Hubo un quejido, alto, largo, y de manera explícitamente doloroso. Más de
cerca se parecía al de un animal herido. Aunque con un animal, no habría habido
tantas palabrotas. Estos ruidos que venían detrás de mí no eran de diversión. No, estos ruidos venían de un nivel especialmente particular del infierno llamado: La mañana después de un camión cargado de alcohol.
Sg: Calabacita.
Enterró su cara en la parte posterior de mi cuello,presionando su piel caliente contra mi
Sg: Mierda.
Tn: ¿Hmm?
Sg: Duele.
Tn: Mmm.
La mano enterrada en la parte delantera de mis bragas se flexionó y curvó.
Presionó todo tipo de lugares interesantes, haciéndome retorcer.
Tn: ¿Por qué pones mi mano dentro de tu ropa interior mientras duermo?
Sg: ¿Qué es eso? Dios, mujer. Estás fuera de control. Me siento violado.
Tn: Yo no lo hice, cariño. Lo hiciste tú.
Gimió de nuevo.
Tn: Fuiste muy insistente con tener tu mano allí. Me imaginé que después de
que te durmieras podría moverte. Pero no fue así.
Sg: Este coño es mío.
Sus dedos se estiraron, empujando contra la tela debmi ropa interior, acariciando accidentalmente sobre la parte interna de mis muslos.
No era el momento para excitarnos. Teníamos pendiente una charla.
Tn: Sí, eso fue lo que dijiste. En repetidas ocasiones.
Gruñó y bostezó, luego frotó sus caderas contra mí. Su erección mañanera
presionando contra mi culo.
Sg: No deberías haberme dejado beber tanto. Eso fue muy irresponsable de tu parte.
Tn; Me temo que eso también lo hiciste tú.
Traté de sentarme, pero su brazo me sujetó.
Sg: Todavía no te muevas.
Tn: Necesitas agua y Advil,
Sg: Está bien.
Su mano se retiró de mi entrepierna y se dio la vuelta, quedando de espaldas, jadeando y resoplando. No conseguí meterlo en la ducha la noche anterior. En consecuencia, esta mañana los dos apestábamos a sudor y whisky.
Le conseguí una botella de agua y un par de pastillas y me senté en el borde
de la cama.
Tn: Siéntate. Trágatelas.
Abrió un ojo legañoso.
Sg: Tragaré si tú lo haces.
Tn: Hecho.
Sg: Será mejor que lo digas en serio. A un hombre no le gusta que le mientan
acerca de ese tipo de cosas.
Muy lentamente se sentó, su lacio pelo colgando en su cara. Sacó la lengua y dejé caer las pastillas, luego le entregué el agua. Por un rato se quedó ahí, bebiendo agua y mirándome. No tenía idea de lo que venía después, lo que debería decir. Era mucho más fácil simplemente hacer bromas estúpidas que intentar ser profundo y significativo. Para ayudarlo.
Tn0: Lo siento
Sg: ¿Por qué? ¿Qué hiciste?
Preguntó en voz baja.
Tn: Me refiero a lo de tu Mamá
Encogió sus piernas, apoyó los codos en las rodillas y agachó la cabeza. No se escuchaba ningún ruido, excepto el del aire acondicionado al hacer clic, el
tintineo de los cubiertos o algo de la habitación de al lado. Cuando finalmente
levantó la mirada, vi sus ojos enrojecidos y cristalinos. Los míos de inmediato
hicieron lo mismo con empatía. No había una parte de mí que no doliera por él.
Tn: No sé lo que se siente, así que no voy a fingir que lo hago.
Sus labios se quedaron cerrados.
Tn: Pero lo siento mucho. Y sé que eso no ayuda, no realmente. No cambia nada.
Todavía nada. No puedo ayudarte y odio eso.
Lo cierto era que una parte de querer aliviar el dolor de otra persona era
hacerte sentir útil. Pero nada que pudiera decir quitaría su dolor. Yo podría exponerme por completo, entregarle todo, y aun así no detendría lo que estuviera mal con ella
Tn: Ni siquiera tengo una relación que funcione con mi madre, así que no
tengo idea. La verdad es que solía desear su muerte todo el tiempo. Ahora sólo
deseo que me deje en paz
Solté, luego me detuve, tambaleándome en mi propia estupidez
Tn: Mierda. Eso es lo peor que puedo decirte.
Sg: Continúa.
Mierda, hablaba en serio.
Abrí la boca y mi garganta se cerró. Las palabras fueron sacadas pataleando
y gritando.
Tn: Ella, um... nos abandonó, a mi hermanita y a mí. Papá se fue y ella se acostó.
