3. Alfa, cachorra y omega.

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Rosé había pensando toda la semana la conversación con su pequeña, si su cachorra necesitaba una omega, ella se la daría.

Lisa se prepara para terminar otro día de trabajo, guarda sus cosas en su maletín, y espera que hubiesen ido por todos los cachorros, ella también tenía un cachorro al que cuidar, ve a una pequeña, sola esperando, una hermosa cachorra rubia, con ojos cafés como la avellana y unas mejillas como ardillita, y no hay nadie cercas, no era de sus alumnas pero claro que no la dejaría sola ahí.

-¡Hola pequeña, soy la maestra Lisa!- Saluda la castaña.

-oh, hola maestra.-Dice la pequeña sonriendo viendo a Lisa.
-Yo, yo la conozco, yo quería estar en su clase.- continúa la pequeña y Lisa le sonríe.

-¿Enserio? ¿Como te llamas?-Pregunta Lisa bajando al nivel de la pequeña.

-Si, yo quería que me diera clases pero mamá, no pudo cambiarme a su clase, porque, porque usted da clase a niños más grandes.- Explica la pequeña y Lisa asiente escuchándola acariciando su cabello.
-Me llamo, me llamo Noa, Noa Park.- Responde la pequeña.

-Tienes un hermoso nombre Noa.-Le dice Lisa sentándose a su lado.
-¿tu mami ya llegó? ¿Habla con tu maestra?-Pregunta Lisa.

-No, mamá no ha llegado, mamá siempre llega a tiempo, ella dice que yo soy primero, antes que su trabajo.- Dice la pequeña triste viendo a su alrededor.

-No te preocupes esperaré contigo.- Dice Lisa y toma su móvil para llamar a su casa, y lo hace oculta nuevamente.
-Sorn, perdón, pero, aún no pasan por una pequeña.- Explica Lisa.

-No te preocupes Lisa, te espero.- Dice sonriendo.
Lisa termina la llamada cuando siente un aroma un delicioso fuerte aroma a pino, en una temporada otoñal la hacía muy feliz, sin darse cuenta que Rosé percibe el aroma a frambuesas, el fruto preferido de ella y de su cachorra.

-¡Es mamá!- Grita la pequeña emocionada y Lisa exhala por fin podría ir con su cachorro, y lo mejor que era Viernes, Lisa se pone de pie, mientras ve a una hermosa alfa, la dueña del delicioso aroma a pino, la versión adulta de la cachorra una hermosa e imponente alfa rubia, que desbordaba elegancia y poder.

-Noa, perdón amor, perdón cachorra por llegar tarde.- Dice Rosé abrazando a la cachorra fuerte, besándola, pero se detiene al percibir el aroma a frambuesa.

-Disculpe, usted, usted no es la maestra de Noa.-Dice extrañada Rosé.

-No, no lo soy, la vi afuera esperando, no podía dejarla sola.- Responde Lisa.

-mamá, ella, ella es la maestra, con ella quería ir a clases.- dice la pequeña hablando rápido.

-Oh, muchas gracias y perdón por quitarle su tiempo, ¿si hay alguna manera en que pueda compensarla?- Dice Rosé viéndola a los ojos.

-No hay problema, no es necesario hacer nada, si me disculpa me tengo que retirar.- Dice Lisa apresurándose.

-Maestra, podría mañana venir a mi casa, solo una hora, tengo, tengo algo que ofrecer.- Dice Rosé.

-Podríamos vernos mañana aquí, ¿a medio día?- Responde Lisa sin saber como se le ocurrió quedar con la mamá de una cachorra que ni siquiera era alumna suya.

-Excelente, hasta mañana.- Responde Rosé y Lisa sale casi corriendo a su automóvil.

Una omega para mi cachorra (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora