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El sonido molesto del timbre de un teléfono, hizo eco por toda la habitación. Un cuerpo qué, se empezaba a mover, dando indicios de que estaba despertando; saco un brazo debajo de las sábanas y tomo el aparato, contestando y llevandoselo a la oreja.

-¿Quién demonios es? - su voz no era para nada amable, claro, ¿Quién sería amable, cuando te despiertan a mitad de la noche? Exacto, nadie.

-Hubo un asesinato.

La chica abre bien los ojos, disipando todo rastro del sueño, se levantó, quedando sentada en la orilla de la cama.

-Mándame la dirección, estoy ahí en media hora - colgó, arrojó el teléfono a su lado, ni siquiera pasaron dos minutos, cuando ya tenía la dirección en su teléfono.

Se levantó, tomó los tacones de su zapatera y se los coloco, cepillo su cabello y salió rápidamente.

Al llegar a la dirección dada, bajo de su auto, mirando a las personas que estaban ahí, algunos eran unos simples espectadores, policías y personal de la forense, quien registraba el lugar, mientras que otros, tomaban fotos.

Empezó a acercarse a un oficial, todos miraron extraños a la chica, ya que, sólo llevaba una bata de seda de dormir y unas zapatillas negras de tacón. Un conjunto muy extraño y revelador.

-¿Dónde está el Detective Bangchan? - pregunto al oficial, esté la miró de arriba a abajo y frunció su entrecejo.

-¿Quién es usted? - la chica miró con molestia y sobretodo, irritabilidad.

-Soy una puta que viene a ofrecer sus servicios en una escena del crimen. Una vez más, ¿Dónde está el Detective Bangchan? - el oficial abrió los ojos, un poco sorprendido por la confesión sarcástica de aquella chica.

-¿Sabía que esa profesión está penada?

-Y el asesinato igual, así que, déjame pasar - estaba por ser retenida por el oficial, pero alguien más, interfirio.

-Hwang, pensé que nunca llegarías... - el hombre se detiene a ver cómo venía vestida en esta ocasión. Suelta un suspiro, soba su frente con la palma de su mano, mientras otra está posada en su cintura.

-Detective, ¿Conoce a esta mujer? - pregunta el oficial, mirando de reojo a ella.

-Desgraciadamente, sí - murmura, siendo escuchado por ella, quien sonríe de lado. -Es la Criminóloga Yeji, así que, déjela pasar - el oficial asiente y se hace a un lado, levantando la cinta amarilla que habían puesto para evitar el paso de reporteros y las personas chismosas.

Ambos empiezan a caminar hacia la entrada del edificio donde estaban.

-¿Hasta cuándo será el día que vengas con ropa decente? - riñe.

-Hasta cuando dejes de llamarme a la madrugada o cuando me voy a duchar - sonríe de lado.

Sí, no sólo era en esta ocasión que Yeji llegaba vestida de tal forma. Fueron como cinco o seis ocasiones en las que llegó con una toalla envuelta en su cuerpo y otra en su cabeza, ah y no podía faltar sus preciosos y clásicos, tacones negros.

-¡Mantengan sus ojos en las pruebas, malditos idiotas! - Bangchan gritó, haciendo que los demás detectives y personal del forense, quitará la vista de las piernas desnudas de Yeji y volvieran a lo suyo.

-¿Qué tenemos ahora? - Bangchan le tendió unos guantes de látex azules, Yeji se los puso rápidamente, sin dejar de mirar la bolsa negra que se encargaba de cubrir al cuerpo.

- Jang Wongyoung, veintiún años, modelo, actriz, embajadora y cantante. Fue vista caer de lo alto del edificio, las personas que la vieron, dijeron ver a una sombra estar arriba - ella asiente. Camina hacia la bolsa y la alza, mirando el rostro de la chica, sus ojos estaban abiertos y su cabeza abierta, creando un gran charco de sangre.

-Interesante - murmura. -La sangre está secándose, eso quiere decir que tiene más de media hora aquí tirada - Bangchan asintió. -Bien, quiero ir al techo.

Bangchan miró a Yeji, pero termino asintiendo.

-No sé si te dijeron, pero me han ascendido de puesto - confesó, con una sonrisa de lado, mientras ambos iban en el elevador.

-Cómo si me importará - Bangchan sonrió de lado y dijo.

-El próximo detective que te ayudará en este caso, es un chico, casi de tu edad - Yeji rodó los ojos.

-Sigue sin importarme.

Las puertas se abrieron y Yeji fue la primera en poner un paso en la azotea, miró a su alrededor. El aire fresco azotó su delgado cuerpo, miró en la dirección donde se suponía que debió caer la víctima. Camino hacia esa orilla, siendo seguida por Bangchan.

Su mirada recorrió toda la orilla de la pequeña barda del edificio, notando ciertos detalles, pero primero, iba a poner a prueba al detective.

-¿Ves alguna anomalía? - preguntó, sin mirarlo.

-Al parecer fue empujada desde aquí arriba - dijo, acercándose a la barda y mirando hacia abajo. Soltó un silbido de sorpresa. -Ya veo porque su cráneo se rompió en dos - hizo una mueca, para después girarse a mirar a Yeji, quien lo miraba sería. -¿Qué?

-Eres muy idiota como para ser detective - Bangchan abrió los ojos y la señaló, pero antes de que pudiera hablar y quejarse, Yeji continúo. - Jang Wongyoung ya estaba muerta cuando fue arrojada desde aquí. Al caer, su cráneo se rompió, pero tuvo que haber una pequeña fractura para que se abriera por completo su cráneo, además, en la orilla de esa pared, hay rastros de sangre y cuero cabelludo. El asesino no fue tan inteligente, ya que, desde aquí, puedo ver sus intenciones.

Bangchan abrió la boca sorprendido. -¿Qué intenciones?

-Recrear la escena de un suicidio y no de un asesinato.



















»¿Quién mató a Wongyoung?«  [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora