Cap 9 -Fiesta-

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El doble de multitud que la última vez se reunía en el penhouse de Jungkook y Cassie esta noche. Variaban en edad desde adolescentes hasta ancianos, de
conservadores a provocadores. Todos engalanados a la perfección. Cada centímetro del penhouse había sido decorado. Velas blancas de todos los tamaños colocadas en grupos alrededor de la habitación. Jarrones llenos
de ramos de flores brillantes en cada superficie plana disponible. El sonido del fino cristal y el estallido de los corchos del champán luchaban contra el rock clásico por la supremacía. El ambiente de esta noche se inclinaba fuertemente hacia lo romántico.
Había un zumbido en el aire, uno de expectación. Era muy emocionante.
Yoongi mantuvo control sobre mi mano, sus grandes y cálidos dedos encerrando los míos. Comprendí sus señales no verbales, permaneciendo cerca a su lado. Cuando alguna sexy mujer trataba de acercársele básicamente me empujaba
hacia ellas con un “Conoce a mi novia, Tn.” Casi me tropecé las primeras veces que me utilizó como escudo humano, pero estaba agarrándole al asunto ahora. Con la última simplemente levanté una mano y le dije “Él está conmigo.” Ella lo tomó con relativa buena gracia.
Tn: Pensé que iba a pegarme. Ser tu novia es peligroso.
Sg: ¿Qué puedo decir? Soy un magnífico ejemplar de virilidad. Por supuesto
que todas me quieren. Pero agradezco que protejas mi honor.
Tn: Eso espero.
Sg: Ven a conocer a Jin. Esto te animará.
Kim Seokjin se hallaba parado al lado de la chimenea como si un pintor lo
hubiera colocado allí. El hombre era arte viviente. El cabello oscuro, ojos  brillantes. Era alto delgado muy intenso si eso era posible.
Jin ciertamente no tenía los ojos perdidamente enamorados.
La mirada oscura que le daba a la mujer a su lado era mucho menos que
amable. Ella mantuvo su nariz alta en el aire y lo ignoró. Estoy segura que yo no
podría haber mantenido su postura indiferente tan bien. Jin tenía mucha
presencia.
Sg: Jin. Ésta es mi novia, Tn. Tn, este es Jin.
Sonrió, pero levemente. Fue una cosa fugaz.
Yoongi se inclinó delante de mí, poniéndose en mi rostro.
Sg: No. No hay ojos locos. Tu teoría es una mierda, calabacita. Son sólo para mí.
Tn: Es un placer conocerte, Jin.
Jin: ¿Ella sigue haciendo esa cosa de los ojos?
Sg: La lujuria no tiene fecha de caducidad hermano. Y hola, Lana. Te ves muy bien.
Yoongi ofreció su mano libre a la mujer al lado de Jin. El frío ártico de su actitud cambió a cálido en un instante. Qué extraño.
L: Suga ¿Cómo estás?
La mujer dio a sus dedos un breve apretón, antes de ofrecerme su mano para saludarme. Su cabello castaño caía sobre sus hombros y unas gafas con montura de plástico rojas se asentaban en su nariz
L: Y ésta debe ser Tn. Un gusto conocerte. Suga me ha hablado mucho de ti.
Tn: ¿Lo ha hecho?
Sacudí su mano, devolviéndole la sonrisa.
L: En la práctica de la banda de hoy, tú eras de lo único que podía hablar.
Sg: Ella es el amor de mi vida
Suspiró Yoon, pasando un brazo alrededor de mis hombros.
L: ¿Ves? Tú eres el amor de su vida.
Lana me dio una sonrisa encantada.
Aparentemente era sólo a Jin a quien detestaba.
Jin: Esta semana.
Con un pequeño suspiro, Lana medio volvió la cabeza hacia él. Eso fue todo
lo que necesitó. Jin me dio una sonrisa forzada.
Jin: Lo siento. Lo que dije fue una mierda.
Sg: Calabacita, ¿adivina qué?
Tn: ¿Qué?
Antes que supiera que sucedía me pasó por encima de su brazo. Toda la sala
se volvió al revés. Joder, ¿la parte delantera de mi vestido se hallaba abierta?
Aplasté mi mano por encima de mi clavícula, por si acaso.
Tn: Por favor Yoongi, Bájame.
De inmediato me enderezó. La sangre corrió en el interior de mi cabeza y la
habitación daba vueltas. Junto a nosotros, Hobi y Lana rieron. Creo que Jin se encontraba ocupado haciendo su cosa de mirada aburrida. Era difícil ver con mi cabeza todavía girando. Estoy bastante segura que las personas me miraban. Si hubiera escuchado a una chica boca abajo gritando obscenidades, probablemente echaría un vistazo.
Sg: Nadie vio nada ¿Estás bien?
Tn: Si estoy bien
Sus pulgares frotaron círculos en los huesos de mi cadera a través de la tela
de mi vestido. Mantuvo su rostro frente al mío.
Sg: Lo siento, calabacita. No pensé.
Tn: Está bien.
Entrecerró los ojos hacia mí.
Sg: ¿Estás realmente bien o sólo estás diciendo que estás bien y vas a reventarme las pelotas sobre ello más tarde?
Pensé en ello por un momento para estar segura.
Tn: No. Pero no lo hagas de nuevo o te haré daño.
Sg: Lo entiendo. No más tirarte por ahí.
Tn: Gracias.
Sg: No te avergonzaré de nuevo. Lo prometo.
Tn: Te lo agradezco.
Sg: Ven
Dijo, su sonrisa enorme
Sg: Nuestras habilidades de comunicación como pareja son jodidamente excelentes. ¡Funcionamos de maravilla!
Tn: Sí, lo hacemos
Mi corazón eufórico. Era extraño, sólo nos conocíamos hace unos días, pero confiaba en él. Me gustaba y realmente me sentía agradecida de pasar este tiempo con él. Después del desastre de Skyler, necesitaba a Min Yoongi en mi vida ahora mismo. Infiernos, después de los últimos siete años, lo necesitaba. Él trajo el sol.
Y entonces me besó y arruinó todo.
No fue un beso suave. Yoon no haría un simple roce acariciando mis labios o un casto beso afectuoso. Infiernos no, claro que no. Era como una droga inductora
de amnesia en un beso. Ningún recuerdo de otro beso permaneció. Era felicidad
química. Yo, obviamente nunca había sido realmente besada antes, porque esto... me cubrió la boca con la suya y me poseyó. Su lengua se deslizó sobre mis dientes y sus manos se deslizaron en mi pelo. En respuesta, agarré con los dos puños su chaleco. Tal vez inicialmente lo hice por la sorpresa o enojo. Pero se transformó rápidamente en una medida de seguridad. Mis rodillas se debilitaron.
El hombre me besó hasta dejarme idiota.
Su lengua acarició la mía, animándome a jugar. Tal vez no fue la cosa más
inteligente por hacer, pero no podía contenerme. Gemí en su boca y lo besé con fuerza. Casi tan duro como él me besaba. Mis muslos se tensaron y mis dedos se cerraron. Cada vello de mi cuerpo se erizó. Su dominio sobre mí se apretó, como si no pudiera dejarme ir. Yo, en cambio, me encontraba básicamente arañando mi camino a través de su traje de tres piezas. La necesidad de estar más cerca era enorme. Nada más importaba.
Estallaron aplausos a nuestro alrededor, lo cual pareció bastante justo. Un beso tan impresionante como este merecía una ovación de pie. No serían excesivos
fuegos artificiales. Sin embargo, el cuarteto de cuerda pareció un poco extraño. Sin duda, un enloquecido solo de batería sería más acorde, algo primitivo que coincidiera con el ritmo loco de mi corazón.
Me alejé de Yoongi, tratando desesperadamente de recuperar el aliento. Él jadeaba también, sus ojos dilatados. Aturdido era probablemente una buena palabra para describirlo. Sórdido no se encontraba demasiado lejos. Después de todo, nos hallábamos magullando la boca del otro en público.
Me quedé mirándolo fijamente, temblando. Santa mierda. ¿Qué demonios pasó?
Sg: ¡Eso fue divertido!
Sonrió y me miró como si acabara de descubrir un nuevo juego. Uno que realmente, de verdad le gustó.
No. Joder no.
Mi corazón trataba de estallar fuera de mi pecho.
Tn: Fue agradable.
Le di una palmadita en la mejilla.
Su sonrisa arrogante decayó.
Las personas alrededor de nosotros seguían aplaudiendo. Todos miraban
hacia otro lado, aunque muchos nos daban miradas de reojo. Me volví y me
coloqué de puntillas, para ver lo que pasaba. En la puerta principal se hallaba de pie Cassie, con un simple vestido marfil. Vi el blanco de sus sorprendidos ojos a través de la sala. Junto a ella, se encontraba Jungkook en un traje similar que el resto de los chicos llevaba. Poco a poco, se puso de rodillas. Me encontraba demasiado lejos para oír lo que decía, la habitación era muy ruidosa. Pero entonces Cassie asintió llorando y pronunció la palabra “sí”.
Sg: Jk quiso hacer una segunda ceremonia sorpresa. Ella no recuerda la última vez, fue una boda rápida y borracha en las Vegas, por lo que lo está haciendo otra vez por ella.
Tn: E… eso es dulce.
Su brazo se deslizó alrededor de mi cintura y fue lo único que pudo mantenerme quieta, para que no intentara alejarme. Un respiro sería genial. Sólo hasta que consiguiera mantener mi cuerpo de nuevo bajo control.
Sg: Creo que todos nos vieron, ¿no?
Tn: Mmm. Sin lugar a dudas, nosotros nos establecimos como una pareja.
Probablemente logramos eclipsar momentáneamente a la novia y al novio.
Excelente. Seguramente nos invitarían a volver aquí.
Sg: ¿Puedes creer que le compró otro anillo después de tres meses? Está tan jodidamente envuelto alrededor de su dedo. Es ridículo.
Tn: Están enamorados. Creo que es dulce.
Sg: Al ritmo en que le está dando diamantes, tendrá una tiara antes de
Navidad.
Era algo propio de mí ser mordaz dentro de la santidad de mi propio
cráneo. Pero odiaba escuchar a Yoongi estar tan en contra de la idea del amor o de convivencia en pareja o lo que fuera.
Sg: ¿Qué?
Preguntó, al ver mi cara.
Tn: No puedo decidir si suenas celoso, amargado, o qué.
Sg: Hacía una broma.
Tn: Correcto.
Yoongi sólo parpadeó. Su boca, sus hermosos labios malvados, no se movieron.
Otra ronda de aplausos retumbó a través de la habitación mientras
sorprendentemente rápido finalizó el servicio. Considerando que ya se hallaban casados, no tenía sentido hacerlo interminable. O tal vez sólo pareció rápido para mí. Se besaron y flashes iluminaron la habitación. La gente se amontonó para felicitarlos.
Momentos felices, felices. Qué alegre ocasión.
Yoongi me atrajo hacia él nuevamente por la cintura.
Tn: ¿Qué?
Por el brillo en sus ojos, debería haberlo sabido. Sus labios descendieron, presionándose contra los míos. Sus brazos se enrollaron alrededor de mí,
tirándome contra él. Mi grito de sorpresa fue la entrada en mi boca que necesitaba.
Resultó que sabía cómo reírse malvadamente y besarme sin sentido, al mismo tiempo. No debería sorprenderme eso tampoco. A pesar de eso, el beso fue
conmovedoramente suave. Me besó dulcemente hasta que mi cabeza daba vueltas y mi corazón latía con fuerza. Mis rodillas flaquearon y mis partes femeninas clamaron misericordia.
Y continuó besándome.
Sg: ¿Cómo estuvo este beso? ¿Mejor?
Tn: Umm, ¿sí?
Aspiró por la nariz, con las cejas fruncidas.
Sg: Mierda, todavía no estoy haciéndolo bien. Voy a mejorar este beso. Lo haré. Sólo tenemos que seguir intentándolo. ¡Nunca rendirse!
Estaba acabada.


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