»¿Quién mató a Wongyoung?« [2 Hwang]

37

—¡Jugaremos a las preguntas! — sonrió, mostrándose alegre y eufórica por ese estúpido juego. —Las reglas son sencillas, mientras no mientan al responder, no tendrán una bala en su cuerpo, ¿Entendido? — los demás asintieron rápidamente.

—Ye-ji, ¿Por qué haces esto? — pregunté, ella sonrió.

—Porque quiero que te des cuenta de cosas importantes y sobretodo, que sepas que nadie es lo que parece — alzó una ceja. —¡Bien, empecemos! — aplaudió con alegría. —El primer afortunado será...¡Hwang Hyunjin! — yo lo miré rápidamente. —Bien, mira Hyunjin, sino contestas a la pregunta que te haré y sino lo haces de manera honesta y real, voy a dispararle a cualquiera que esté aquí, ¿De acuerdo? — él asintió inseguro. —La primera pregunta es... ¿Cuál es la razón principal de que te hayas vuelto policía, cuando eras un excelente instructor de Música? —lo miré, sintiendo el aire dentro de mis pulmones ser insuficiente.

Él dudo.

—Si no respondes en tres minutos, alguien resultará herido — la voz cantarían de Ye-ji resonó en el lugar.

—Yo... — me miró de reojo. —Yo me volví policía para atrapar a la asesina de mi madre.

—¡Bingo! — rió. —Ahora, la siguiente pregunta es, ¿Quién fue tu primera sospechosa y ancla para llegar a esa asesina que tanto buscabas? — capte la indirecta, levanté la mirada del suelo y la pose en él, me sorprendió un poco ver qué él también me estaba mirando.

—Ella — sentí un vacío en mi estómago al ver cómo me señalaba con la barbilla. —Yeji, jamás te utilicé, no confundas las cosas yo realmente quiero algo contigo, no es por eso, Yeji...

—¡Cállate! — Ye-ji rió. —¿Ahora te das cuenta de quién es realmente el enemigo? — levanté la mirada y la pose en ella, alzó los hombros y volvió a hablar. —La siguiente pregunta será para...¡Han Jisung! Eres de mis favoritos, cielo.

—Maldita bruja loca — ella rió, importandole poco haber sido llamada de esa forma.

—Sabes que no guardo rencor por haberme traicionado, pero tranquilo, pondré la balanza a tu favor — le giño el ojo y el gruño de molestia. — La pregunta es...¿Por qué salvaste a Yeji, cuando se suponía que debías de haberla dejado morir en el hospital?

Me giré de golpe y lo miré, el rodó los ojos y los poso sobre los míos, sonrió de lado y hablo.

—Porque ella y yo éramos amigos, además, no podría haberla matado, así qué, diseñe un plan junto con Yeonjun, para que él la atacará y yo fingiera salvarla, para que tú no aparecieras y la matarás, sabía de tus planes ese día en el hospital, así qué, sólo le dimos una oportunidad de encontrarte, maldita bruja loca — ella rió, se carcajeaba de manera extraña.

—Ya veo... así qué, ¿Ese día la salvaron de una muerte segura?

—Si.

Me deje caer sentada en el suelo, procesando lo que mi mente acababa de recibir. No podía ser posible, esto, no era lo que imaginaba, mucho menos lo que me esperaba.

— Bang Cristopher Chan... — ni siquiera quise girar a verlo, estaba tan sorprendida de lo que acababa de escuchar, que ni siquiera quería hacerlo más. No más sorpresas. —¿La fiscalía te obligó a tomar el caso de Wongyoung? — cerré los ojos, esperando que la respuesta no fuera la que empezaba a imaginarme.

—No...la acepte porque, tú me dijiste. ¡Pero pensé que tú eras Yeji, jamás imaginé que había una loca con su rostro igual! — grito, agitando la malla.

—Tienes razón, ¿Qué fue lo que te dije aquella vez? Unm, no lo recuerdo — rió. — Yeji, no estés triste...se viene la mejor parte.

Solté un suspiro.

Stigma.

Stigma.

—¡Si no lo haces, tú serás la que se muera con esta perra!

Cubrí mis oídos con mis manos y negaba una y otra vez con la cabeza. Los recuerdos pasaban por mi cabeza como flash, creando un dolor en la parte trasera de mi cabeza.

Escuché una risa por su parte, creandome una molestia y ansiedad.

—¡Ya cállate, ya cállate! ¡Maldita loca, o te juro que te mataré! — agite con fuerza la malla que sostuve entre mis dedos, ella sonrió y se acercó con pasos lentos hacia mí.

—Tranquila hermanita, lo que acaba de hablar sé que no eres tú, es tu demonio interior, que por supuesto...estoy dispuesta a sacarlo y dejar que te domine por completo.

Ella sonrió. Y algo dentro de mí, me hizo hacerlo de igual manera.