Arabella.
Soy una completa idiota. Sí, claro que lo soy. Y es eso lo único que se mantiene en mi cabeza latente a medida que me pierdo lejos de las cámaras, huyendo de un sinsentido que no debería importarme, pero que me mantiene pensando más de la cuenta.
¿Por qué me ocultó quién era? ¿Por qué simplemente no lo dijo?
Por mentiroso, Arabella. Todos mienten. Me reprendo a mí misma, enfocándome en caminar y nada más. Un paso a la vez, así avanzo, creyendo que en cualquier momento caeré al dar un mal paso, al imaginar que alguno de mis tacones en algún momento se quebrará con el peso de mi cuerpo tambaleante.
No tener nada en lo que distraerme es un calvario, más aún cuando al sentarme en mi lugar, previa indicación de la logística, no reconozco a nadie a mi alrededor. No tengo ni una sola cara conocida cerca, razón por la cual mi único entretenimiento es mi barniz de uñas y el ver a las personas acomodándose para el inicio.
Una vez Lucas Payne se apropia del escenario, como el presentador del evento, encuentro algo en lo cual tener mi atención. Aún así, apenas si consigo concentrarme, ya que mis ojos se desvían todo el tiempo, buscando algo que no debo, y que ni siquiera tengo idea de dónde podría encontrarse.
Las categorías son presentadas y, para cuando la primera nominación a la que estoy nominada es expuesta, mi cara aparece en las pantallas provocando que un par de miradas se distingan enfocándose en mí.
Trago saliva, las manos me sudan. Por lo general, escojo no asistir, es demasiada atención en muy poco tiempo para acoplarse. Sin embargo, al tener una presentación esta noche, no pude evitar saltarme la parte de las cámaras y los elogios de personas que ni siquiera conozco.
Hay otros cuatro cantantes nominados al álbum del año, dos de los cuales me he topado en alguna ocasión, ambos excelentes. Sus canciones encabezaron las principales plataformas musicales de internet, al igual que las mías, así que mis expectativas no están muy altas a pesar de que los gritos ante la mención de mi nombre son impresionantes.
—Y el ganador o la ganadora por el mejor álbum del año es... —Lucas suelta una pequeña risa contagiosa, pero la mía sale nerviosa al momento en que me veo en la pantalla.
Todos están a la expectativa y yo, con mi último álbum siendo un cambio brusco para mi carrera por todo lo que trajo consigo, no sé qué pensar.
—¡Arabella Sinclair con el álbum Focus on me!
Los aplausos asaltan el sitio y la chica que está a mi lado me toca el hombro a pesar de que nunca en mi vida la he visto. La sorpresa me asalta por dentro y tardo mucho tiempo en levantarme, tragando en seco al instante en que para mi alivio Lana aparece a mi lado, tirando de mi mano para abrazarme.
—Felicidades, hermosa —me susurra al oído, apretándome fuerte, como si supiera que lo necesito para enfocarme en que debo subir al escenario—. Ahora sube y ciérrales la boca a todos antes de la presentación.
Rodeo las sillas luego de sus palabras, casi siento mis pies a punto de doblarse, las piernas me tiemblan como gelatina, pero aún así, consigo llegar a las escaleras que se encuentran en la parte frontal, agradeciendo que no me ubicaron muy lejos de ellas.
El castaño que sostiene el premio en el escenario mientras fotografías de los videoclips de mi álbum se presentan en la pantalla me entrega la estatuilla plateada en forma amazona, estrechándome la mano luego de hacerlo.
—Felicidades, Arabella —masculla regalándome una sonrisa que alcanza a reconfortarme antes de que me enfrente a la multitud que sigue gritando.
Los aplausos colapsan el salón, aturdiéndome y provocando que tarde un par de segundos en dejar de sonreír, sosteniendo la estatuilla como ancla mientras me sostengo al atril que me separa de todos.
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TACKLE (+18)
RomansaEn el juego de la fama, nunca hay lugar para un desliz, pero en la travesía de la vida es inevitable no tenerlos. Arabella Sinclair se juró que, tras varias rupturas amorosas que terminaron con su rostro siendo objeto de criticas en los tabloides...