Cap 5 -Cariño Welcome Home-

128 13 6
                                    

En el trabajo la campanita encima de la puerta sonó y entró la última persona
que esperaba. Cassie entró con una taza de café en una mano y una sonrisa
vacilante en su cara. A pesar de que trabajaba a solo dos manzanas de aquí, no creo que hubiera entrado antes a la tienda. De seguro, nunca me había traído café. Si eso era lo que estaba a punto de pasar.
La miré, sorprendida.
Matt se animó. Luego descubrió su gigantesco anillo de compromiso y se
desanimó de nuevo. Viniendo desde el otro lado del río, nunca había pasado por el café así que Cassie era desconocida para él.
Cass: Te extrañamos esta mañana
Me dijo, deslizando la enorme taza de café sobre el mostrador delante de mí. No te detuviste para buscar tu pedido regular. Asi que pensé que era mejor traerlo.
Tn: Eres maravillosa. Me levanté tarde por alguna razón.
Cass: Lo supuse.
Tomé un sorbo de la bebida súper caliente. Perfecto. Era malditamente
perfecto. Cassie era básicamente la santa patrona de los granos de café. Qué haría
en un par de semanas cuando se fuera de gira con la banda, no lo sabía.
Llorar, lo más probable.
Cass: También quería disculparme por la noche pasada.
Dijo, descansando sus brazos en el mostrador.
Tn: ¿Por qué?
Cass: La parte en la que Suga te tacleó contra el piso, mayormente. ¿A menos que haya algo más que desconozca por lo cual deba disculparme?
Tn: No.
Alejé sus palabras, sonriendo. No necesitaba decirle sobre mi griterío hacia su invitado más temprano en la noche
Tn: Está bien. Él solo jugaba.
Cass: Sí. Es como un cachorro con esteroides. No conoce su propia fuerza. Fue bueno verte anoche. Me alegra
saber que Suga no causó ningún daño permanente.
Tn: No, estoy bien. Y muchísimas gracias por el café. En serio lo necesitaba.
Cass: Entoooonces, Jk dijo que estuviste hablando con Suga en el balcón por un rato.
Con lo que la visita trayendo café comenzó a tener sentido.
Tn: Sí, lo estuve. Y luego Jk me preguntó si él dijo algo. Todavía no sé a qué se refería.
Cassie apretó los labios
Tn: Te envió a preguntarme acerca de eso. Supuse. Correctamente, si el
destello de culpa en sus ojos era un indicador.
Cass: Te mereces el café, de todos modos. Pero sí, me preguntó si no me importaría hablar contigo.
Tn: De acuerdo.
Lamí mis labios, comprando un poco de tiempo para ordenar mis pensamientos. Fuera de vista, mi pie no paraba de moverse, haciendo su mejor esfuerzo para hacer no un agujero en la alfombra
Tn: Sabes, no hablamos mucho, nada particularmente personal o privado. Solo algo sin sentido acerca de mi antigua compañera de habitación.
Cass: Si Tori lo menciono.
Me encogí de hombros.
Tn: Sí, no importa. Lo resolveré. Pero en serio, Yoongi yo no hablamos mucho sobre él. Mayormente estuvo bromeando conmigo.
Cass: Él hace eso.
Por un largo momento, me miró. Tratando de calibrar la verdad, supongo. Claramente se encontraba bastante preocupada por Yoongi, pero el
hecho era, que no nos conocíamos lo suficiente para esta charla corazón a corazón.
Me sentía incómoda, forzada.
Cass: Gracias por dejármelo saber. Yoongi ha estado actuando
extraño desde que volvió hace una semana. Maníaco... Mas de lo común. Entonces, otras veces, se queda mirando a la nada. Hemos tratado de hablar con él, pero dice que no sucede nada.
Tn: Lo siento.
Cass: No sabemos si está deprimido o que. Como sea, ya terminé por hoy. Es mejor irme. Jungkook se estará
preguntando en dónde estoy. Fue bueno verte.
Tn: A ti también.
Cass: Vuelve pronto, ¿de acuerdo?Caminó hacia la puerta, despidiéndose
con la mano. La petición se veía genuina. Eso calmó mi corazón. Después del
horror de Skyler, podía tener verdaderos amigos.
Tn: Lo haré. Gracias de nuevo por la cafeína.
M: ¿Se fue tu amiga?
Volví de nuevo a la realidad, alejando mi mente del acertijo de casi dos metros que era Yoongi. A mi mente le gustaba mucho seguir pensando en él.
Aparentemente se convirtió en mi nueva distracción, a pesar de todas las otras
cosas que estaban sucediendo en mi vida.
Mi día termino bastante tranquilo y rápido con el recuerdo de Yoongi en mi cabeza todo el día.
Llegué a mi departamento y algo estaba mal. Una vez más. Lo supe antes de pasar por la puerta.
