Mason.
Lo que más odio de la temporada regular, es la presión que viene con ella. El cansancio es manejable por todos, un par de sesiones con mis médicos, masajistas y uno que otro sufrimiento adicional por la tensión de los músculos es posiblemente más fácil de asumir que la sensación de que, si lo jodes, probablemente no habrá la posibilidad de arreglarlo.
Así funcionan las cosas aquí.
Una mala jugada no solo puede marcar el final de un juego, sino que en algunos casos, traza el camino para la desventaja que, algunas veces, no puede ser rebasada.
Algunos equipos, desde los tres primeros juegos, ya han delimitado lo que pasará con ellos: no llegarán a PlayOffs. No sucede lo mismo con nosotros y es por ello que la presión es más grande. No fallar, no dar oportunidad de caer, no joder nuestro rendimiento.
La cantidad de ojos que hay en nosotros es suficiente como para que muchos pensemos en escondernos. Es asfixiante llegar a entrenar siendo acorralado en nuestros autos por los reporteros que tratan de obtener primicias. Es a lo que nos exponemos durante la temporada, porque todos quieren saber algo más que lo que hacemos en el campo. El fanatismo se dispara, las revistas solo nos tienen a nosotros como su fuente de chismes y...eso solo se desvanece cuando acaba la temporada o cuando no pasamos a los PlayOffs.
Y es que nadie quiere lo que ellos consideran un fracasado.
—No jugaremos el otro fin de semana, gracias al cielo. —Garrett se lleva las manos a la cara, cansado. Tiene el rostro colorado por la carrera que marcó por todo el campo—. Morrigan me dijo que es nuestro domingo libre en temporada, así que, aprovechémoslo.
—¿Tienen planes? —Pax cae junto a Garrett, tendiéndole una botella de agua al hombre que ni siquiera la abre, solo trata de recuperar el aliento.
—Ser la comidilla de las revistas es el de Pax. —La voz más suave y divertida que llena el espacio viene del hombrecillo cuya silla de ruedas es empujada por Landon debido a la gravilla del campo.
Evan se ríe de su propio chiste al tiempo que extiende el puño hacia Ford.
—¿Cómo estás, pequeña mierda? —indaga Pax ante el comentario de mi hermano, quien se encoge de hombros con diversión—. ¿Ya tienes novia? ¿O es difícil para ti mantener la boca al ritmo de una conquista?
—Lo dice el que nunca se ha visto con una mujer más de dos veces. ¿El del problema para las chicas no serás tú, Pax? Tal vez por eso no consigues mantenerlas.
Ruedo los ojos, acostumbrado a que Evan y Paxton se lancen comentarios el uno al otro. Todos en el equipo le guardan un gran aprecio a Evan, especialmente Pax, quien cuando lo conoció, hizo de su tarea enseñarle a hablarle a las mujeres. Evan solo tenía quince años, y se le burló en la cara. Eso los unió.
Cuando mi hermano quedó en silla de ruedas, todos estuvieron para él. No para mí, sino realmente para él. Las visitas en el hospital estaban llenas de guardias porque el equipo iba con frecuencia y, para cuando le dieron de alta, Landon y Paxton trajeron a Evan al estadio, paseándolo por todos lados para que viera que su vida no tenía que cambiar tanto debido a su condición.
De todos, puedo jurar que quien más está en el corazón de Evan es el idiota de Pax, y no tiene nada que ver con sus malditos comentarios.
—Esta pequeña mierda ha mejorado en sus ataques. —Mi colega me mira, sorprendido—. Eso es, pequeña mierda.
Le extiende el puño y Evan lo choca tras sacudir la cabeza.
—En fin, ¿qué haremos el otro fin de semana? ¿Playa, sexo y alcohol? —interviene Landon, sin inmutarse porque tiene a mi hermano al lado.
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TACKLE (+18)
RomanceEn el juego de la fama, nunca hay lugar para un desliz, pero en la travesía de la vida es inevitable no tenerlos. Arabella Sinclair se juró que, tras varias rupturas amorosas que terminaron con su rostro siendo objeto de criticas en los tabloides...