Ese fue su gran solución para remediar el problema de nuestra familia
desintegrándose. Sin tratar de obtener ayuda, sin médicos, simplemente
tumbándose en la oscuridad sin hacer nada. Casi se quedó en su habitación
durante tres años. Un tiempo después, los servicios de protección de menores
vinieron. Nos las arreglamos para persuadirlos de que no era una completa
pérdida de espacio. Qué ridículo.
Me miró fijamente, sus labios delgados y blancos.
Tn: Llegué a casa un día y se sentaba en el borde de la cama con todas estas
pequeñas pastillas de colores alineadas en su mesita de noche. Sostenía ese gran
vaso de agua. Su mano temblaba tanto que salpicó por todas partes, su camisón se hallaba todo mojado. No hice nada, no al principio. Ese instante fue
terriblemente claro en mi cabeza. Al pasar por la puerta de la habitación,
decidiendo qué hacer. Sería homicidio, mantenerme al margen y dejar que
sucediera. Algo así te marca. Quiero decir, era tan tentador
Dije, con la voz quebrada
Tn: La idea de no tener que lidiar más con ella... Pero entonces pensé en mi hermanita, la habrían llevado a una casa de acogida y seguramente nos separarían.
No podía arriesgarme. Se encontraba mejor en casa conmigo.
Su mirada era desolada, con el rostro pálido.
Tn: Así que me quedé en casa para cuidarla. Intentó suicidarse un par de
veces más, luego se rindió en eso también, como si incluso morir fuera demasiado esfuerzo. Hay días en los que pienso en lo mucho que hubiera deseado haber llegado cinco minutos más tarde. Se las habría arreglado para terminarlo. Entonces me siento culpable por pensar de esa manera.
Ni siquiera parpadeó.
Tn: La odio tanto por hacernos pasar por eso. Sé que la depresión ocurre y es
una enfermedad grave, una enfermedad terrible, pero ni siquiera trató de
encontrar ayuda. Planeé sus citas con los médicos, trate de obtener folletos e
información y sólo... ya sabes, tenía hijas, no tenía el puto lujo de simplemente
desaparecer su propio culo.
Las lágrimas se deslizaron por mi rostro
descontroladas
Tn: Papá no era mucho mejor, al menos enviaba dinero. Supongo que debería estar agradecida de que no nos olvidara por completo. Le pregunté "por qué" cuando se iba y me dijo que no podía hacerlo más. Fue realmente una
excusa de mierda. Como si hubiera marcado la casilla incorrecta en un formulario o algo así y ahora lo siento, pero optaba por salir. ¿Familia? No. Oh mierda, ¿dije que sí? ¡Uy! Idiota de mierda. Como si diciendo lo siento cambiara todo cuando atraviesas la puerta. No aprecias la cantidad de tiempo que toma manejar una casa, pagar las cuentas, cocinar, hacer la limpieza, hasta que todo depende de ti. Tn: Tuve mi primer novio estuvo
conmigo por un par de meses, pero luego se resintió porque yo no podía salir los
sábados por la noche a los juegos y fiestas, y esas cosas. Él era joven, quería salir y divertirse, no quería quedarse cuidando de una maníaca-depresiva y una niña de trece años. ¿Quién podría culparlo?
Agaché la cabeza, tratando de alinear los detalles importantes en mi mente.
No era fácil, teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que pasé tratando de
olvidar.
Tn: Entonces mi hermana se rebeló y eso acabó por hacer todo mucho más difícil.
Ella odiaba a todo el mundo, ¿y quién podría culparla? Por lo menos cuando se
comportaba como una chica inmadura y egoísta escondía una razón real detrás de
ello. La atraparon robando en una tienda. Me las arreglé para hablar con el
propietario para que no presentara cargos. El susto pareció despertarla. Se calmó y regresó a su trabajo escolar. Una de nosotras tenía que llegar a la universidad porque yo lo intenté, pero no existía manera de que me mantuviera al día con la escuela por mi cuenta.
Que puta escena que hacía. Parpadeé con furia y sequé las lágrimas
Tn: Sabes, en realidad quería animarte o algo así. Cualquier cosa.
Su silencio me mataba.
Tn: Así que esa es mi trágica historia.
Le di una sonrisa. Sin duda, se vería tan de mierda como se sentía.
Sg: Mamá tiene cáncer de ovario
Dijo, con voz ronca
Sg: Le están dando un par de meses en el mejor de los casos...
Sentí como si mi corazón se hubiera detenido. El tiempo se detuvo. Todo.
Tn: Oh, mi amor.
Echó hacia atrás su cabello, entrelazando sus dedos detrás de su cabeza.
Sg: Ella está tan jodidamente feliz de que estés conmigo. Habló toda la cena sobre ti, de lo maravillosa que eres. Eres su sueño hecho realidad para mí. Ha estado
esperando a que me establezca durante mucho tiempo.
Asentí, tratando de darle una mejor sonrisa.
Tn: Ella es realmente genial.
Sg: Sí. Joder. Sin embargo, esa no es la única razón de esto entre nosotros... quiero decir... al principio fue una gran parte de la razón.
Agarró su nuca, sus músculos flexionándose
Sg: Hay más que eso ahora, que hacerla feliz antes de que...
Hizo una pausa, sus labios torciéndose, incapaz de decir la palabra
Sg: Sabes que hay más, ¿verdad? Ya no fingimos. Lo sabes, ¿no?
Tn: Lo sé.
Esta vez, le di una sonrisa completa
Sg: Está bien.
Así que nuestro comienzo fue dudoso. No cambiaba donde nos hallábamos
ahora.
Sg: ¿Vienes a tomar una ducha conmigo? Me tendió la mano.
Tn: Me encantaría.
Me mostró un valiente intento de sonrisa. El baño era amplio, mármol blanco con bordes dorados. Incluso teníamos un piano en la sala de estar. Al parecer, sus padres se alojaban en la suite presidencial por lo que nos tuvimos que conformar con lo segundo mejor. El
segundo mejor era bastante bueno.
Se quitó el bóxer corto. Dejé que el agua corriera hacia la temperatura
adecuada, permitiendo que la habitación se llenara lentamente con vapor. Sus
manos se deslizaron sobre mí desde atrás, tirando hacia abajo mis bragas y
sacando mi vieja camiseta. Era la única prenda que aprobó que usara
para dormir durante su sabiduría de ebriedad. Estábamos en nuestro pequeño y perfecto mundo en el calor de la ducha. Yoongi entró bajo el agua y empapó su
cabello, bajando por su hermoso cuerpo. Deslicé los brazos alrededor de su cintura, apoyando la cabeza en su pecho. Sus brazos alrededor de mí mejoraron todo.
Podríamos hacer frente a las cosas por separado. Por supuesto que
podríamos. Pero era mucho mejor juntos.
Sg: La peor maldita cosa es la mañana
Dijo, apoyando su barbilla en la cima
de mi cabeza
Sg: Por unos pocos segundos, todo está bien. Entonces recuerdo que está enferma, y... es que... Ni siquiera sé cómo describirlo.
Lo abracé con más fuerza, sosteniéndolo como si fuera su salvavidas.
Sg: Ahora está enferma. Aún no puedo creerlo.
Su pecho se movía contra mí
mientras respiraba profundamente, lo dejó escapar lentamente. Acaricié su espalda, la longitud de su columna, de arriba a abajo, alisando mis manos sobre las curvas de su culo, con mis dedos a la deriva sobre los bordes de su caja torácica. Permanecimos de pie debajo del agua caliente y lo tranquilicé lo
mejor que pude.
Dejándole saber que era amado.
Tomé la barra de jabón, pasándola sobre él, bañandolo como a un niño.
Primero su mitad superior, desde las líneas de sus hombros a los músculos de sus brazos, cada centímetro de su pecho y espalda. Lavar su cabello era difícil debido a la diferencia de altura.
Tn: Agáchate.
Vertí un poco de champú en mi mano y luego lo froté en su cabello, masajeando su cuero cabelludo, tomándome mi tiempo
Tn: Déjame enjuagarlo.
Hizo lo que le pedí sin comentarios, poniendo la cabeza debajo de la ducha.
Luego vino el acondicionador. Con cuidado, peine mis dedos a través de su
cabello.
Tn: No tienes permitido cortarte el pelo.
Sg: Está bien.
Tn: Nunca.
Me dio una casi sonrisa. Sin duda, se acercaba a una sonrisa cada vez más.
Una vez que estuvo terminada la parte de arriba, me arrodillé sobre los
duros azulejos, enjabonando sus pies y tobillos. El rocío de la ducha caía sobre mí, manteniéndome cálida. Cara a cara con ella o no, ignoré su polla gruesa. No era el momento. Los músculos de sus piernas largas y delgadas eran tan bonitos. Se estremeció cuando limpié la parte posterior de sus rodillas.
Tn: ¿Cosquilloso?
Sg: Soy demasiado varonil para ser cosquilloso.
Tn: Ah.
Limpio y más brillante del mundo entero. El agua se deslizaba por su cuerpo, resaltando todos sus picos y valles, la curva de sus pectorales y su piel de satén.
Sólo debería llamarle pastel y comérmelo con una cuchara.
Tn: No tengo idea de cómo llegué a ser tan afortunada.
Sg: ¿Amas tanto a mi trasero?
Tn: No, es más una especie amo todo-de-ti.
Sg: Gracias
Tn: De nada.
Sg: Lamento lo de tus padres, calabacita. Malditamente lo lamento.
Mis dedos se apretaron en sus caderas, involuntariamente. Un día, dejaría
de reaccionar así y lo dejaría ir.
Tn: Lo lamento por tu mamá.
Sg: Sí. Necesitamos pensar en cosas felices. Y ordenar un montón de tocino y huevos también wafles. ¿Te gustan los wafles?
Tn: ¿A quién no le gustan los wafles?
Sg: Exacto. Cualquiera a quien no le gusten los wafles debería de estar en el
maldito sistema penal. Encerrarlos y lanzar la llave lejos.
Tn: Absolutamente.
Sg: No más cosas tristes hoy.
Recogió el jabón y comenzó a lavarme, poniendo atención particular a mis
senos.
Tn: Hay una cosa acerca de la que pienso que deberíamos hablar
Sg: ¿Qué cosa?
Tn: Bueno, acerca de lo que dijiste anoche cuando volvimos aquí. Acerca de
empezar una familia.
Su mano paró, cubriendo mi pezón derecho.
Sg: ¿Comenzar una familia?
Tn: Sí. Dijiste que eras realmente serio acerca de eso. Incluso lanzaste todos
los condones por la ventana y tiraste todas mis píldoras por el inodoro.
Sg: Eso es malditamente serio. ¿Follamos anoche?
Agité mis pestañas y le di una mirada inocente, aunque diabólica.
Tn: No. Por supuesto que no.
Lo blanco de sus ojos se iluminó.
Sg: Dios... estuviste cerca de darme un
ataque cardíaco.
Tn: Lo lamento. Lanzaste todos tus condones por la ventana. Sin embargo, no podías encontrar donde guardaba mis píldoras. Luego te acostaste y procediste a nombrar a todos nuestros hijos.
Sg: ¿A todos?
Tn: ¿Supongo que ya no vamos a tener una camada de trece afortunados?
Sus cejas se arquearon hacia arriba.
Sg: Mierda. Um, tal vez no, ¿eh?
Tn: Probablemente sería lo mejor. Planeabas llamar a tres de ellos Jungkook.
Podría volverse confuso.
Sg: ¿Cuánta mierda hablé anoche, sólo por curiosidad?
Tn: No demasiada. Saliste de la cama un par de veces, tratando de besar los
dedos de mis pies y luego te fuiste a dormir.
Tn: Auch. Suave con mi cabeza
Sg:¿Qué pasa?
Tn: ¿No recuerdas?
Volvió su rostro un poco y me vio por el rabillo de sus ojos.
Sg: ¿Ahora qué?
Tn: Puede que me hayas pateado accidentalmente la cabeza, muy
suavemente, cuando te caíste del taburete del piano.
Sg: Oh, no. Joder.
Tn: No me heriste. Es un golpe pequeño.
Con el rostro demacrado, cuidadosamente lavó el champú de mi cabello, comenzando con el acondicionador. Se mantuvo sacudiendo la cabeza, con el ceño fuertemente fruncido.
Tn: Oye. Está bien. En serio.
Sg: Te lo compensaré.
Tn: Ya lo hiciste. Escuchaste mi historia sin juzgarme. Me dijiste que pasaba
contigo. Esas dos cosas son enormes.De verdad que lo son. Estamos bien.
Sg: Lo compensaré más. Joder, eso no volverá a pasar.
Tn: Está bien.
Sg: Lo digo en serio.
Tn: Sé que lo haces.
Me dio una mirada irritada y de pronto sonrió.
Sg: Sé que te daré. He estado pensando sobre esto por un tiempo.
Tn: No tienes que darme nada. Aunque wafles podría ser realmente una
buena idea, estoy hambrienta.
Terminé de lavar mi cabello, lista para salir.
Sg: Tendrás más que wafles.
Tn: Está bien.
Sg: Eres mi chica. Tienes que saber eso.
Tn: Sip.
Sg: ¿Veremos a donde nos lleva esto?
Si necesitas algo de mí, espero que me lo hagas saber.
Tn: Lo mismo va para ti. Cualquier cosa.
Sg: Gracias, calabacita.
Sonrió, se agachó y me besó
Sg: ¿Lista para una gira,Señorita Tn?
Tn: Absolutamente.
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Contrato de Amor
RomanceEstá es una secuela de Locura de una noche en dónde nuestro adorable Suga es el protagonista. Suga necesita sentar cabeza a sus 32 años sus padres ya están pidiendo. Tn a Sido tratada como una alfombra por la persona que ella consideraba su mejor am...