Quería un baño e ir a dormir. Ese era todo mi plan para la noche y era hermoso.
Aturdida, deslicé mi llave en la cerradura, al mismo tiempo que la puerta se abrió. Mi equilibro se fue a la mierda, y caí, justo de cara en medio de un duro, sudoroso y caliente, pecho.
Exhalé.
Él gruñó.
Unas manos fuertes me agarraron por la cintura, manteniéndome estable.
Algo bueno, realmente necesitaba una mano en ese momento o mi culo podría
haberse encontrado con el piso. Tal vez entré en el apartamento equivocado. Mi
mente se encontraba en otro lugar, a mundos de distancia de la realidad. Otro
apartamento ciertamente explicaría el delicioso cuerpo caliente contra el que me encontraba apoyada.
¿Desde cuándo el sudor olía tan bien?
Todo lo que pude hacer fue no frotar mi rostro e inhalar profundamente.
Una olfateada o dos no sería ir muy lejos. Discretamente hechas, por supuesto.
Tn!!!. Cariño. -El pecho vibró debajo de mi mejilla. ¡Bienvenida a casa!
Conocía esa voz. La conocía. Pero, ¿qué diablos hacía en mi apartamento?
Aturdida, parpadeé hacia un bello rostro familiar. ¿Yoongi?
Sg: Por supuesto que soy yo. ¿Te drogas o algo así? No debes consumir drogas. No son buenas para ti.
Tn: No me drogo. Estás aquí.
Sin duda. Definitivamente lo estaba. Lo sabía porque mis manos todavía se
hallaban en todo su cuerpo caliente, medio desnudo. Mis hormonas desviaron
cualquier idea sobre alejarlas. No podía culparlas.
Sg: Lo sé. ¿No es genial?
Tn: Sí. Guau.
Asintió.
Me quedé mirándolo. ¿Cómo diablos entró? La puerta se encontraba cerrada
cuando me fui.
Sg: ¿Cómo estuvo el trabajo?
Tn: Estuvo bien. Gracias.
Me sonrió.
Sg: Te esperaba hace horas.
Tn: Sí, tuve que cerrar y algunas personas vinieron a último minuto. Yoongi, ¿por qué estás aquí, en mi apartamento, sin camisa? ¿Cómo sucedió eso?
Sg: Tuve calor después de mover algunas cosas. Estás en el segundo piso, pero las escaleras añaden un buen tramo, ¿sabes? Dan y Tori ayudaron un rato, y luego tuvieron que irse. De todos modos, no es como si importara, ¿verdad? ¿Algún código de vestimenta que necesite saber?
Todavía lo miraba. Las palabras salían de su boca, pero continuaban sin
tener sentido. Nada de esto lo tenía.
Sus ojos se estrecharon en mí.
Sg: Espera, no tengo camisa y todo y no me estás haciendo los ojos locos. ¿Qué hay con eso?
Tn: Ah, supongo que estoy demasiado sorprendida de verte aquí.
Sus cejas descendieron, al igual que las comisuras de sus magníficos labios.
El hombre se veía seriamente triste.
Sg: He esperado todo el día.
Tn: Lo siento.
Sg: No importa. Vamos, échale un vistazo. Me llevó al apartamento, mi apartamento, cerrando la puerta. Sin responder a la pregunta importante acerca de su presencia. Pero lo realmente molesto fue la forma en que separó mis manos de su cuerpo. Ellas lloraron en silencio. Eso, o yo sudaba. Lo más probable era esto último. Él tenía el efecto más raro en mí.
Sg: Ta-da -cantó, agitando una mano con un gran gesto, presentándome mi
pequeña sala.
Tn: Guau.
Sg: Impresionante, ¿verdad?
Tn: ¿Si?
Sg: ¡Sí! Sabía que te encantaría esto.
Observé un poco más. Luego me froté los ojos, ya que empezaban a doler.
Probablemente era por la hinchazón, pero no podía estar segura.
¿Qué demonios pasaba aquí?
Tn: Viniste a vivir conmigo de alguna manera. No podía haber otra razón
para que un kit de piano y guitarras apareciera en la esquina, por no hablar de todas las otras cosas.
Sg:Sé lo que vas a decir, también es más rápido de lo que pensé. Pero Jk me echó hoy, así que pensé, ¿por qué esperar?
Solo parpadeé, el resto de mí cuerpo se encontraba demasiado congelado
para responder.
Sg: Está bien. Larga historia corta, accidentalmente vi a Cassie desnuda.
Levantó las manos, declarando su inocencia
Sg: Fue sólo un lado de su pecho, te lo juro. Sin pezón ni nada de eso. Pero ya sabes cómo es ella, la jodida reina del
drama. Perdió completamente la cabeza.
Asentí. En realidad no tenía ni idea, pero parecía que era necesaria una
respuesta.
Sg: Exactamente. Como si fuera culpa mía. ¡Fue en la puta cocina! Sólo quería
algo de comer y ahí estaban, restregándose contra la pared. Ni siquiera sabía que ella había llegado a casa desde el trabajo. Como si quisiera ver eso. Es como ver a tus padres. Bueno, excepto que Cassie en realidad tiene tetas geniales.
Su mirada culpable se deslizó a mi rostro
Sg: Muy bien, pude ver un destello de pezón pero lo juro, no quería hacerlo. No es mi culpa que ella estuviera topless. De todos modos, Jk se puso loco.
Tn: ¿En serio?
Sg: Oh, sí. Enorme. Utilizó palabras duras. Es posible que incluso hayamos
peleado ligeramente. Pero lo perdono. El amor te vuelve psicópata, ¿verdad?
Tn: Así es.
Era un sentimiento que de todo corazón, podía dejar atrás.
Cuando mi primer novio rompió conmigo a los dieciséis años, mi diminuto mundo se sacudió. Y mira a mi mamá. Perdió la cabeza por completo cuando papá se fue.
Tn: ¿Así que te mudaste conmigo?
Yoongi se encogió de hombros.
Sg: ¡Bueno, infiernos, sí!
Tn: No, quiero decir, en realidad viniste a vivir conmigo. Aquí. En mi apartamento. Um, ¿de nuevo, cómo entraste? sólo por interés.
Sg: ¿Eso será un problema?, vamos. Ya hablamos de esto anoche. Si tenías un problema conmigo mudándome, ese era el momento para sacar el tema, no ahora.
Tn: Pensé que era una broma.
Sg: Calabacita, eso es ofensivo. ¿Por qué bromearía sobre cosas importantes de
esa manera?
Tn: ¿Por qué te encontrabas borracho?
Sg: Tengo algunas de mis mejores ideas bajo la influencia del alcohol.
Tn: Ni siquiera creí que lo recordaras.
Sg: Una vez más, ofendido -dijo-. No soy un quinceañero. Sé lo que puedo
manejar.
Tn: Lo siento.
No sé por qué era la que se disculpaba. Pero no importaba.
Mis piernas se sentían débiles. Me senté en el borde del sofá más cercano. Era muy cómodo, a pesar de que no ayudaba con mi repentino mareo.
Min Yoongi.
Viviendo conmigo.
Él, efectivamente, se veía serio en esto, como lo demostraba el pequeño
surco que se formaba entre sus cejas al fruncirme el ceño. Muy sutilmente me di
una patada a mí misma, para comprobar que me hallaba despierta y no soñando.
Mierda, dolió. El dolor irradió desde el hueso de mi tobillo, por lo que me
estremecí. Sí, completamente despierta.
Sg: Me estás mirando raro otra vez.
No podía apartar la mirada de él para darle al mueble un escrutinio
correcto. No obstante, sin duda, parecía tan bueno como se sentía.
Tn: Es hermoso, el sofá
Sg: Ufff.
Su repentina sonrisa iluminó mi mundo.
Le devolví la sonrisa tan ampliamente que mi rostro dolió.
Tn: Mira, no estoy diciendo que no a que te mudes. Supongo que todavía estoy tratando de entenderlo. Pero, ¿por qué quieres vivir conmigo?
Sg: Me agradas
Tn: Apenas me conoces.
Sg: Eres amiga de Cassie y Tori. Hablamos. Te abordé. Rodamos por el
suelo juntos. Fue una experiencia de unión real.
Parpadeé.
Tn: ¿Min? ¿En serio?
Sg: Por favor. Sabes, nunca he vivido con una mujer antes. Bueno, no desde mi madre y hermanas, y ellas no cuentan. Dame un minuto, esto es mucho más difícil de lo que parece.
Se dejó caer en el sillón de cuero negro frente a mí. Un sillón muy genial. No tanto como el hombre sentado en él, pero aún así, era un sillón muy genial.
Esperé mientras hacía varias expresiones de dolor, por último pellizcó el puente de su nariz
Sg: Pareces una buena chica, ¿sabes?
No sabía si reír o llorar. La risa parecía más segura. -Gracias.
-Espera -Gimió-. Tampoco estoy acostumbrado a tener que convencer a
las mujeres. Por lo general, sólo son felices estando de acuerdo con lo que sea.
Sg: Sabes, fue muy divertido estar contigo
anoche. Lo disfruté. Fue genial que no fueras una psicópata acosando a todo el
mundo. A pesar de que estés tan loca por mí, y pongas esos ojos locos, encuentro
extrañamente tranquilizador que estés cerca en este momento.
Una sombra pasó sobre su rostro, y desapareció en un instante. Si no fuera
por la visita de Cassie podría haberme convencido que lo imaginé. Pero no. Algo
definitivamente pasaba con este hombre.
Sg: No me molestas con un montón de preguntas. Bueno, no lo hiciste ayer
por la noche.
Sg: Vamos a verlo de esta manera. Necesitas dinero, ¿no?
Dudé, pero era la verdad. Los dos lo sabíamos.
Tn: Así es.
Sg: También necesito algo.
Mis ojos se estrecharon. Si comenzaba a gritar acerca de la salud sexual de
nuevo, lo echaría, con mobiliario genial, batería, y todo. O lo lamería. Con mis niveles de confusión y estrés actuales, las posibilidades eran cincuenta/cincuenta.
Una oportunidad para arrojarme sobre él podría ser demasiado buena para dejarla pasar. Después de todo, ¿cuántas posibilidades más podría tener? Mi suerte eventualmente tenía que acabarse.
Sg: Y creo que satisfarás mis necesidades a la perfección.
Tn: ¿Tus necesidades?
Un lado de su boca se elevó aún más, y las posibilidades cambiaron a
cuarenta/sesenta.
Sg: Cada hombre tiene necesidades, pequeña Tn. Por cierto,
¿cuántos años tienes?
Tn: Veinticinco. Soy consciente de que todo el mundo tiene necesidades. Pero
Min, no voy a cumplir con las tuyas.
Mi nariz se elevó. Dulce bebé Jesús, deseaba tanto conocer sus necesidades, pero no cuando me daba esa sonrisa de suficiencia.
Una chica tenía que tener su orgullo.
Sg: Claro que lo harás.
Se rió en voz baja, maliciosamente, viendo directamente a través de mí. Estás muriendo por satisfacer mis
necesidades. No puedes apartar la vista de mi exquisito cuerpo medio desnudo. En el momento en que abrí la puerta me toqueteaste. Era como si estuvieras caliente o algo así.
Mierda.
Cerré los ojos por un momento, bloqueándolo en un intento de recuperar mi ingenio. Si mi corazón dejara de tener un paro cardiaco al verlo y oírlo, las cosas serían mucho más fáciles.
Tn: No, Min. Perdí el equilibrio cuando abriste la puerta por mí. Encontrarte aquí realmente fue una sorpresa. No estoy acostumbrada a que la gente simplemente se mude conmigo sin alguna discusión seria anterior.
Cuando abrí los ojos, me miraba en silencio. Juzgándome.
Tn: Y no te toqueteaba.
La expresión demasiado tranquila en su rostro lo decía todo. No me creía, ni
siquiera un poco.
Sg: Oye, no te avergüences.
No era una virgen ingenua. Le entregué mi tarjeta V a mi primer y último
novio de largo plazo, a los dieciséis años.
Sg: Está bien, calabacita. No me importa que me toquetees. Si así es como
sientes la necesidad de expresar tu afecto, eso es genial.
Tn: Min...
Esto iba de mal en peor. Ni siquiera sé por qué empecé a reír.
Tn: Por favor, deja de hablar. Necesito un minuto. Considera esto un límite.
Sus ojos se iluminaron con alegría.
Sg: Oye, pensaste en lo que dije. Eso es
genial. Respeto tu límite
Tn: Entonces, ¿por qué sigues hablando?
Sg: Cierto. Lo siento.
Traté de encontrar calma. ¿Por qué nunca fui a yoga? Los ejercicios de
respiración profunda habrían sido tan útiles.
Cuando abrí los ojos, Mal me sonrió serenamente. El idiota arrogante. Tan
confiado. Tan caliente. Y tan condenadamente sin camisa.
Tn: ¿Te puedes poner una camisa?
Se rascó la barbilla.
Sg: Mmm, no. Ese es mi límite, lo siento. Me gusta demasiado tu mirada sexy como para vestirme.
Tn: Mierda, ¿hacía los ojos locos?
Sg: Eres perfecta
Murmuró, desplegando firmemente una sonrisa de superioridad.
Maldita sea, lo hacía.
Sg: ¿Cuáles crees que son mis necesidades?
Tn: Soy consciente de que estás hablando de sexo, es algo obvio. Pero, ¿por qué, de entre todas las mujeres a tu disposición, me elegiste? Eso no lo entiendo. Y tampoco entiendo por qué te mudarías conmigo. Podrías haber ido a
un hotel o alquilado un lugar propio mucho mejor que este.
Sg: Noooo.
Se dejó caer en el asiento, colocando sus dedos entrelazados sobre su vientre plano. No estoy hablando de sexo. Me gusta pensar que tú y yo estamos por encima de todas esas desordenadas, cosas físicas, a pesar de tu obsesión por mí. Lo que necesito es una novia... bueno, una novia falsa, y tú eres perfecta.
Tn: Joder, ¿qué?
Se echó a reír.

Estoy haciendo los capítulos más largos, déjenme saber si les gusta...❤️

Contrato de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora