Arabella.
Olvidé cuando fue la última vez que me sentí tan plena como ahora, tan libre siendo yo con una persona ajena a mi familia o amigos más cercanos.
Mi vida está adoptando tantos cambios con la posición en la que me encuentro ahora, que si bien están jugando con mi tiempo a su antojo, también están dándome los mejores momentos que he tenido en mucho tiempo.
Estoy enfocada en mi carrera, en terminar de rodar las últimas escenas del documental en concierto, de la grabación de las últimas canciones del nuevo álbum, de la gira y, especialmente, en mi relación con el hombre que, justo ahora, reparte besos por toda mi cara mientras trato de concentrarme en aprenderme el cronograma de actividades que me envió Lana para hoy.
Reprimo la curva que amenaza con asomarse en mis labios a medida que Mason me rodea suavemente con una de sus largas y gruesas piernas, abrazándose a mí con cada parte de su cuerpo. Aún así, permanezco con los ojos en el iPad que él mismo me arrebata de las manos, dejándolo a un lado para que voltee a verlo a él.
—¿Por qué no me das un beso en lugar de perder el tiempo allí? —bromea, siguiendo el recorrido de sus labios por la línea de mi cuello hasta mis hombros, donde aparta el tirante de la blusa, continuando con su tarea—. Tengo mejores ideas.
—¿Cómo cuáles? —Me giro entre sus brazos, quedando con el rostro frente al suyo.
Tengo que irme en unos minutos de su departamento, al que me escabullí, así que no es que tengamos mucho tiempo en lo que sea que tenga en mente.
—Como besarnos. Quiero besarte.
—Tengo los labios hinchados gracias a ti —bromeo, haciéndome la tonta—. ¿No fue suficiente?
Abre la boca, indignado, y la cierra de golpe, siendo yo quien lo atrae como puede cuando se resiste a mi risa.
—Sabes que no fue suficiente. —Beso sus labios, abrazándolo—. Pero debo irme, cariño. La entrevista con Sunny no puedo aplazarla, no cuando es la primera en un tiempo.
—¿Cómo te sientes con eso?
Se aparta un poco para lograr obtener un amplio vistazo de mi rostro. No he hablado del tema con nadie. Lana se sorprendió cuando le pedí que la aceptara. Al ser la primera entrevista que daré formalmente luego del escándalo que pasó, todos mantienen un ojo en mí, sabiendo que soy propensa a salir corriendo.
De hecho, los productores del programa llamaron varias veces a Lana en la última semana solo para comprobar si mi asistencia se mantenía en pie. Me hace sentir un poco mal que mis ataques de salir corriendo den esos indicios, pero no puedo hacer más que enfrentarlo. Estoy dispuesta a dar esa entrevista y a responder a las preguntas que tenga que responder, esperando que Sunny Monroe siga las indicaciones dadas por Lana y mantenga las preguntas dentro del marco que establecimos previamente.
—Estoy nerviosa, como siempre. —Me aferro a él, dándole una sonrisa que espero le quite esa preocupación del rostro—. Es la primera en mucho tiempo. Me he mantenido lejos de los reporteros tanto como puedo, así que eso ha dado pie a muchas especulaciones. Sé que irán directo a la yugular esta noche.
—¿No colocaste limites?
—Muchas veces no respetan eso, ¿sabes? Me han puesto entre la espada y la pared en tantos programas en vivo que simplemente he dejado de dar entrevistas de ese tipo.
—¿Y por qué aceptaste esta?
—Porque quiero dejar de esconderme.
La confesión que sale de mi boca, dibuja una sonrisa en la suya, lo cual coloca a martillear mi incrédulo corazón que aún se siente algo nervioso al tenerlo cerca.
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TACKLE (+18)
RomanceEn el juego de la fama, nunca hay lugar para un desliz, pero en la travesía de la vida es inevitable no tenerlos. Arabella Sinclair se juró que, tras varias rupturas amorosas que terminaron con su rostro siendo objeto de criticas en los tabloides...