Cap 7 -Sexteemos-

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Comencé a recibir mensajes de texto de Yoon justo antes del almuerzo.
Sg: Despierto.
Tn: Buenos días.
Sg: Voy a correr con Jk
Tn: ¡Diviértete!
Sg: Regresando de correr para almorzar
Tn: Bien.
Sg: ¿Dónde están las cosas de la limpieza?
Tn: ¿Para limpiar qué?
Sg: La pizza que explotó en el microondas.
Tn: La botella de aerosol está bajo el fregadero.
Sg: ¿Cuándo llegas a casa?
Tn: 5:30.
Sg: Aburrido.
Tn: Lo siento.
Sg: ¿Que estás haciendo?.
Tn: : Trabajando en este momento. Me tengo que ir. Hablamos más tarde.
Sg: Tu gusto en cuanto a música apesta.
Tn: Gracias.
Sg: En serio, tenemos que hablarlo, es tan malo.
Tn: Espera. ¿Qué estás haciendo?
Sg: Arreglándolo.
Tn: ¿QUÉ DEMONIOS estás haciendo?
Sg: Haciendo una nueva lista de canciones con mierda decente. Relájate.
Tn: Bien, gracias.
Sg: Aburrido de nuevo.
Sg: Hobi viene a jugar Halo.
Tn: ¡Genial! Pero no tienes que decirme todo lo que haces.
Sg: Jk dice que la comunicación es importante.
Sg: ¿Cuándo tendrás tu regla? Jk dice que averigüe si quieres pastelillos o helado.
Tb: No quiero hablar sobre eso nunca.
Sg: Aburrido. Hobi está retrasado.
Sg: Consigamos un perro.
Tn: El apartamento tiene una regla de no mascotas.
Sg: Bonito sujetador de encaje verde.
Tn: Sal de mis cajones.
Sg: ¿Bragas a juego?
Tb: SAL AHORA MISMO.
Sg:😏
Sg: Sextéame.
Sg: Vamos será divertido.
Sg: ¿Por fis?
Sg: Un alto nivel de rasgos de codependencia insana exhibida por ambas partes en una relación, posiblemente bordean lo tóxico.
Tn: ¿QUÉ DEMONIOS?
Sg: Hice el cuestionario de una revista. Necesitamos ayuda. Especialmente tú.
Tn: …
Sg: Reservándonos una cita para terapia de pareja. Martes 4:15, ¿de
acuerdo?
Tn: No vamos a ir a terapia de pareja.
Sg: ¿Que está mal? ¿Ya no me amas?
Tn: Apagando el teléfono en este instante.
—¿Problemas? —preguntó Matt, caminando relajadamente por el local y
dando un vistazo por encima de mi hombro.
—No. Lo siento. —Coloqué mi teléfono en mi bolsillo trasero—. Estoy
trabajando, lo juro.
—Seguro lo estás. —Guiñó un ojo. Ser amiga del jefe valía la pena algunas
veces
M: ¿Pasó algo interesante anoche?
Lo más interesante que alguna vez me sucedió. Yoongi parecía empeñado en
volverme loca hoy, pero anoche fue fantástico. Tuvimos un picnic en el piso con unas botanas españolas llamadas tapas, las mejores que probé en mucho tiempo, y también tomamos cerveza española. Me contó historias hilarantes sobre músicos de renombre. Montones de sórdidas hazañas sexuales y locas demandas detrás del escenario, Yoongi sabía sobre todo eso. Fue una agradable compañía.
Sin embargo, no me sentía preparada para explicarle a Matt sobre el.
Mirando a Matt, tal vez nunca estaría lista. ¿Por dónde comenzaría? Incluso si
pudiera mantener una cara seria, me conocía lo suficientemente bien para saber que no salto a relaciones. No de esta manera. Afortunadamente, la atención de Matt se deslizó lejos. No debería preocuparme. Su mirada descansó en una joven echando un vistazo en la sección de crímenes. Pensarías que él tendría suficiente
sentido común para alejarse cuando ella tomó un libro sobre asesinas en serie, pero
no.
Tn: No llegué a hacer mucho anoche —mentí, sin sentir nada de culpa.
Dio un medio asentimiento,  probablemente ni siquiera me escuchó. M: Voy a ver si ella necesita ayuda.
Tn: Bien, muy bien.
Saqué mi teléfono, encendiéndolo de nuevo. Tan pronto como la pantalla volvió a la vida comencé a teclear, con una sonrisa en mi rostro.
Tn: ¿Hobi ya llego?
Sg: Esta aquí. ¿Cómo estás? ¿Pronto en casa?
Tb: Pronto...
Hobi se hallaba extendido en el sofá de dos plazas, sus manos ocupadas en
los controles del videojuego, cuando entré al apartamento. Había un montón de sangre y tripas pasando en la pantalla del televisor. La novedad de entrar y
encontrar gente famosa pasando el rato en mi apartamento probablemente nunca desaparecería. Sinceramente esperaba que no lo hiciera. Lamentablemente, Yoongi no
se encontraba a la vista. Me apresuré a terminar todas mis tareas, ansiosa por verlo toda la tarde. Tori me llamó y casi me mató por no contarle sobre él. Pero
honestamente no sabía cómo explicar de forma verosímil su repentina aparición en mi vida. Se puso furiosa sobre la mierda con Skyler. Curiosamente, no fui capaz de enojarme demasiado pensando en eso. Me estaban sucediendo cosas buenas. Eso era del pasado.
Ahora finalmente me encontraba en casa, mi corazón golpeando
fuertemente dentro de mi pecho, y me sentí inexcusablemente tímida. Casi
vacilante. Olvídalo, este era mi apartamento. Mi hogar. Y él decidió vivir aquí, conmigo, por la razón que sea. Espalda recta y senos afuera, al menos lo poco que tenía de ellos.
H: Hola, Tn
Tn: Hola. ¿Yoongi se encuentra aquí?
Mi habilidad de aparentar que no
me importaba mejoraba. No tartamudeé en absoluto.
H: En la cocina.
Tn: Gracias.
Pasé corriendo delante de él, tratando de no meterme en subjuego de matanza.
Yoongi miraba por la pequeña ventana de la cocina, su celular en su oreja.
Tn: ¿Qué me estás ocultando?
Una pausa.
Sg: Siiii, está bien. ¿Qué dijo?
Otra pausa.
Sg: No. Explícamelo. Por favor.
Esta vez la pausa fue más prolongada. Después de un rato, agarró el borde
del mostrador, apretando los nudillos hasta que se volvieron blancos.
Obviamente, este era un momento privado, pero no podía alejarme. El dolor en su voz y las líneas de su cuerpo eran agudos. Sufría.
Sg: Eso no puede estar bien. Qué pasa si nos…
Escuchó en silencio. Atrás en la sala de estar, el auge de las explosiones y el
ruido de disparos continuaban.
Sg: De acuerdo. Gracias por hacérmelo saber.
Tn: Suga
El blanco de sus ojos era enorme, bordeado con rojo. ¿Qué demonios
sucedía?
Sg: Calabacita. Hola. No te oí entrar.
Tn: ¿Estás bien?
Aspiró con fuerza y sacudió la cabeza.
Sg: Siii! Dormí muy mal. Luego la
carrera con Jk me cansó. Pero todo bien. ¿Acaso no eres linda, preocupándote por mí? Eso es tan actitud de novia.
Tn: Ja. —Sonreí. Él no devolvió la sonrisa.
Sg: Vamos, ah... ¿ya saludaste a Hobi?
Tn: Sí, lo hice.
Sus manos agarraron mis hombros, girándome y dirigiéndome de vuelta a
la sala de estar.
Sg: Tienes que saludar a tus invitados correctamente, calabacita. No
quieres que piense que eres grosera.
Tn: Yoon, yo…
Sg: Hobi. Mira, mi asombrosa novia volvió a casa.
H: Hola, asombrosa novia de Suga.
Sg: Tn ha hablado de conseguir un perro, así que pienso que con el tiempo conseguiremos otro.
Hobi asintió.
No me molesté en corregir a Yoongi. Realmente la mejor manera de manejarlo era simplemente dejarse llevar. Además, su actual estado de ánimo me preocupaba.
Necesitaba hacer algo de limpieza hoy.
Sg: ¿Algún problema?
Tn: No.
Curioso, cuando Skyler vivía aquí, usualmente también terminaba haciendo
la mayor parte de la limpieza por ella. No se me ocurrió en ese momento. Un
vestigio de un hábito adquirido por llevar una casa a temprana edad, lo más
probable.
Sg: ¿Qué pasa, Tn?
Tn: Tu toalla y ropa sucia están en el piso del baño. —Señalé hacia ellos, solo
en caso de que hubiera olvidado donde se encontraba el baño. Cambio aleatorio de tema.
Yoongi se acercó a mí, quedando de pie
demasiado cerca
Sg:Tienes razón. Ellos de hecho decoran el suelo y hacen un encantador trabajo también.
No dijo nada más.
La ropa sucia yacía ahí, reprochándome. Y estoy bastante segura que Yoongi
con su silencio hacía lo mismo. Eso o yo era una neurótica del orden. Estuve a
punto de sucumbir.
Sg: ¿Qué harás al respecto, calabacita?
preguntó en voz baja.
Tn: En realidad no me gusta que me llames así.
Hizo un ruido de desdén con su garganta.
Suspiré. Esta era una guerra que probablemente nunca ganaría. Si cuidar a un adolescente de trece años me enseñó algo, era a elegir mis batallas.
Tn: Ese no es mi problema.
Sg: ¿No?
Tn: Necesitas ordenar lo que ensucias.
Sg: ¿Es un límite lo que estoy oyendo ahí?
Me paré en toda mi altura.
Tn: Sí, lo es. No soy tu mamá. Necesitas recoger tu propia mierda.
Sonrío.
Sg: Ahora mismo lo haré.
Tn: Gracias.
Le sonreí en respuesta, ya sintiéndome más ligera.

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