Cap 28 - Final-

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Subimos las escaleras. Tori y Dan habían llegado y me estaban ayudando a buscar las llaves
Tn: Sólo ponme en el sofá, gracias. Ah, hay un paquete de hielo en el congelador.
Sin una palabra, Yoongi me colocó como dije y fue a buscar el hielo. No dolía
tanto dejarlo ir. No en comparación con mi ojo. Mantuve una mano sobre este,
cubriéndolo de la luz demasiado brillante.
Tn: Gracias por regresar, chicos. Lamento arruinar su noche.
Sólo me miraron, seguían algo asombrados. Tori tenía tacones y
vaqueros, claramente lista para una noche en la ciudad.
Tn: Lamento interrumpir su cita. Y Matt, relájate. Fue un accidente.
Me mostró unos ojos llenos de culpa.
Yoongi regresó cargando un paquete de hielo envuelto en una toalla, una
botella de agua y un frasco de Advil.
Tn: Gracias.
Tragué dos de esas cosas y sostuve el paquete sobre mi ojo
Tn: Yoongi y Matt, tienen que dejar de pelear. ¿Puedo tener eso por mi cumpleaños, por favor?
Sin demora, Yoongi sacó su mano, listo para dársela.
M: Sí, está bien.
Se dieron la mano
Tn: Gracias.
M: Toma
Dijo, sosteniendo mi perro nuevo. El gran lazo rojo había caído de la cara de Holly y ahora le gruñía y jalaba con sus dientes. La cosa más tierna de todas. Ni siquiera me di cuenta que quería un perro, pero a pesar de mi ojo palpitando como, no podía dejar de sonreír. Matt la colocó en mi regazo. Inmediatamente trató de subir y lamer mi mentón.
Sg: Calma, chiquita.
Min se sentó a mi lado en el sofá doble, colocando una mano para restringir a Holly.
T: ¿Segura de que estás bien?
Tn: Sí, estaré bien. Gracias.
T: ¿Quieres que nos vayamos así puedes patear el trasero de Suga?
Tn: Por favor.
Asintió, agarró a un Dan con el cejo fruncido y lo arrastró hasta la puerta.
Porque las chicas lo entendían. Los hombres, no tanto.
M: Escucha, Tn. Lamento la escena del frente. Acerca de que resultaras golpeada y todo.
Tn: Sé que lo sientes. Pero ahora mismo, necesito gritarle a Yoongi.
¿Podemos ir a cenar en otro momento?
M: ¿No vas a gritarme?
Tn: No. Voy a gritarle a Yoongi, porque estoy enamorada de él.
Yoongi se tensó a mi lado, la mano que acariciaba a Holly perdiendo su ritmo.
M: Cierto. Lo que significa que definitivamente no estás enamorada de mí, y necesito renunciar y retirarme.
Tn: Lo lamento, Reece.
M: Está bien. Recordaré eso la próxima vez. ¿Me haces un favor? No vengas a
trabajar por unos cuantos días. Quédate en casa y dale a tu ojo y a mi culpa tiempo para sanar.
Tn: Lo tienes.
M: Estoy muy arrepentido de eso.
Tn: Lo sé. Fue un accidente. No hay resentimientos.
M: Sí, sin resentimientos.
Luego me dio una desanimada despedida con la mano y se fue, cerrando la puerta detrás de él.
Y allí quedamos, Yoongi Holly y yo. El apartamento siniestramente silencioso aparte del cachorro olfateando y jadeando. Yoongi lo levantó y lo colocó cuidadosamente en el suelo.
Tn: Quiero gritarte por dejarme en la forma en que lo hiciste, por desaparecer
Dije, moviendo el paquete de hielo de mi rostro
Tn: Pero no puedo porque la situación con tu mamá es terrible y sé que estás herido. Y por alguna estúpida razón aún me siento culpable por no acceder a casarme contigo, a pesar de que pedírmelo fuera una treta descabellada y ridícula que no tenía nada que ver conmigo.
Sg: Eso no es cierto. Y mantén el hielo en tu rostro.
Cubrí mi herida de guerra.
Tn: No puedo verte claramente si te sientas de ese lado.
Suspiró y se arrodilló delante de mí, sus manos en mis rodillas.
Sg: ¿Puedes verme ahora?
Tn: Sí. ¿Por qué no estás con tu mamá? Ahí es donde se supone que debes
estar.
Sg: Ella quería que estuviera aquí contigo en tu cumpleaños. Yo quería estar
contigo en tu cumpleaños. Ninguno de los dos quería a algún otro tipo llevándote a una cita. De sólo pensarlo me volvía loco.
Su rostro se tensó y sus manos
suavizaron de arriba hacia abajo mis muslos cubiertos de lana
Sg: Mamá y yo hablamos… acerca de ti y acerca de todo. Me ayudó a descifrar unas cosas.
Tn: ¿Como cuáles?
Sg: Le acabas de decir a Matt que estás enamorada de mí.
Tn: Sí. ¿Pero qué te ayudó a descifrar tu mamá?
Se oían gruñidos desde el zapato de Yoongi. Los dos lo ignoramos.
Sg: No lo sé, lo que es una relación, lo que es el amor. Muchas cosas. Verla
junto a papá estos últimos días…
Separó mis rodillas, acercándose
Sg: Sabes, también estoy enamorado de ti. Sólo, presioné demasiado en la cosa equivocada, en el momento equivocado, por la razón equivocada. Cometí un montón de equivocaciones, calabacita.
Tn: Sí.
Sg: Chica correcta y todas las demás cosas equivocadas.
Mi ojo sano soltó una lágrima. Mi ojo herido realmente nunca se detuvo,
pero había algo más en todo eso.
Tn: Gracias. Pero las cosas se fueron a la mierda y te desapareciste de nuevo. Necesitas dejar de hacer eso. Eso es un límite. No es el tipo de cosas que puedo seguir soportando de ti.
Sg: No desapareceré de nuevo. Lo prometo. Resolveremos las cosas juntos.
Tn: Está bien.
Sorbí por la nariz y sonreí
Tn: Mejor regresas con tu mamá.
Sg: En la mañana. Contraté un jet para llevarnos de regreso. Ella, eh…
piensan que le queda unos días
Cerró sus ojos fuertemente y presionó su
frente en mi regazo
Sg: La jodida semana más dura de mi vida. Apenas pude dormir algo. ¿Dormirías conmigo? En verdad necesito que duermas conmigo.
Coloqué mi mano sobre su cabeza, frotando las suaves hebras de cabello.
Tn: Lo que sea que necesites.
Las once y cuarenta brillaba en verde en mi alarma cuando me desperté.
Apagamos todas las luces y nos acostamos juntos en mi cama (todavía con el colchón en el piso). El Advil me noqueó como siempre lo hacía. Adonde se fue Yoongi  ahora, no tenía idea. Vagamente, escuché pasos en las escaleras, la puerta se abrió
y pequeñas uñas repiqueteaban a través del suelo. La próxima cosa que supe fue
que Holly saltaba sobre mí, siendo psicóticamente energética. Habiéndome
saludado apropiadamente, saltó sobre mi vestido tejido de rayas. Lo había lanzado
hacia la cómoda, pero los cajones fallaron en atraparlo. Yacía en el suelo, una perfecta cama de cachorro, aparentemente.
Sg: Nuestra hija necesitaba orinar.
Tn: Eres un buen padre.
Sg: Lo sé, ¿verdad? Soy el mejor.
Sus pantalones fueron los siguientes en
irse y no tenía nada abajo, excepto él. Si sólo hubiera más que la luz de ambiente de la calle para verlo. Se arrastró debajo de la manta cerca de mí
Sg: ¿Cómo estás, calabacita? Tus ojos están luciendo un poco alterados.
Tn: Lo sé. No puedo ver nada de ese lado. Pero se supone que me digas que soy hermosa, sin importar qué.
Sg: Eres hermosa, sin importar qué. También tienes un hermoso ojo negro. En el futuro, no más meterte en peleas. Me besó, suave y dulce. Luego me besó
profundo y húmedo, deslizando su lengua en mi boca. Su sabor era a hogar, la sensación de sus manos acunando mi cabeza, la perfección. Pasé los dedos por sus costillas y arriba de sus hombros gruesos, familiarizándome con él de nuevo. Mis muslos se tensaron, mi entrepierna hinchándose y humedeciéndose. Su polla gruesa golpeó el hueso de mi cadera. Era tan malditamente bueno no estar sola en
esto.
Sg: Feliz cumpleaños.
Tn: Lo es ahora que estas aquí.
Sg: Joder, te extrañé.
Tn: Yo también te extrañé.
Sg: Dime que me amas
Tn: Te amo.
Sg: ¿Me amas, Tn?
Tn: Sí.
Sg: Te amo más.
Tn: Te amo. Tanto que no puedo describirlo.
Sg: Te creo. Porque yo te amo de igual manera. Nunca nos volveremos a separar lo prometo mi calabacita de ojos locos.....
Fin.

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