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Soobin, día del ataque:

—Quédate aquí, cuida de que nadie sospechoso venga, si es así, entra y avísame, ¿De acuerdo? — asentí y ella empezó a marcharse hacia dentro de aquel lugar. Me giré, mirando y revisando que nadie viniera.

Me quedé parado ahí, mirando a los lados por si en algún momento aparecía el asesino, porque sí, Yeji había dicho que las probabilidades de que el asesino estuviera aquí, hoy y a esta hora, era muy probable, ya que el teléfono del dichoso Yeonjun, marcaba la misma hora en este lugar y no sólo marcaba una, sino tres presencias en el radar del GPS.

De pronto, sentí algo molestar en mi nuca, llevé mi mano ahí y espante a cualquier bicho que quisiera pasarse de listo conmigo y picarme, quite mi mano y continúe mirando a los alrededores. Hasta que sentí una mano posarse en mi hombro, supuse y quise hacerlo, que se trataba de Yeji, pero al empezar a girar mi cabeza hacia atrás, pude notar la mano, era de hombre, sus uñas cortas y limpias me decían que no era una persona muy sucia.

Cuándo me giré por completo, sentí la sangre irse de mi cuerpo.

Había un sujeto parado detrás de mí, con una máscara. No era una máscara muy adornada, era una máscara blanca y parecía tener pronunciados los rasgos de la boca. Se me hicieron familiares.

—¿Qué piensas para correr, niño? — sonreí de lado y negué.

—No pienso correr ante una persona conocida para mí — mencioné, él ladeó su cabeza, parecía confundido.

—¿Me conoces?

—Aunque trates de negarlo, sé que tú también me conoces y no sólo eso... sabías que vendríamos — él suelta una risa.

—Eres inteligente, pero no debo de confiarme de que puedas mantener esa boquita cerrada si te dejo ir — fruncí el entrecejo. —Pero para que puedas irte al infierno en paz, te dejare sin duda alguna que soy exactamente la persona que estás pensando — no sé porque, pero sentí que sonrió debajo de esa tonta máscara.

Elevó una mano hacia la barbilla de máscara y empezó a sacarla de su rostro...hasta finalmente lo hizo por completo. Me quedé estático en mi lugar. No, él no era la persona que esperaba.

—¿Tú? — pregunté sin poder creerlo. No, esto debía de ser un mal sueño, incluso una estúpida broma de mal gusto.

—Si, yo.

Lo ví acercarse rápidamente y golpearme la cabeza con la pared, solté un grito por el dolor causado. Traté de defenderme lo mejor que pude, pero no pude, él tenía más fuerza y simplemente, y con un último golpe contra la pared, termine cayendo al suelo.

Mis ojos, empezaron a cerrarse, poco a poco. Hasta que no volví a ver la luz, nuevamente.



















»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora