Capitulo 33

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IZUKU

Pareció pensarlo―Debussy―Respondió dubitativo de sus propias palabras con una sonrisa de lado―En realidad no lo sé, elige el que más te guste―Cuando se proponía ser muy cauteloso con sus palabras lo lograba como ahora.

―Bueno "Claro de Luna" es hermosa―Agarré el disco y lo posé sobre sus manos―Mi madre solía escucharlo. Este era uno de mis favoritos―Sonreí

Se mantuvo en silencio con una curvatura en sus labios, se fue acercando hacia mi, esa mirada que me dedicaba me dejó sin aliento y sin poder moverme de mi sitio, me agarro de la mano con ligereza y fue entonces cuando comprendí que es lo que quería hacer, la melodía que antes no había escuchado se hacía presente, más bien esa melodía qué había recomendado en el reproductor antiguo sin embargo elegante de música.

Él me agarró mi cintura, logrando abarcarlo en su totalidad, enrojecí al instante, su mano derecha dejó de sujetarme para agarrar la palma de mi mano, una vez que la entrelazó levantó mi brazo en completamente para tener más accesibilidad a darme una vuelta lenta, sin tener más salida gire y mis pies casi tropiezan pero su estabilidad me proporcionaba una mejor confianza en que no me caería, ya no más a pesar de mi falta de habilidad para el baile

―¿Pasa algo?―Preguntó, al parecer mi rostro me había delatado con tanta facilidad que me sorprendió.

―No bailó muy bien…―Murmuré
Lo pensó unos segundos para luego mirarme de arriba hacia abajo con malicia en sus iris―Puedo hacerte bailar―Inquirió retadoramente aunque podría interpretarse en doble sentido

―No me das miedo en lo absoluto―Refuté, sonriendo descaradamente

Rio en lo bajo como una linda melodía en una caja de música para dormir, luego suspiró cansado―No debiste de haber dicho aquello―Tan pronto como di un pestañeo me agarro del brazo con aquel fuerza que me hacia doler esa parte del cuerpo, juraría qué algún día iba a estar sin ellos, salimos de su hogar por la puerta de su habitación, que por cierto no lo había notado y que además estaba abierta.
Se sujeto de esos árboles que eran comunes en el lugar, y mis pulmones no tenían oxígeno suficiente para soportar todo lo que estaba sucediendo.

―Sujétate bien, que esto será una sensación nueva―Comenzó a trepar el tronco del árbol con demasiada facilidad, cuando estuvimos en la copa de ella me miró por el rabillo del ojo, tal vez un poco serio―¿Confías en mí?―Esa pregunta no parecía tener sentido después de todo lo que había pasado pero él parecía siempre olvidarlo, mi respiración agitada no me dejaba pensar bien y dije lo que primero que pensé

―Dentro de lo que cabe la palabra, sí.

―Entonces, ten los ojos abiertos, te gustara la vista―Me arrepentí de inmediato de hacerle caso, él había saltado hacia otro árbol como si de un superhéroe se tratara y la volvió a escalar.

Antes de llevar a la cima se detuvo en un par de ramas en donde me posicionó entre ellas para no caerme. Por su parte él parecía muy confiado de lo que hacía, como algo de la rutina, esperaba que esa confianza se me transmitiera a mi también pero el mirar abajo no me resultaba muy agradable. Mis ojos se cerraron con fuerza y mire al frente tratando de borrar de mi rostro el horror de caerme, cuando lo hice quedé atónito ante la belleza del paisaje. Los árboles verdes y empinados, el cielo claro con nubes suaves y los miles de diferentes colores, que creo que eran flores, dándole un fondo agradable a la vista.

―Esto… ―Mordí mi labio superior―Es tan irreal―Suspiré al ver el suelo

―Deberías acostumbrarte de ahora en adelante porque desde ahora, lo verás muy seguido

Sus palabras me volvieron a la realidad, lo cual no resultó muy placentero porque mis extremidades se encontraban engarrotadas a las ramas del árbol, como si fuera parte de el. Shoto se dio cuenta de ello después de que temblé un poco al ver que la rama se curveaba un poco y me agarró por los hombros con fuerza.

𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓑𝓪𝓳𝓸 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora