Hasta qué tu corazón deje de Latir (HQTC#1)

Capitulo 7. Noche de Mascaras (Parte II)

Renesmee

Cada minuto más cerca de la medianoche y se me va acelerando el corazón.

Alexia pide al camarero nuestras bebidas. Unos martinis. Mientras yo trato de reconocer alguna cara conocida.

Lo que es difícil.

Porque nadie sabe quién es quién.

Un chico guapo, con traje blanco y antifaz blanco, y su pelo todo desordenado. Se acerca a nosotras.

Seguro va a pedir a Alexia, para sacarla a bailar -rodé los ojos- no me malentiendan. Alexia Ericksen Stanley, siempre ha sido más bonita, mas extrovertida y mas suertuda con los chicos que yo.

-Buenas noches señoritas -la voz sensual del misterioso desconocido irrumpe mis pensamientos- ¿Serias tan amable de bailar conmigo esta pieza?

Para mi sorpresa, y de mi amiga, el está pidiendo mi mano.

Miro sus oscuros ojos grises.

-Vamos, no seas tímida -me anima.

Alexia me codea para que acepte bailar con él.

Y al final lo hago.

El misterioso chico toma mi mano y me hala a la pista de baile.

Una vez ahí, su mano toca mi mano, y con su otra mano, toca mi espalda desnuda, Su toque es suave pero frio. Me ha sentir escalofríos.

La banda empieza a tocar, una balada, más bien suena como un tango. Y la voz de una mujer unos segundos después, retumba en las paredes del salón.

-¿Sabes bailar tango? -el chico me pregunta.

Niego con la cabeza.

-Tranquila, yo te guiare.

Empezamos a bailar, entre toda esa gente. Me hace sentir incomoda, pero creo ser capaz de soportarlo.

-Entonces, ¿te conozco? -susurro en su oído.

-Quizás sí, quizás no -canturreo.

-Forks es muy pequeño -respondo.

-Touche. ¿Quieres saber otra verdad?

-¿Cual?

-Estas hermosa esta noche.

Siento el característico calor en mis mejillas.

-Gracias.

El se acerca a mí. Y lo atrapo viendo mis labios, mientras seguimos atrapados en la pista de baile.

Un poco más.

Un poco más.

¿Sera él, el de aquellos mensajes?

Casi siento sus labios en los míos.

¿Qué hago?

-Renesmee, te necesito. -Alex esta agarrando mi hombro, haciendo que me detenga, ella mira al chico avergonzada- ¿Me la puedes prestar, por un minuto, por favor?

-Está bien -el cede.

Yo suspiro y le pido disculpas.

Alexia me hala del brazo hacia los baños del hotel.

-Yo espero que esto sea importante -gruño- ese chico, con dos piernas derechas, estaba a punto de besarme...

-Oh...

-¿Cual es la emergencia?

-Veras... yo necesito, una pastilla.

Mi cara se enrojece, tratando de asimilar la situación.