Arabella.
El sonido de mi voz me llena los oídos. Las dos canciones que no dejo de ensayar se pierden en el aire mientras Lana, mi padre y los encargados del sonido se percatan de cada error que cometo aún cuando yo no lo hago.
Bella, haz esto mejor. Bella, deberías recorrer el escenario de esta forma. Bella, haz contacto visual algunas veces.
Las frases que constantemente me repiten trato de asimilarlas, pero una vez los acordes de la guitarra de Samuel resuenan a mi lado, los ignoro a todos y trato de concentrarme en dejar salir mi voz al mirar a Jayden, que parece ser el único que está disfrutando de mi presentación sin un ojo clínico para darme sugerencias al terminar.
De nuevo, cuando finalizo, la situación se repite. Papá me lanza una sonrisa a medias para calmar mi angustia en tanto extiende la mano para darme una soda. Lana, por su parte, habla acaloradamente con los de logística del evento de esta noche. Los premios CARSTEN se pospusieron un mes, pero el esperado día llegó. No es la primera vez que me presentaré, pero sí la primera que tengo alrededor de cinco nominaciones encima.
El solo haber sido nominada ya es ganancia, pero aún así, sé que tendré el doble de ojos sobre mí esta noche. La gira comenzará pronto, han sido meses de arduo trabajo y, por fin, los reporteros han dejado de inmiscuirse en mi vida un poco. Al menos, ahora puedo asomarme en la ventana de mi edificio sin tener cientos de cámaras esperando para robar algo más que mi tranquilidad. Algunos acampan por las noches, pero con la excesiva seguridad que hemos instalado, las cosas han mejorado.
—Creo que deberíamos dejarlo hasta aquí —sugiere papá, rodeándome con firmeza los hombros con su brazo. La sudadera con algunas frases de mis canciones parece ser su favorita últimamente, ya que ha sido quien ha estado detrás del diseño de la mercancía que se vende en mis conciertos—. Arabella necesita descansar unas horas antes del evento.
—Tiene que ensayar, Ansel —revira Lana, lanzándole a mi padre una implacable mirada que para cualquiera sería una señal para correr.
Sin embargo, mi padre solo se ríe y me da toquecitos en la espalda para que me levante del taburete en el que caí luego de la última canción que ensayé. Not anymore y Rejection fueron las elegidas para esta noche, quedando descartado por completo el sacar de sorpresa una de las canciones de mi nuevo álbum.
Le lanzo una sonrisa de complicidad a papá, el cual no trata de esconder en absoluto que adora poner de los nervios a mi agente. Lana se cruza de brazos, clavándome los ojos a mí en su lugar. Su mirada se relaja en auténtica incertidumbre.
—¿Estás cansada?
—Siempre —bromeo, encogiendo los hombros. Sin embargo, no quiero que se sienta mal por presionar mis límites porque a veces, es su trabajo y lo que nos ha mantenido en el juego estos años—. Todo saldrá bien, Lana.
—Dices eso siempre.
—Y siempre sale bien.
—Pero sé que estás nerviosa, Bella —insiste, frunciendo el ceño—. Estaré en el hotel en seis horas —me advierte, escondiendo una sonrisa delicada, como cada pieza de ella—. Descansa lo que puedas y no te dejes llevar por Jayden porque ya los escuché decir que quieren recorrer Miami unas horas.
—¡Lana, no seas aguafiestas! —se queja Jay, pero suelta una carcajada caminando hacia ella. Contrario a lo que cualquiera espera, Lana da toquecitos en su mejilla para que Jay coloque en un beso en ella—. Eres la mejor, aunque a veces quiero pegarte.
—Eso no es de caballeros, Jay Jay. —Ella comparte una sonrisa con él, alborotándole el cabello ahora rosa. A veces me pregunto cómo no se le ha caído de tantas veces que se lo ha teñido para cambiar el color—. Cuídala mucho o iré tras de ti.
ESTÁS LEYENDO
TACKLE (+18)
RomanceEn el juego de la fama, nunca hay lugar para un desliz, pero en la travesía de la vida es inevitable no tenerlos. Arabella Sinclair se juró que, tras varias rupturas amorosas que terminaron con su rostro siendo objeto de criticas en los tabloides...