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—¡Soobin! — traté de correr por dónde había venido e ir en busca de Soobin. Joder, de tan sólo pensar que algo le pasó, siento que voy a vomitar. Un brazo se enredó rápidamente en mi cuello, deteniendo mis planes, metí mi mano en medio de su brazo y mi cuello, evitando que me asfixiara. — ¡S-Suéltame! — Jisung rió y paso asquerosamente su lengua por mi mejilla.

—Quiero mi sexo — negué.

—No, sueltame. Hasta que no verifique que mi amigo este bien, no tendrás nada de mí — jadee. Él rió.

—Tranquila, tiene un buen acompañante en estos momentos — detuve mi lucha por querer soltarme de su agarre y aquello me llegó como un balde de agua fría. No, mierda, no. Hice mi mano en puño y sin medir mis fuerza, la estampé en el rostro de Jisung, logrando que me soltará y me maldijera. —¡Estúpida perra, me las vas a pagar! — sin detenerme a defenderme de sus insultos, corrí por el pequeño pasillo y bajé rápidamente las escaleras, corrí otro tramo más y pudo verlo.

—S-Soobin... — su cuerpo está tirado en el suelo, su cabeza había sido golpeada, ya que de ésta, no dejaba de salir sangre. —¡Soobin! — corrí hacia él y al llegar, me puse de rodillas, no sabia que demonios hacer, no me atrevía ni siquiera a tomar sus mejillas y hacer el intento de despertarlo. Estaba muy abrumada.

—Stigma...

Tomé mi cabeza con fuerza, mi visión estaba borrosa, la sangre de Soobin me hacía querer vomitar, pero también quería embarrar mis manos con ella, quería jugar con aquel líquido espeso, quería sentirlo correr por mis manos y reír. No, no podía. No ahora.

Sacudí con fuerza mi cabeza y busqué con la mirada el teléfono de Soobin. Al hallarlo sobresaliente del bolsillo de su pantalón, no dude en tomarlo con las manos temblorosas y marcar el número de Hyunjin.

—¿Diga?

—H-Hyunjin...

—Yeji, ¿Qué pasa? Te escuchas un poco...alterada.

—H-Hyunjin, S-Soobin...é-él...

—Joder Yeji, me estás preocupando, ¿Qué pasó?

—Él a-asesino... él, lo atacó — confesé, sintiendo la presión en mi nuca.

—¿¡Dónde rayos están!?

Colgué y rápidamente le envié mi dirección.

Tire el teléfono a un costado y continúe mirando a Soobin. Su respiración era algo lenta, su tez de piel empezaba a ser pálida, ni siquiera me atreví a sentir su temperatura, temiendo que está fuera fría como un iceberg. Tenía miedo. Después de muchos años, empezaba a tener miedo de nuevo. No sólo de lo que pudiese suceder en un futuro, sino de lo que pudese ser yo, en un futuro.

Me senté en el suelo, pegada a una pared, mientras mi mirada estaba en él y la sangre que empezaba a secarse. El ruido de la ambulancia y policía, pude escucharlo perfectamente, más no me moví de mi lugar y escondite.

De pronto y cuando menos me lo esperaba, Jungkook estaba frente a mí, sacudiéndome por los hombros y tratando de que hablara o le prestará atención, no podía hablar, estaba en modo apagada. Me cargó y ayudo a salir de ahí, mientras que por encima de su hombro, ví como los paramédicos subían el cuerpo de Soobin a una camilla y lo subían a una ambulancia.

Estaba en estado de coma. No muerto. En coma.

Y yo...ni siquiera sé quién soy.







»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora