Epílogo

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Si alguna vez o en algún momento, alguien me hubiera dicho que en el futuro no muy lejano, iba a estar preparando una cena navideña para pasarla en familia, junto con mis seres queridos; jamás lo hubiera creído, y es que, con tan sólo ver a mi pequeña Haerin dormir plácidamente en los brazos de su padre, me hacía sentir que estaba en un sueño, del cuál, jamás quería despertar.

Sonreí inconscientemente, mientras regresaba mi mirada al horno, giré el botón, poniendo una hora en específico para que el pavo se cociera a la perfección. Me dí media vuelta y salí de la cocina, caminando hasta Hyunjin, quien sonreía al ver dormir a Haerin, me senté a su lado, él rápidamente giro hacia mi.

-¿Todo bien? - asentí, dándole una ligera sonrisa, no sé porque, quizás fue por la llegada de Haerin, pero ahora no puedo mostrarme muy grosera con Hyunjin, quizás se deba a que vivimos juntos ya durante un corto tiempo y él ya sabe mis gustos y lo que me molesta y obviamente, trata de hacerlo. Todo un amor.

-Por cierto, ¿A qué hora llegan tus padres? - pregunté, mientras extendía mi brazo y con mi dedo, acariciaba la mejilla de Haerin.

-Me dijeron que llegarían a las ocho, Bangchan también me dijo lo mismo, ¿A qué horas llegan los tuyos? - me miró, quite mi mano de la mejilla de Haerin y sonreí de lado al verla moverse un poco.

-A las siete, mamá dijo que me ayudaría a preparar la ensalada para la cena, y Seungmin aviso que vendría a las ocho, traería compañía - alcé los hombros, restándole importancia.

-Apenas son las cinco, ¿quieres dormir un rato con la pequeña, mientras yo me quedó a cargo del pavo? - hice un pequeño puchero y recargue mi barbilla en su hombro.

-¿Harías eso por mí? - él sonrió, se inclinó un poco y beso mi frente.

-Claro que sí. Vamos, te ayudo a llevarla a la cama - asentí, me separé de él, él se levantó y con un brazo cargando a Haerin, y otro siendo extendido a mí, sonreí como una tonta y tomé de su brazo, ayudándome a levantarme.

Con una sonrisa caminamos hasta la habitación y se apresuró a dejar a la pequeña en la cuna que había comprado, y que había sido adaptada a su lado para que estuviera al pendiente de ella. Cuando ví a Hyunjin por primera vez, jamás en mi vida pensé que fuera muy responsable y alguien encantador, ahora, como padre y mi esposo, podía verlo con claridad, Hyunjin amaba a Haerin y no podría decir que ella no lo hacía, porque aún cuando apenas tenía dos meses, ella era una consentida, apenas sentía los brazos de su padre cargarla y por arte de magia, se dormía. Esa niña.

Mientras que yo, soy una mamá responsable en lo que cabe, jamás pensé que la maternidad fuera algo que realmente me gustará mucho, antes veia a los niños molestos, ni siguiera soportaba estar cerca de uno sin ofenderlo o pelear tontamente con el, pero ahora, entiendo que, no puedo ver con desagrado a una cosita que fue hecha por mí, que tiene mi sangre y de la persona que quiero para mi vida, realmente jamás pensé que diría algo como esto, pero, me agradan los niños, me agrada mi bebé, y la amo con todo mi corazón.

Salgo de mis pensamientos al ver a Hyunjin reincorporarse, después de acostar a Haerin, él se gira y al verme, sonríe. No dude dos veces en regresarle la sonrisa.

-Ven, duerme un rato, cuando lleguen tus papás te avisaré, ¿Bien? - asentí, camine hasta él, y le dí un beso en los labios, él sonrió por dicho beso y no dudo en poner sus manos en mi cintura y volver a besarme, pero está vez, siendo un beso más profundo y duradero. Cuando nos separamos, él me sonrió. -Oye - llamó.

-¿Mhm?

-Tenemos a Haerin...¿No crees que, le vendría bien un hermanito? - abrí la boca sorprendía, me separé de él y golpeé su brazo, él hizo una mueca. -¡Auch! ¿Por qué me pegas?

»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora