13. Quiero su marca Park

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Lisa escucha que Rosé vuelve, siente nervios estando en la habitación de la alfa, pero a la vez una gran desesperación, su loba cada vez está más ansiosa, su celo la vuelve cada vez mas primitiva, Rosé entra a la habitación y solo puede respirar el dulce aroma a frambuesas, parece que había logrado opacar incluso su fuerte aroma a pino.

-Los cachorros estará bien, ya di indicaciones, y nadie nos molestará.-Dice Rosé dejando muchas botellas de agua en las mesas de noche al igual que fruta y algunas comidas frías.
-¿Estas segura de esto?- Pregunta Rosé casi con esperanza de escucharla decir un si, la omega le había parecido atractiva desde el momento que percibió su aroma y cuando la vio, sintió una atracción, una que solo pudo definir como primitiva.

-Si, por favor, debería, debería marcarme.- Dice Lisa.

-No estás pensando claramente es tu celo el que habla.- Dice Rosé.

-Estoy pensando en mi cachorra.- Dice Lisa y Rosé siente como su loba se remueve feliz en su interior, pensando en que se refiere a Noa como su cachorra.

-¿Noa?- Pregunta Rosé sin entender.

-Si, ella me dice mami, está en el preescolar más importante del país, si ella me llega a llamar en la escuela, no quiero que la vean mal, es la cachorra de una maestra sin marca.- Dice Lisa.

-Si, entiendo pero ya solo trabajabas esta semana, estarás ausente tres cuatro o días, solo irás el viernes.- Dice Rosé.

-Así sea un día, yo quiero llevarla e ir por ella después de clases, necesito su marca Park.- Dice Lisa casi con necesidad y Rosé no sabe si es su loba la desesperada o Lisa.

-Lo haremos entonces.- Dice La alfa tomando a la omega de una manera delicada, colocando sus manos en el cuerpo de la omega casi como si la acariciara, y Lisa sintió de inmediato la diferencia entre su tacto y el del padre de su cachorro.

-Rosé.- Dice en un gemido necesitado.

-¿que necesitas Lisa?- Pregunta Rosé viéndola a los ojos.

-No nos dejes.- Dice Lisa bajando la vista, Rosé toma el mentón de la castaña y comienza a repartir besos por todo su rostro, besos tiernos y delicados.

-Nunca, lo prometo.- le dice y comienza a besar los labios de la omega y comienza a quitar la ropa de la castaña, sin dejar de darle besos repartiéndolos por el cuerpo de la omega conforme le va quitando las prendas y va admirando su belleza, acariciando su piel, encuentra algunas pequeñas cicatrices, sabe que no es el momento pero conoce esas cicatrices, son de heridas no del cachorro, así que se dedica a pasar sus labios de manera delicada provocando en Lisa movimientos de cadera buscando el roce con el miembro de la alfa, Lisa toma la cabellera de la rubia y la besa con algo más desespero, Rosé baja su pantalón y deja a su miembro expuesto se coloca un preservativo y entra en la castaña de manera lenta sin dejar de besar a la omega.

Una omega para mi cachorra (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora