Cap 14 - Mama-

68 9 5
                                    

Para cuando mandé el quinto mensaje del día, la hora de la comida había
terminado.
Tn: puedo entregarle tus cosas a Jungkook y a Cassie si quieres. Solo déjame saber.
Como los anteriores, este mensaje no fue contestado. Zip. Nada. Nada. No pude evitarlo. Debía intentarlo de nuevo.
Tn: Espero que podamos seguir siendo amigos.
Al minuto que lo envié el arrepentimiento me inundó. Era una cosa aburrida, común y tonta para decir. ¿Por qué los teléfonos inteligentes no venían con un botón de "deshacer"? Ahora sería valioso tener esa aplicación. Debería haber intentado ser más original. Quizá si hubiera sido divertida, y añadido algo ingenioso. Pero de nuevo, no obtuve nada.
M: ¿Todavía enviándole mensajes?
Preguntó Matt desde donde se encontraba ocupado reorganizando libros en la sección de acción/aventura.
Tn: Mm hmm.
M: ¿Aún no responde?
Tn: No.
El peor lunes de todos. Logré convencer a Matt para que me permitiera
organizar la parte de atrás toda la mañana, eliminando así cualquier necesidad de conversación. Con solo dos, quizás tres, horas de sueño en mi espalda, no era humana. No realmente. Era una bola de tristeza insidiosa y molesta. ¿Ashley había calmado las necesidades masculinas de Min? Imágenes de ellos enredados llenaban
mi cabeza. Vi casi todo su cuerpo, así que los detalles eran vívidos.
Sí, mis pequeños y delicados sentimientos fueron adecuada y
verdaderamente heridos. Gracias a Dios Min se fue cuando lo hizo. Algo más de
tiempo juntos y habría quedado devastada cuando se fuera de gira.
Nada todavía en mi celular. Lo revisé dos veces para estar segura.
Decía la verdad con lo de la atracción fatal. Sin embargo, hasta hoy solo lo
aceché por mensaje de texto. Afortunadamente mantuvo su polla en los pantalones. Solamente su presencia me inspiró lo suficiente. El pensamiento de que podría perderlo por completo me hacía querer estallar en lágrimas y quebrar mierda (preferiblemente sobre su cabeza). La ira y la tristeza se adueñaron de mí.
¿Cuántos días han pasado desde que lo conocí? No muchos.
Tn: Jodidamente ridículo.
M: ¿Qué dijiste? .
Tn: Nada. Nada. Lo siento.
Matt se acercó al mostrador. De todas formas, me quedé golpeando el
teclado del computador, fingiendo que ingresaba facturas. Quizá si lo ignoraba se iría. Un par de días y estaría bien de nuevo. Hoy, sin embargo, necesitaba algo de espacio. No quería escuchar los detalles sobre quien sea que mi jefe se folló el fin de semana. Por favor entiende, no tenía celos, por primera vez. ¿O ya eran dos veces? Mi encaprichamiento por Matt misteriosamente (o no tan misteriosamente) desapareció. La fiebre de Min Yoongi es una cosa poderosa.
M: De verdad estás molesta por ese chico, ¿no?
Preguntó, sonando como si
fuera un concepto que desafía la lógica.
Tn: De verdad no quiero hablar sobre eso.
M: Escucha. Y si te invito a salir esta noche por unos tragos? Hay un nuevo bar en Chinatown. Podemos echarle un vistazo.
Tn: Realmente eso es muy bueno de tu parte. Pero ¿qué tal otra noche?
M: ¿Tienes planes?
Tn: Algo así.
Porque sentarme sola y melancólica, usando una de las camisas de Yoongi constituían mis planes.
Matt frotó su barbilla con la palma de su mano, sus cejas descendiendo.
M: Tn, siendo realista, tenías que saber lo que sucedería. Él es Min Yoongi. El
chico es una leyenda viviente.
Tn: Sí, lo sé.
Mis hombros se desplomaron. Aunque tenía una altura estándar, cerca de un metro sesenta, no podría haberme sentido más pequeña.
M: Chicos como ese no tienen una reputación por sus relaciones estables.
Tn: Yo, ah... Lo entiendo. Lo sé.
M: Oye, eres genial. Es su pérdida.
Tn: Gracias.
Ugh. La lastima en los ojos de Matt... matenme ahora. En este momento
una botella de tequila fue incluida en los planes de esta noche. Genial. Este era el
por qué nunca me preocupaba mucho por las citas, todo este momento justo aquí.
Los penes afuera y el amor propio estaban de regreso. No era que realmente se hubieran ido.
Tenía que volver a poner mi vida en contexto. Min era el idiota. No hice
nada malo. Excepto no tener idea de cómo manejar una situación difícil, por
supuesto.
Tn: Creo que deberíamos regresar a trabajar.
Realmente no conseguiría
mucho, pero aun así, debía fingir que me esforzaba porque él es quién me paga.
Matt cruzó y descruzó sus brazos, mirándome.
M: Escucha, ¿por qué no te
tomas el resto del día? Yo cerraré.
Tn: ¿De verdad?
M: Sí.
Sonrió, mostrando sus hoyuelos.
M: Dios sabe que te debo algunas
horas. Nunca has tenido un día de enferma.
Tn: Gracias, Matt
Mi gran y vieja bañera con patas en forma de garra era el mejor lugar del
mundo. Nada se podía comparar. La vida parecía mucho mejor dentro de sus
límites acuosos, jabonosos y cálidos. Si alguna vez tuviera que mudarme, era lo
que más extrañaría. He estado aquí, mojada, por una buena media hora.
Sinceramente, no tengo planes de salir. Me encontraba perfectamente satisfecha
vagando, mirando fijamente los azulejos de la pared y pensando en nada.
Grandes mares abiertos y furiosos llenos de nada.
Justo hasta que la puerta principal se abrió con un estruendo. Me puse
rígida, la adrenalina bombeando a través de mí.
Tn: ¿Qué demonios?
Sg: ¿Tn? -gritó Min
Luego la puerta del baño también se abrió ruidosamente. Agarré la toalla
blanca colgada en la barra sobre mi cabeza, sosteniéndola contra mi pecho.
Enseguida, la tela comenzó a empaparse de agua.
Sg: Tn.
Yoongi entró pisando fuerte, con rabia electrizante. Lo que hizo que su cabello se encrespara y sus ojos se oscurecieran. La puerta del baño se cerró de
golpe detrás de él.
Tn: ¿Min?
Sg: ¿Qué es esto?
Gruñó, empujando su celular en mi rostro.
Tn: Um, ¿tu celular? ¿Qué diablos estás haciendo aquí?
Sg: Quiero decir, los malditos mensajes que me has estado enviando.
Tn: ¿Qué?
Lo miré fijamente, atónita
Tn: Fuera.
Sg: No.
Tn: Si quieres discutir mis mensajes, puedes esperar hasta que salga de la
bañera y tenga ropa puesta.
Sg: Los discutiremos ya.
Para esta conversación, necesitaba una coraza. La maldita toalla no
funcionaba del todo. Crucé mis brazos sobre mi pecho, acurrucándome a mí
misma.
Tn: Esos mensajes son yo tratando de ser amigable después de ayer. Sin embargo, ¿tú irrumpiendo aquí de esa manera? Ya no me estoy sintiendo tan amigable. Maldita sea, fuera Min.
Sg: Estás terminando conmigo por mensaje.
No era una pregunta, era una
declaración. Una que en una pequeña parte me puso lívida, aunque el estruendo de las puertas y los gritos también pudieron haber ayudado.
¿Estaba loco? No, seriamente, ¿lo estaba?
Sg: ¿Ese pequeño pendejo de Matt te empujó a esto?
Tn: No. Reece no tiene que ver con esto, y de verdad no puedo terminar contigo porque ¿recuerdas la parte donde en realidad nunca estuvimos juntos? ¿Dónde todo era falso?
Sg: ¿Lo era, eh?
Se agachó al lado de la bañera, sus manos sujetaron el borde tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos.
Tn: Fuera.
Sg: No voy a ir a ningún lado hasta que hablemos de esto.
Las señales de autocompasión desaparecieron, reemplazadas por una
absoluta ira. ¿Cómo se atreve?
Tn: Si quieres hablar sobre esto, entonces deberías querer dejar de actuar
como un cretino. Interrumpiendo aquí y gritándome, acusándome de estupideces... no es inteligente.
Sg: ¿De verdad? Por qué no me dices lo que se supone que haga puesto que
no soy tan inteligente.
Se acercó sobre el lado de la bañera, sus ojos en el límite de lo maniático
Sg: Dime cómo se supone que maneje esto, Tn. Y usa palabras pequeñas, ¿está bien?
Traté de enderezarme, por lo que derramé agua. ¿Podía haber escogido un
lugar y un momento más incómodo para esto? y ¿cómo él se convirtió en la víctima aquí?
Tn: No quise decir... -comencé, pero bah, maldito. Si quería sentirse
insultado, podía hacerlo. Aclaré mi garganta, y comencé nuevamente
Tn: No llegaste a casa... no volviste aquí, al departamento anoche. Asumí
que te encontrabas con Ashley. Probablemente tus amigos lo sabrán, ¿cierto? Así que nuestra falsa relación está jodida.
Sg: No estuve con ella
Todo se detuvo.
Tn: ¿No?
Sg: No, toqué hasta calmarme, luego me tomé algo con los chicos. Jungkook dijo que te diera algo de tiempo para que te tranquilizaras. Pasé la noche en
la habitación de hotel de Jimin
Tn: Un consejo, la próxima vez cuando se trate de nosotros, trata de decírmelo
en lugar de a Jk.
Dejó escapar un lento suspiro.
Sg: Está bien.
Tn: ¿Pasaste la noche en la habitación de Jimin?
Esta versión de la realidad se
diferenciaba extremadamente de la detestable versión que me hice en la cabeza. Al principio no lo entendía.
Sg: Sí, lo hice.
Su mirada oscura vagó por mi rostro
Sg: No pensé cuando Ashley se acercó a mí después del ensayo. Cómo parecería y todo. No pensé en absoluto y luego no lo manejé bien.
Se detuvo, pero no tenía nada. Todo lo que podía hacer era no estallar en
lágrimas de alivio. No es que fuera a hacerlo público. Culparía al síndrome
premenstrual pero de ningún modo era la hora del mes.
Sg: Lo jodí y te lastimé. Lo siento.
Tn: Oh, no, no me lastimaste.
Me contuve de abrir los ojos, tratando de
mantenerme calmada
Tn: Quiero decir, hubiera sido bueno si hubieses contestado uno de mis mensajes pero... sí, no, exactamente no me sentí herida.
Sus cejas se levantaron y por un momento, no dijo nada.
Sg: Parecías dolida.
Tn: Bueno, no lo estaba. Me encontraba bien.
Solo me miró.
Sg: De verdad.
Las manchas bajo sus ojos regresaron. Parecía que anoche no durmió más de
lo que yo lo hice.
Tn: Todo está bien
Dije, no creyéndolo pero esperando que él lo hiciera. Mientras tanto, aun me encontraba desnuda en el baño, horriblemente expuesta
Tn: Ahora, ¿puedes irte por favor?
Las cejas de Yoongi se alzaron.
Sg: ¿Estás bien?
Tn: Síp. Ahí está la puerta.
Sg: ¿No te lastimé?
Tn: Noooo.
Sg: Está bien -dijo finalmente, su pulgar golpeando el borde de la bañera
Sg: ¿Entonces el trato sigue y todo está genial?
Tn: Seguro, creo. ¿Por qué no?
Le di mi muy grande y valiente sonrisa,
aferrando la toalla húmeda a mis senos, mis rodillas se flexionaron para ayudar a
cubrirme abajo.
Respiró fuerte por su nariz, sentándose en los talones. Eso era algo bueno. Él
lo aceptaba y avanzábamos, gracias Dios.
Tn: Estamos bien. No te preocupes.
Luego lentamente sacudió su cabeza.
Sg: Cristo, Tn. Estás tan llena de
mierda que ni siquiera sé qué demonios decirte ahora mismo.
Tn: ¿Qué?
Sg: Me escuchaste.
Tn: Pero...
Su mano se detuvo firme en mi nuca y estampó su boca en la mía. Mis
palabras fueron olvidadas. Su lengua se deslizó dentro de mi boca, provocándome. Su mano acunó mi cabeza, sosteniéndome fuera del agua. Me entregué a esto, a la presión demandante de sus labios. Moví mi
cabeza, logrando estar más cerca, yendo más profundo y empujándolo dentro de
mí. Si me ahogaba, valdría la pena.
No había delicadeza. El deseo puro tomó el control.
No me di cuenta de que comenzó a entrar a la bañera conmigo hasta que la
mitad del agua se salió por los lados. Nada de salpicaduras y tonterías, hicimos un malditamente buen derrame de agua. Entró con jeans, camiseta, botas y todo, sus piernas enredándose con las mías. Un brazo fuerte se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome cerca, el otro se abrazó sobre la bañera. Alguien nos debía mantener a flote porque, me encontraba demasiado ocupada teniendo mis manos
debajo de su camisa. Podría haberlo besarlo por días, pero tenerlo desnudo era importante.
Tn: Quítatela
Demandé, jalando el material hacia arriba.
Sg: Espera.
Se hizo hacia atrás sobre sus rodillas. Una de sus manos y dos de las mías se deshicieron de esa porquería.
La sensación de su carne era tan buena. Mis dedos no podían viajar lo
bastante lejos lo suficientemente rápido. Quería conocer cada centímetro. Mi boca
encontró la suya de nuevo y sí. Gemí y me agarró más duro. Nos presionábamos
juntos, piel contra piel en su mayor parte. Mis duros pezones rozaban su pecho.
Mierda, sí, fricción.
La fricción era hermosa, pero con vaqueros mojados apestaba. Deslicé una
mano debajo de su cinturón, agarrando su apretado trasero. Sus caderas se
flexionaron, presionándose contra mí, frotándose contra mí. Existía una gran
posibilidad de que esta bañera no fuera lo bastante grande para eso. Lo haríamos
funcionar. Mi codo golpeó un lado, haciendo vibrar mi hueso. Dolió como una perra. Debió notarlo, porque lo siguiente que supe era que girábamos. Más agua en
cascada en el suelo.
Sg: Arriba.
Tn: Bien.
Sus manos se deslizaron por mi piel, intentando mantener su agarre.
Sg: Mierda, estás escurridiza.
El hombre sabía cómo utilizar su cuerpo. Todo lo que podía hacer era
esperar, mis manos enredadas en su cabello largo. Su boca viajaba sobre mi
clavícula, hacia mi cuello, terminando con sus dientes en mi mandíbula. Cada
centímetro de mi piel se erizó. Mi barriga se tensó. Una larga mano palmeó mi
trasero, apretándolo. Los vaqueros mojados no eran tan malos después de todo.
Frotar mi coño contra su rígida erección me hizo sentir mejor que bien. No tan bien como se sentiría si estuviera desnudo, pero aun así.
Sg: ¿Escuchaste eso?
Tn: ¿Qué? No.
La única cosa que podía escuchar era mi corazón golpeando. Y de todas maneras, ¿a quién le importaba? Ahora no era el momento para escuchar. Era el momento de sentir y me sentía jodidamente fantástica sentada a horcajadas en él. Afortunadamente sabía priorizar. Encajé mis labios con los suyos, besándolo profundamente.
Se separó, haciendo su cabeza a un lado. Sg: Espera -dijo y se quedó
tranquilo-, mierda.
A la distancia, desde muy lejos (como en la habitación contigua), ahí estaba.
-¿ Yoongi? ¿Cariño?
Era la voz de una mujer, acompañada de varios pares de pies. Teníamos compañía.
¿Qué rayos?
Sg: ¿Mamá?
Respondió, su rostro se torció con incredulidad.
Oh, mierda, dejó la puerta delantera abierta.
Msg: Tuvimos un vuelo más temprano
Gritó su madre. Y para el registro,
sonaba como una mujer muy agradable. Pero mierda, no quería conocerla así. Qué maravillosa primera impresión.
Sg: ¿Lo hicieron?
Msg: No es un problema, ¿o sí?
Tn: ¿Tus padres vienen de visita?
Pregunté en un susurro furioso
Tn: ¿Ahora?
Apretó sus ojos cerrados y susurró su respuesta
Sg: ¿Olvidé mencionarlo?
Msg: ¿Yoongi? ¿Cariño? ¿Algo está mal?

Contrato de Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora