Capítulo 1: Si estoy soñando, despiértenme.

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Renesmee

Otra vez aquí. El alrededor no ha cambiado mucho, no había pisado el aeropuerto de Londres desde hace 4 años y medio. Ya es julio. Afuera está un poco cálido y eso me sube un poco el ánimo. No me despedí de nadie, supongo que no vale la pena, además de esta el detalle de que odio las despedidas. Hace algunas 2 horas que estoy aquí. Me estoy exasperando, ya entregue mi equipaje y todo esta listo. Todo está listo para regresar a Forks. A mi antigua vida.

'Por favor todas las personas con destino a Washington, Estados Unidos, abordar el avión'

- ¡Por fin! - susurre

Me levante de mi asiento, le di un sorbo a mi café late. Me monte en el avión solo con un bolso de mano, mi iPhone y mis deseos de volver al sitio donde están todas las personas que amo. Agradecí que no me tocara un hombre gordo de no sé cuántas toneladas, o una de esas viejitas que hasta se le caen los dientes, en verdad no tengo ganas de aguantarme esas cosas.

Ahora una de las cosas que me tienen la cabeza dando vueltas, es el hecho de que si las cosas han cambiado mucho en Forks desde que me fui. Mama y papa me llaman todos los días, y con Tía Alice o Tía Ros hablábamos por webcam a veces mis sexys tíos las quitaban del medio y se ponían a hablar conmigo, son especiales. Jasper y Emmett siempre me han hecho reír y me alegraron en muchos momentos estresantes y tristes. Algunas veces recibía llamadas de Carlisle y Esme y por supuesto de Charlie, supongo que al principio él era que más se preocupaba.

Jake ha estado raro últimamente, no contesta mis mensajes y sus llamadas son muy breves, al igual que los pocos emails que me ha respondido. Me preocupa. El asiento a mi lado, estaba vacío ya casi íbamos a despegar. Un chico que no me inspiraba ningún tipo de confianza, se ha sentado a mi lado. Miro hacia la ventana y me abrocho el cinturón, cuando despegamos, decidí ignorar a este chico raro y empecé a rezar para llegar rápido a Washington.

Han pasado unas horas, voltee a mi alrededor generalmente todos estaban dormidos, me quite el cinturón y me dirigí al baño, al terminar con mis necesidades, iba a salir, pero alguien me empuja adentro de nuevo, es un tipo más grande que yo.

- ¿Cómo estás? - me dijo con una voz muy ronca y pronunciada - no te hare nada malo me guiño el ojo mientras su frente se rellena de arrugas - te he estado observando esta ultima hora y me gusta lo que veo.

Di unos pasos hacia tras y choque contra el lavamanos.

- ¿A dónde crees que vas muñequita? - me sujeto de las muñecas salvajemente colocándolas en un solo movimiento sobre mi cabeza.

Trate de zafarme de su agarre y esquivar sus besos pero eso lo hacía enojarse más.

Ya iba a llorar. ¿Porque me pasan las cosas a mí?

- ¡Suéltame idiota! - grite

- No lo hare preciosa -tapo mi boca, trate de moverme, pero no pude-shhh ¡No hagas ruido estúpida! Déjame tocarte un poco más y después te suelto, aunque no creo que quieras irte.

Me amarro las manos, con una soga pequeña que tenía en el bolsillo de su pantalón. Con una mano tapo mi boca y con la otra empezó a acariciar mis pechos por encima de la blusa. Después deslizo su mano, entre mi blusa y mi piel, tocando por encima del brassier mientras me daba besos en el cuello.

Las lágrimas empezaron a caer. Muy enojada trate de darle una patada en sus partes levantado mi rodilla, pero el inteligentemente me esquivo.

Gritaba lo más que podía, pero al parecer nadie se daba cuenta que este mafioso intentaba violarme. Era mi fin.

Cerré mis ojos mientras trataba de pensar en algo para zafarme. De repente siento como alguien bruscamente entra, y ya no tengo al baboso degenerado encima de mí, abrí los ojos y lo vi en el suelo, pidiendo piedad nada más y nada menos que a mi compañero de asiento.

Hasta qué tu corazón deje de Latir (HQTC#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora