Cap 27 - Holly-

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Pasé los días restantes de mis vacaciones limpiando el apartamento. Tori y mi hermana tomaron turnos sentándose en el sofá, observándome volverme loca.
Volverme loca era su opinión, no la mía. Me encontraba funcionando
completamente y bien, dado mi estado descorazonado. De ninguna manera me
metería en la cama como mamá y me rehusaría a salir. Era más fuerte que eso y mi apartamento se veía muy, muy limpio.
Tn: Mira ese inodoro. Podrías comer en él.
T: Nena, puedes hacerlo tú, pero no voy a inspeccionar tu baño.
Tori cruzó las piernas y balanceó los pies de un lado a otro.
Tn: No jodas, está brillante.
T: Te creo.
La puerta principal se abrió y mi hermana entró.
H: ¿Ella todavía sigue en eso?
Sí, durante tiempos particularmente desafortunados, ambas estarían allí,
haciendo comentarios y metiéndose en mi cara. Tan útil. Los amigos y la familia
eran lo peor. También eran lo mejor, ayudándome a pasar esta demencia temporal.
Tn: Sí, ella sigue. Por favor, golpea antes de entrar sin ser invitada
Yoongi estaría enojado. Odiaba que las personas entraran como si nada. No que
él alguna vez estaría aquí de nuevo o le importara, así que, lo que sea. Tal vez
debería fregar la cocina una vez más. Volver a trabajar mañana sería bueno. Me ayudaría a mantenerme ocupada. Ayer Matt dejó un par de botellas nuevas de productos de limpieza para todas las áreas y un cepillo de fregar para mí (gasté el viejo que poseía). Entendió mi impulso por mantenerme ocupada ahora mismo. O, si no lo entendió, al menos tenía la sensatez de permanecer fuera de mi camino y no mencionar ningún cantante y rapero famoso.
Tn: Y no cerraste la puerta correctamente.
Mi hermana me miró por encima de sus gafas de sol.
H: Eso es porque tienes otra invitada a punto de llegar. Con suerte, serás más agradable con ella.
Tn: Soy agradable con todos.
Tori hizo una mueca de dolor.
T: No. En realidad, no. Joder, eres bastante malísima últimamente. Pero te amamos y entendemos que estás herida, así que aquí estamos.
Mi ceño se sintió permanentemente presionado en mi cara. Quizás tenían
razón. Podría ser tiempo de avanzar. Si estuve con él una semana, entonces llorar por él media semana era probablemente correcto. Demasiado malo que mi corazón no estuviera de acuerdo.
C: ¡Holaaaaa!
Chillo Cassie, apareciendo alrededor de la puerta
Tn: Sí, bueno.
C: Um, ¿Tn?
Cassie se aproximó a mí con extremo cuidado, lentamente deslizándose fuera de su chaqueta de lana
C: Sácate los guantes y ve a ponerte
ropa que no tenga agujeros. Primero podrías querer ducharte, lavar tu cabello, ¿tal vez? ¿No sería estupendo?
Tn: He estado limpiando. No usas ropa buena para limpiar.
Tori me giró en dirección al baño.
T: En el momento en que estás agitando
un cepillo para inodoro por todas partes, exclamando sobre la belleza de tu retrete, es probablemente el momento de detenerte y reconsiderar tu vida.
C: Vuelve allí adentro y límpiate a ti esta vez. Te encontraré algo de ropa.
Tn: Espera. ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué no estás en la gira?
Hizo una mueca.
C: La gira ha sido cancelada. Pospuesta hasta el próximo año. Es lo mejor. Están diciendo que a la mamá de Suga sólo le quedan un par de días, así que los chicos. Están dándole espacio para procesar todo.
Oh, Dios. Pobre Gatito. Mis costillas se apretaron asombrosamente fuerte.
Tn: ¿Por qué no estás con ellos?
C: Voy a volar hasta allí esta tarde
Habló lentamente, con cautela
C:  Pero quería estar aquí para tu intervención. Y preguntar si quizás querías venir conmigo.
Me le quedé mirando inexpresivamente.
C: Creo que él apreciaría mucho que estés allí. Sé que las cosas terminaron en un mal lugar entre ustedes dos. Pero de verdad, él podría necesitar tu apoyo justo ahora. A su madre probablemente le gustará decir adiós.
Tn: Rechacé la propuesta de matrimonio de su hijo, lo dudo mucho.
Cass se encogió de un hombro.
C: Se sintió triste, pero… no creo que se enojara contigo exactamente.
Tn: No importa de todos modos. No puedo ir. Miren, chicas, apreció la intervención, no que crea que la necesite. Sólo me mantenía ocupada antes de que tuviera que volver a trabajar.
T: Tn, tienes que ir con Cass. Hablar con él. Me sequé las manos con una toalla. La chica en el espejo se veía un poquito
desastrosa, cabello lacio y piel grasienta. Tenían razón en eso, había lucido mejor.
C: Los dos estaban bien juntos. Se dejó llevar con la idea de la boda, aunque creo que ahora lo entiende.
Tn: Oh, no sé. No creo que haya muchas formas buenas de tomar el rechazo
de alguien a casarte contigo. No estoy segura de que algo se pueda recuperar. Gracias por la idea. Pero él no me quiere ahí.
Sacudió la cabeza.
C: No sabes eso…
Tn: Sí, lo sé. Le envié un mensaje de texto el otro día, le pregunté si podía hacer algo. Si me quería allí aunque fuera como una amiga. Dijo que no.
Y sí, la respuesta de Yoongi de una palabra, de dos letras, me enfureció y dolió.
El hecho de que compré un teléfono nuevo para mi cumpleaños se relacionaba un poco. Como la marca que necesitaba tapar con pintura en la pared de mi dormitorio. Resultó que tenía un mejor brazo lanzando de lo que era consciente.
Las chicas  sólo me miraron. Asombroso. Podría hacerlo sin tener de nuevo mi pena en exposición de una vez y por todas. Y eso era un pensamiento de mierda y estúpido.
Tn: En serio, gracias, de todos modos, chicas. Por todo. Voy a tomar su consejo y tomar una ducha.
C: Tn, sé más inteligente que él. Si significa algo para ti, si obtuvieras otra oportunidad… no te des por vencida
tan fácil.
No tenía nada. Simplemente la miré, perdida, sin ninguna idea de cómo
reaccionar o qué hacer conmigo misma. Era de la misma maldita manera que me
sentía desde la noche que Min me abandonó.
H: Ve a ducharte. Organizaré algo de comida y bebidas.
Tn: Oh, puedo hacer eso después de que…
H: Por favor. Permíteme cuidar de ti para variar.
Asentí lentamente, a punto de echarme a llorar una vez más.
Tn: De acuerdo. Gracias.
Mis cumpleaños anteriores habían sido  lindos, salir de compras con mi hermana y salir a cenar con Matt. ¿Pero el de este año? No tanto. Era muy parecido a estar de vuelta con mamá y pegar una sonrisa en mi cara por el bien de mi hermanita. Hacer un pastel y luego querer vomitar después de comer la mitad porque era lo que hacías.
Volví al trabajo desde hace tres días. La “intervención” funcionó. Ya no me
consentía en maratones de limpiezas locas. Para ser justa, el apartamento no podía llegar a estar más higiénico si lo intentara. No volví a escuchar de el y no esperé hacerlo. Fin de la historia.
Mi vestido de jersey a rayas era definitivamente el aspecto indicado para
cenar con Matt. Me hizo feliz. La pena podría ser cubierta por un millón y una
cosas, incluyendo un pastel y un feliz vestido a rayas.
Jodidas estrellas con sus ridículamente jodidas demandas conyugales y su increíblemente jodido olor, rostro, cuerpo, voz, sentido del humor,
mentalidad, espíritu generoso y todo el resto (no necesariamente en ese orden).
Que los jodan a todos. Pero especialmente al jodido Min Yoongi.
Matt venía quince minutos tarde. Tamborileé con mis botas marrones hasta la rodilla en el piso de madera desgastado, golpeé repetidamente un ritmo frenético. Sin necesidad de mencionar de quién podría haber adquirido el hábito.
Quizás esperar afuera era una mejor idea, salir al viento frío. Caminé
fatigosamente por las escaleras y salí por la puerta mientras escribía rápidamente
un mensaje de texto a Matt asegurándome que no le hubiera fallado el auto o algo así.
No le pasó eso.
Lo sabía porque él rodaba con alguien por la pequeña zona de césped del
frente. No tanto en éxtasis, sino en agonía. Un montón de agonía, si los quejidos y gruñidos eran alguna indicación. Un ramo de rosas maltratado yacía al lado. ¿Qué
demonios?
Tn: ¿Matt?
No hubo respuesta.
Parpadeé, comprobando dos veces lo que veía. ¿Ese era en verdad…
Tn: ¿Yoongi?
Sí, Yoongi y Matt peleaban en el césped del frente. Sangre supuraba de un
corte en la ceja de Yoongi y del labio de Matt. Una marca oscura cubría la mejilla de Yoongi y la camisa de Matt fue desgarrada. Batallaron, arrojando puñetazos y haciendo ruidos animales.
Sg: Pequeño hijo de puta…
Yoongi disparó su puño duramente en el estómago de Matt
Matt gruñó y contraatacó al intentar patearlo en la entrepierna. Alcanzó el
muslo de Yoongi en su lugar. Dada la manera en que el rostro de Yoongi se retorció, obviamente le dolía
M: Eres el imbécil que la dejó
Dijo Matt con desprecio.
Se enfrentaron de nuevo, puños y sangre volando. La bilis quemó en la
parte posterior de mi garganta y la tragué. Mierda, mierda, mierda. ¿Qué hago?
Agarré el teléfono, marqué el número de Tori
T: Hola, Tn.
Tn: ¿Están aquí? Necesito a Dan afuera en el frente, ahora, por favor. De prisa.
T: ¿Qué está pasando?
Tn: Yoongi y Matt están intentando matarse.
Hubo insultos y murmullos.
T: Estamos regresando. Estaremos allí en cinco minutos.
Colgué. Cinco minutos. Podrían herirse peor en cinco minutos y provocarse
un daño real si ya no se lo habían hecho. No podía esperar cinco minutos.
Necesitaba hacer algo ahora.
Acuné las manos sobre mi boca, parándome en el escalón del frente.
Tn: ¡Oigan! ¿Qué mierda piensan que están haciendo, par de idiotas?
Matt miró en mi dirección y Yoongi lo golpeó en la barbilla. Más allá de
enfurecidos, cayeron uno sobre el otro de nuevo.
Bueno, eso no funcionó.
Entonces Matt lanzó un puñetazo con fuerza, alcanzando a Min en la cara,
haciéndole retroceder del golpe. Min se quedó quieto, atónito por un momento. Y
de ninguna maldita manera podría permanecer allí y mirarlos seguir lastimándose.
Era impropio de mí. Matt echó atrás el brazo, sus labios sangrientos elevándose,
mostrando los dientes.
Tn: ¡Matt, no!
No me detuve a pensar. En su lugar, me puse en ridículo y salí disparada, empeñada en defender a mi hombre.
Yoongi se giró.
Sg: Tn.
Corrí directo a él. El puño de Matt me golpeó en el ojo y caí. El dolor llenó
mi mundo, dejando en blanco mi mente. Joder, dolió.
Sg: ¿Estás bien?
Tn: Ah…
Fue casi lo mejor que pude hacer.
M: Anne, oh, demonios. Lo siento tanto
Sg: Tranquila
Tn: Oye. Hola
Dije, un tanto aturdida y confundida. Me cubrí el ojo maltratado con las dos manos, respirando a través de la agonía intensa.
Sg: Calabacita, ¿qué carajo pensabas, metiéndote así?
Tn: Te salvaba. O algo así. Sabes…
Pararon de pelear. En cierto modo fue un éxito.
Gimoteos entusiasmados vinieron de la caja junto a mí. Una cabecita salió,
luego desapareció. ¿Qué diablos? Básicamente dirigido a toda la escena, no podía restringir la pregunta a una sola cosa pasando esta noche en el jardín del frente. El césped se encontraba frío y húmedo debajo de mí. Yacía de espalda, mirando el cielo nocturno. Mi cerebro palpitaba. Yoongi me miró desde arriba, sus ojos tensos con preocupación, su cara un lío sangriento.
Sg: ¿Cómo te sientes?
Tn: Ouch.
M: Tn, lo lamento tanto, tanto. ¿Estás bien?
Tn: Viviré. Advil y hielo probablemente serán buenos.
Sg: Sip, vamos a llevarte arriba.
Con cuidado Mal apartó el cabello de mi
rostro.
Esta vez vinieron jadeos de la caja, junto con un grito agudo.
Sg: Está bien, Holly. Mami está bien.
Yoongi metió una mano en la caja y
levantó un cuerpito serpenteante cubierto de pelaje caramelo. Un collar de fantasía alrededor de su cuello, y cubierto por un gran moño rojo. El
moño era más grande que el perro
Sg: Mami intentaba salvar a papi del malvado tío Matty, ¿cierto? Algo lindo de hacer, pero papi todavía va a azotar a mami por ser tan tonta y meterse en el medio de una pelea. Sí, lo va a hacer, porque papi es el mejor.
M: Oh, por el amor de Dios.
Sg: Feliz cumpleaños; te conseguí un cachorro.
Yoongi sostuvo al cachorro cerca de mi cara y una lengua rosa y húmeda salió, lamiéndome el mentón. Tenía los ojos más oscuros y dulces
Sg: La  llamé Holly.
Tn: Guau.
Dios, era lindo, el hombre y el perro.
El cachorro me lamió de nuevo, casi llegándome a los labios esta vez.
Tn: Asqueroso.
Min sonrió, entonces le entregó el perrito a Matt. —Ten, cárgala. No la dejes caer.
M: No lo haré.
Sg: Mejor que no lo hagas.
Verdaderamente, esta noche era surrealista.
Tn: Espera. ¿Qué pasa con tu mamá?. ¿Cómo está?
Su boca se puso firme y sus cejas descendieron.
Sg: No muy bien. Ahora no le queda mucho.
Tn: ¿Qué estás haciendo aquí?
Su cara sangrienta se arrugó y me mostró una mirada afligida.
Sg: Esa es una larga historia también. Te la contaré arriba. Te llevaré en brazos
Tn: Caminaré. Ayúdame a levantarme. Vaya.
Sg: Tranquila.
Tn: ¿Regresaste y me trajiste un cachorro?
El concepto aún parecía extraño.
Creo que podría haber sido mi reciente herida en el cerebro. Pasé un brazo
alrededor de su cuello, tomando libertades con él mientras podía. Quien sabía por cuánto tiempo se quedaría esta vez. O incluso por qué regresó.
Sg: Nunca tuviste uno cuando eras niña.
Tn: No puedo tener mascotas en este edificio.
Sg: Sí, lo sé. También te compré un nuevo apartamento. No tiene caso hacer
las cosas a medias, ¿cierto?
Tn: Cieeeerto.
Tuve la peor sensación de que no bromeaba.

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