15. La marca.

747 92 0
                                    

Lisa se despierta primero, ve la hora y apenas son las 6:30am, ve a la alfa a su lado, rodeándola con sus brazos, y siente como su loba se pasea feliz dentro de ella, pero luego recuerda que aun no le pertenece aun no es su alfa, y ella no es su omega, abraza a la alfa, y Rosé despierta por el aroma de la omega, siente como Lisa está triste, ese aroma que tanto le gusta, es tan fuerte que la envuelve.

-Buenos días hermosa omega.- Saluda Rosé tomando el mentón de la castaña para después depositar un tierno beso.

-Buenos días alfa.- Responde la omega con media sonrisa.

-¿Tienes hambre?- Pregunta la rubia y Lisa solo niega.
-¿Te puedo marcar ahora?- Pregunta y ve el rostro de la rubia cambiar.

-¿estas segura?- Pregunta la omega.

-Por supuesto.- Le responde Rosé besando los labios de la castaña casi con desespero y Lisa rápido se monta en la rubia, Rosé sonríe ante la imagen que tiene en frente, con Lisa desnuda sus pequeños y redondos pechos, mientras se mueve contra su miembro.

-Lisa.- Dice Rosé en un gemido ahogado mientras Lisa toma el miembro de la rubia, y lo acomoda en su entrada.

-Dime.- Responde Lisa con una voz igual de necesitada.

-Espera, preservativo, Leo es muy, Leo es muy pequeño, si queremos cachorros, tenemos que esperar un año, antes de.- Dice Rosé entre gemidos, y para de hablar cuando siente cómo está dentro de la omega.

-¿No quieres cachorros conmigo?- Responde Lisa mientras se mueve en la rubia.

-Ya te dije pienso en tu, en tu salud Lisa.- Responde Rosé ahogando gemidos.

-Rosé es el momento, por favor márcame.- Dice Lisa suplicante la omega, sintiendo el máximo placer con la rubia, Rose sonríe viendo el rostro rojo de la omega, la gira depositándola en la cama sin salir de la castaña provocando un gemido de la omega, inicia besando la mejilla para luego bajar al cuello de la omega y cuando llega a la clavícula pasa su lengua, saborea el sabor de su piel, su aroma mezclado con su sudor Lisa era deliciosa, no le importaba quien era antes de ella, con quien estuvo, quien era el alfa que la abandonó, o porque terminó sola con un cachorro, ahora esa hermosa omega era suya y nadie la separaría de ella, con esos pensamientos deja su marca en Lisa mientras escucha el grito ahogado de la omega, que se esconde en su cuello, lamé la herida que dejó en ella, limpiando con su lengua la sangre que escurría, y la abraza, siente como habían llegado al orgasmo sin soltarla reparte besos en su rostro, y espera que el nudo se deshaga.

-¿Estas bien?- Pregunta Rosé.

-Si, lo estoy, tengo sueño y algo de sed.-Responde Lisa bostezando.

-Duerme, aquí tengo agua pero, claramente no me puedo mover.-Dice Rosé refiriéndose al nudo y Lisa sonríe.

Una omega para mi cachorra (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora