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-¡Ya dije que estoy bien, carajo!

-¡Trataron de matarte, eso no es estar bien! - gritó, rodé los ojos y fijé mi mirada en la entrada de la habitación, y mi molestia aumento al ver entrar a Bangchan a la habitación.

-¿¡Quien demonios fue!? - gritó y sólo hizo que mi cabeza doliera. Toqué la gasa que tenía en mi cuello, sólo en la parte de enfrente de mi cuello, cubriendo la marca rojiza que me había dejado ese maldito con el cable. -Mira nada más, Yeji. Es increíble que ese hijo de puta se haya atrevido a hacerte esto.

Fruncí el entrecejo y lo miré.

-Te estás refiriendo al género de la persona como género masculino, ¿Cómo sabes que fue un hombre y no una mujer? - se quedó en silencio, me miró y después miro a Hyunjin.

-Bueno...jin dijo que, era un chico - ahora mi mirada se posó en él.

-Mientras lo perseguía, se le cayó la gorra, y era un chico, pero no logré verle el rostro, ya que iba muy rápido y pues, tuve que regresar por tí - explicó. Sonreí con falsedad.

-Awww, detective Hwang, me hará sonrojar - pestañee con aires de coqueteó, pero después regrese a mi mirada sería. -Dejaste escapar al asesino y mi agresor, ¿¡En que demonios pensabas!?

Él frunce el entrecejo y suelta aire, incrédulo.

-No puedo creer que te menosprecies de esa manera, ¡Pudiste morir! ¿Comprendes?

-Prefiero morir a qué ese idiota siga asesinando a más chicas - la habitación se quedó en silencio. Solté un suspiro y me levanté de la camilla, tomé mi teléfono y empecé a caminar hacia afuera de todo el maldito hospital.

-¡Hey, espera, no puedes irte aún! - escuché los pasos de Hyunjin y Bangchan detrás de mí.

-¡Si puedo, mira! - apresure el paso y salí de ese maldito lugar. Miré el estacionamiento y localicé mi auto, sin dudar empecé a caminar hacia este.

Al llegar, subí y me coloque el cinturón de seguridad, miré por el retrovisor y solté un suspiro aliviada al no ver a nadie detrás de mí, tratando de volver a matarme.

-Ese trabajo no está hecho para ti, eres una mujer Yeji, ¡Una jodida mujer! No quiero tener que ser llamado un día, junto a tu madre, para ir a reconocer tu cuerpo. Vete de casa, será lo mejor.

Solté un suspiro y deje caer mi cabeza de golpe en el volante, haciendo que el claxon empezará a sonar. Inmediatamente la puerta de copiloto fue abierta y Hyunjin ingreso a mi auto, mirando hacia enfrente.

-¿Qué crees que haces, rata? - gruñi, levantando la cabeza y mirándolo con pereza.

-Tenemos trabajo que hacer, así que mueve tu estúpido auto hacia la casa de la señora Jang. No podemos darnos el lujo de perder tiempo - sus manos se ajustaron bien su gabardina negra y siguió sin mirarme.

-No tienes que hacer esto, puedes irte y dejarme esto a mí - tome las llaves del cenicero y las incruste en el llavín.

-¿Para que vuelvan a tratar de matarte? No, gracias.

-Como quieras.

Arranqué y siguiendo las indicaciones de Hyunjin, empecé a manejar. Me sentía de alguna extraña manera, molesta, no sólo con el idiota que se atrevió a lastimar mi bello cuello, sino, con el hecho de deberle algo a alguien. Hyunjin me salvó, porque de no haber sido por él, el sujeto realmente me hubiera matado, pero lo interesante de la situación, es...¿Qué realmente quería ese sujeto?

Frene de golpe, haciendo que Hyunjin posará ambas manos en la guantera, evitando golpearse el rostro.

-¿¡Qué demonios sucede contigo!? - gracias a dios, frene en la casi orilla de la banqueta.

»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora