Cap 17 -Matt-

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Salimos de la limusina, todavía acomodándonos la ropa. Las cosas entre mis piernas se encontraban pegajosas e hinchadas. Pensándolo bien, creo que no sería muy buena vaquera porque mis muslos aún no se recuperaban de la montada.
Realmente necesitaba volver a hacer Pilates. Sin embargo, un poco de lesión
muscular no borraba la estúpida sonrisa de mi rostro. Requería más práctica y las
probabilidades decían, por la manera en que Yoongi seguía poniendo sus manos sobre mí, que no le importaría practicar.
Sg: Hay tantas estrellas. Mira lo claro que esta.
Dejé que mi cabeza cayera hacia atrás, inspeccionando el cielo. Recién salida de un gran orgasmo con Min Yoongi a mi lado, el mundo era un lugar jodidamente impresionante.
Min me besó el mentón. Metió un dedo en la pretina de mi falda y me llevó
hasta la puerta principal de nuestro edificio de apartamentos.
Sg: Vamos, tu camisa se ve incómoda. Necesitas quitártela.
Tn: Pero la naturaleza es hermosa y eso.
Sg: Tus tetas son hermosas y eso. Estoy más que dispuesto a pasar mucho
tiempo mirándolas. ¿Te parece bien?
Tn: Sí.
Se rio.
Metí la llave en la cerradura, torpemente por la prisa. La cerradura giró y la
puerta se abrió, estrellándose contra la pared. Mierda, qué ruido. Hizo eco a través del pasillo y arriba por las escaleras. Romperíamos el edificio antes de entrar. La Sra. Lucía se iba a enojar con nosotros por ser tan ruidosos. Ella vivía en el primer piso y se consideraba el alguacil de aquí. Nadie tenía el valor de decir lo contrario.
Pero si tuviera que hacerlo, me gustaría encontrar el valor y hacerle frente.
Lo que no sabía era cómo hacerle frente a la visión de Matt sentado en las
escaleras con un ramo de flores en la mano. Tenían todos los colores del arcoíris.
Me detuve abruptamente con Yoongi a mi lado.
Matt me traía rosquillas de vez en cuando. Una botella de vino cuando
salíamos para celebrar mi cumpleaños o el suyo. No me traía flores. Y de seguro no se sentaba en mis escaleras luciendo desesperado, con un mechón de cabello
colgando sobre su frente.
Tn: Matt...
Subí las escaleras hacia él. Min se quedó dónde estaba, su mano deslizándose de mi agarre.
El color se drenó del rostro de Matt. Se veía tan blanco como una hoja de
papel. Mi estado despeinado y el de Min no podían ser interpretados de muchas
formas diferentes. Matt parecía un niño que había perdido su juguete favorito. No creo que hubiera apreciado en su totalidad las diferencias entre Yoongi y él antes de ahora. Pero a pesar de todas sus bromas, Yoongi tenía la cabeza y el corazón de un hombre. Matt era un niño. Y ni siquiera podía explicar las diferencias. Simplemente jugaban de diferentes maneras.
M: Tn.
Matt le dio a las flores una mirada perpleja, como si no estuviera muy seguro de cómo llegaron a su poder
M: No me di cuenta que tenías
compañía. Lo siento.
En silencio, extendí las llaves hacia Yoongi Su boca era una línea plana. Me dio una pequeña sacudida severa de su cabeza y empujé las llaves hacia él. ¿Qué
diablos esperaba que hiciera? No podía dejar a Matt sentado en las malditas
escaleras. Yoongi me miró fijamente y le devolví la mirada, en silencio deseando que entendiera. Dios, este era básicamente mi mejor amigo.
Después de un momento, arrebató las llaves de mis manos y siguió
adelante, caminando alrededor de Matt. Entró, cerrando la puerta (no de un
portazo, gracias a Dios).
Matt me ofreció una sonrisa forzada.
M: Eso fue incómodo.
Era un eufemismo. Me senté a su lado, apoyando los codos en mis rodillas.
Tn: Bonitas flores.
M: Son para ti.
Me las entregó, el olor era dulce y embriagador. No me miró a los ojos.
Tn: Gracias. Son hermosas.
M: Me tenías preocupado.
La declaración se sentía como una acusación. No sabía que decir. La
emoción nunca fue mi punto fuerte. Desgraciadamente, me hallaba muy mal
preparada para esta mezcla de tristeza y culpa y lo que sea que él trajo consigo. Mi mamá me enseñó hace mucho tiempo a jugar a lo seguro y mantener la boca
cerrada.
M: Ustedes dos arreglaron las cosas.
Tn: Sí.
Por otro lado, mi madre era un modelo bastante de mierda para seguir. Matt merecía algo mejor
Tn: ¿Qué está pasando aquí?
M: Me puse a pensar en las cosas. En nosotros.
Se pasó una mano por el cabello, echando el mechón hacia atrás. Siempre me encantó la forma en que hacía
eso, acompañándolo con una sacudida de su cabeza. Pero mi corazón no se volcó
ni se derritió por él. No como lo hacía por Yoongi . Matt esperó demasiado tiempo.
Tn: ¿Nosotros?
Apunté, enojada y perpleja.
Su sonrisa se hallaba lejos de ser feliz. Asintió hacia el piso de arriba.
M: Pensé que se había ido.
Tn: Yo también. Aparentemente, entendí mal.
M: Supongo que eso es bueno para ti. ¿Crees que va a durar?
Su voz no era exactamente cruel. Pero la pregunta obtuvo una reacción inmediata. Tomé un respiro profundo, una respuesta honesta me eludía. Mi estado de felicidad sexual no se había disipado lo suficiente para una honestidad brutal, no con Yoongi esperándome arriba. Mi mente no quería saber. Mamá siempre decía que
el amor te hacía estúpido. Supongo que no aprendí esa lección, después de todo. Tn: No sé. Pero espero que sí.
Todavía era relativamente temprano, pero el edificio se sumía en silencio.
Nuestras voces apenas se oían.
Matt se levantó, moviéndose lentamente como si lo hubieran golpeado.
M: Me voy. Nos vemos mañana.
Tn: Matt —dije, mi voz firme y fuerte. Algo se rompía justo allí a mi lado, y
últimamente, como muchas cosas, no creía que pudiera arreglarlo. No podía darle a Matt lo que finalmente decidió que podría querer
Tn: Lo siento.
Bajó la cabeza.
M: Es mi culpa, Tn. Fui un imbécil. Fui demasiado estúpido para ver lo que tenía justo frente a mis ojos hasta que fue demasiado tarde.
No tenía nada. Absolutamente nada que decir.
Esperó un momento, los labios apretados con decepción, tal vez. Luego
comenzó a moverse.
M: Buenas noches. —Corrió por las escaleras, bajándolas de dos en dos,
obviamente ansioso por irse.
Tn: Adiós.
Me senté allí, sosteniendo las flores, mirando fijamente al vacío. Necesitaba
un momento para recomponerme. El mundo era tan extraño. Nada tenía sentido. Un minuto después, Yoongi salió y se sentó a mi lado. Se inclinó, olfateando el ramo. Sus manos golpeteaban rítmicamente sus muslos, pero no dijo nada. El golpeteo con los dedos parecía significar que estaba inquieto u ocupado meditando las
cosas. Esta pieza salvaje de percusión era algo completamente diferente.
Tn: Matt se marchó
Sg: Mmm.
Tn: Este ha sido un día extraño
Dije, citando muy posiblemente el eufemismo del siglo.
Sg: ¿Extraño bueno o extraño malo?
Tn: Ambos.
Sg: Mmm. ¿Estás
rompiendo conmigo o qué?
Mi cabeza se disparó.
Tn: ¿Quieres romper?
No respondió. Durante un minuto o más, no dije nada y él tampoco.
Aparentemente, habíamos entrado en algún concurso desquiciado de voluntades.
Cuando le di una mirada inquisitiva, simplemente levantó una ceja, esperando que yo lo soltara.
Tn: No podía dejarlo sentado aquí. Es mi amigo.
Yoongi hizo un gesto con la barbilla.
Tn: ¿Se suponía que los dejara competir en una lucha de pulsos por mí o algo
así? Porque eso nunca iba a suceder.
Sg: Follamos y luego me despides con una palmadita en la cabeza.
La forma baja y fría en que lo dijo no ayudaba en absoluto.
Tn: No. Vamos, Yoongi. Sabes que eso
no es lo que pasó. Despedí a Matt. Te pedí que esperaras en mi casa. Para darme
la oportunidad de hablar con él.
Se me quedó mirando e hice lo mismo.
Tn: No hagas esto
Sg: ¡Dios! Joder, odio estar celoso. Lo odio.
Tn: Ni que lo digas. ¿Son
conscientes de lo que quieren hacerles una buena parte de la población que posee vaginas? Ni siquiera me dejes empezar acerca de la gente que tiene penes, porque hay un buen número de ellos tras ustedes también.
Sg: La mierda que dices...
La tormenta parecía haber terminado, gracias a Dios. Apoyé la cabeza en su
hombro, necesitando estar más cerca. Felizmente, me lo permitió.
Sg: Normalmente no peleo con otras personas. En la banda, por lo general evito que los chicos se desgarren entre ellos por mierda estúpida. Cuéntales una broma y los tienes sonriendo de nuevo.
Tn: Eres el pacificador. Pero parecías dispuesto a desgarrar a Jimin la otra
noche.
Sg: Por ti. Estás resultando ser una especie de jode mentes para mí, calabacita.
Fruncí el ceño.
Tn: No sé lo que quieres decir.
Sí, eso no me hace sentir nada mejor
Nos sentamos en silencio. Finalmente, levantó las flores de mis brazos, se
puso de pie y se dirigió escaleras abajo. El único sonido era el ruido suave de sus
zapatos en las escaleras de madera desgastada. Con cuidado, colocó las flores en la puerta de la señora Lucía, antes de regresar a sentarse a mi lado. Hizo una declaración al confiscar esas flores, pero ¿qué significaba? Esa era la pregunta. Min Yoongi era bastante jode mentes por sí mismo. Y se iba de gira en un par de días.
Sería tonto de mi parte ignorar este hecho oh-tan-relevante. Tiré de las hebillas de mis botas, toda agitada. Demasiadas emociones se despertaron dentro de mí.
Él hacía eso.
Sg: Cuando me senté arriba, esperando por ti, se me ocurrieron un par de
cosas
Tn: ¿Si?
Sg: Bueno, ahora eres mi novia de verdad.

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