonios, no hagas eso! - reclamó, después de soltar un grito para nada masculino. Reí hasta no poder más.

Incluso cuando entramos a la comisaría, seguía riendo, fue bastante gracioso ver su cara de terror. Antes de siquiera llegar a la puerta de Bangchan, mi teléfono empezó a sonar, detuve mis carcajadas y seque mis lágrimas de risa, que se me habían salido de mis ojos.

Miré el nombre de quién me llamaba, fruncí el entrecejo y conteste.

-Ya casi llegamos a tu oficina, ¿Qué sucede?

-Yeji, encontramos una pista en el departamento de Wongyoung.

-Vamos hacia allá.



















»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora