»¿Quién mató a Wongyoung?« [2 Hwang]

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-¿Porqué estás tan segura de que no podré asesinarte? - él sonrió de lado y se dió el lujo de recargarse de la pared del pasillo.

-En primera, porque sé que no quieres matarme tan pronto, porque de lo contrario, te quedarías sin diversión y matar por ahí, no sería bastante divertido si no hay rencor y odio - él abre la boca sorprendido, pone una mano en su pecho, fingiendo estar sorprendido.

-Vaya, realmente me conoces tan bien, oh, espera... - hizo una mueca de pensar y después sonrió. -¡Pero claro! ¿Cómo no me había dado cuenta antes? - chasqueo sus dedos. -¡Sí somos iguales, es obvio que supieras mi interés!

Fruncí el entrecejo.

-Lamento decepcionarte, pero tú y yo, no somos para nada iguales.

-¿Ah, no? - negué, manteniendo mi rostro serio. -De acuerdo, entonces dime...¿Cuáles son los síntomas que se presentan en la personalidad de un Psicópata? - bufé y rodé los ojos.

-¿Eres demasiado idiota como para no decirme las tú? - él rió y alzó sus hombros.

-Cómo quieras - alzó los hombros y sonrió de lado. -Eres indiferente en todo lo que haces o dices, tus emociones son superficiales, ni siquiera las has sentido realmente, ¿O me equivoco? - suelta una risita al ver que me quedo callada. -Eres irresponsable, eres bastante mentirosa, y todo es para tu beneficio, tienes bastante confianza en tí, ni siquiera dudas al decir o hacer algo, eres bastante impulsiva, eres egoísta, mucho, diría yo, no tienes planes para tu futuro, así que sólo tratas de vivir el presente, eres violenta, no aún punto crítico aún, pero lo eres y eso, puedo asegurartelo - parpadeó sin prestarle mucha atención. -Último, pero no menos importante...eres inteligente, bastante, eres segura de lo que dices, haces y ordenas, tienes bastante confianza y haces unas teorías que son ciertas, porque sabes cómo piensan la mayoría de las personas, porque tú eres un cerebro fuerte, tu cerebro está formado por cien cerebros de personas normales...dime Yeji, ¿No eres igual que yo?

-No, no lo soy.

Él suelta una risa y empieza a acercarse a mí, yo ni siquiera me inmutó en hacerme hacia atrás o tener miedo.

-Lo eres y estoy tan seguro que tú más que nadie lo sabe, pero no lo quieres aceptarlo, porque sería aceptar otras cosas - ríe y yo sólo lo miró directamente hacia los ojos.

-¿Tú mataste a Jang Wongyoung? - solté, él suspira y conecta su mirada con la mía.

-No, no la maté yo, y me hubiera gustado hacerlo, ya que era tan irritante y prepotente - él camina, hasta posarse detrás de mí.

-¿Cómo puedo confiar en que no lo hiciste tú, cuando dices que un síntoma de personalidad, es mentir con frecuencia? - él detiene sus pasos, se acerca a mi oreja, suelta una risita y hablá.

-Por eso, eres mi favorita - estaba a punto de soltar un comentario que le dejara en claro que me daba asco, pero algo enterrandose en mi abdomen, me hizo callar y abrir los ojos sorprendida.

Bajé poco a poco la mirada, notando la mano de Jisung, con un cuchillo dentro de mí estómago.

-No te preocupes, me aseguraré de que está vez, no fallé - lo saco con fuerza, sacándome mi aire, cuando estaba dispuesto a volver a enterrarlo, hice mi cabeza hacia atrás con fuerza, pegándole en la cara.

Lo miré en el suelo, tratando de sanar el dolor en su nariz, mientras que yo, miré hacia enfrente y pude ver una ventana, tomé aire y empecé a correr con fuerza. Al llegar a la ventana, cubrí mi cabeza con mi brazos y atravesé el cristal, inmediatamente un miedo por caer de una altura alta, me causo un poco de temor. Pero al sentir que caía en algo duro y frondoso, me hizo saber que había caído en el jardín. Levanté mi cabeza, mirando hacia la ventana por la cual había saltado, y pude ver a Jisung sonreir y pasar su lengua por el cuchillo lleno de mi sangre. |

Con mucho esfuerzo, me levante, tomando mi abdomen con mi mano, tratando de hacer presión para detener la hemorragia, camine con dificultad hacia el auto.

Cuando estaba por llegar, Hyunjin giró su rostro hacia mi dirección, al verme abrió los ojos sorprendido y asustado, no dudo nada en correr hacia mí y tomarme en brazos antes de caer nuevamente, al césped.

-¡Dijiste que las probabilidades de que el asesino estuviera dentro esperándote, eran muy bajas!

-Lo siento... mentí.