Capitulo 34

1 1 0
                                    

NARRADOR

Shoto rápidamente se separó, ordenó la habitación, acomodó la ropa de ambos para que parecía todo en orden y se acercó a Izuku en busca de hacerlo entrar en razón, bajándole la calentura del momento en tan solo dos segundos. Si que servía de mucho ser vampiro en este tipo de casos ¿No es así? Definitivamente sí, un adolescente corriente no podría haber hecho todo eso en tan poco tiempo, ni tampoco emitir ningún sonido como lo hizo el bicolor.

―Izuku―Susurró―Tienes que hacerte el dormido ¿Puedes hacerlo no?

―S-sí―Respondió

El pobre pecosito, en lo poco que podía ver debido a la oscuridad y sus pocos reflejos al ver como su novio se movía de aquí para allá en un pestañeo lo dejó desconcertado. Por supuesto que escuchó el golpeteo en su puerta, su padre entraría en poco tiempo para verificar si todo estaba en orden y eso lo tenía más que preocupado, <<Otra mentira>> Murmuró su subconsciente. Debió de haber bajado la voz, debió de haber podido controlar la situación, él debía saber que su padre estaba cerca y que los escucharía en poco tiempo, según él era su culpa, aunque no debería aún tener el completo raciocinio para saber que no era del todo su culpa la situación.

Miro la ventana un momento, la completa oscuridad de la nada podía apreciar, los residuos de la nieve en su ventana y luego no pudo ver más nada; recordaba hace unos segundos antes, sí, porque para él fueron segundos, que estaba nevando afuera, sin embargo ahora no se mostraba ningún rastro de que pequeños copos de nieve cayendo del cielo. Se sintió más que aliviado de que al parecer del día siguiente se acercaba un buen clima. Volteo la mirada tratando de enfocar a su acompañante pero no encontró nada.

Toc

Toc

El peliverde no era tan tonto como para contestar al llamado, se tumbó en su cama a la vez que con sus frazadas se cubría el cuerpo, su erección había desaparecido por completo ante el traqueteo del momento, dejándolo un poco insatisfecho de que no pudo lograr su punto de liberación. Estaba fastidiado, e irritado entonces sin poder hacer más nada cerró los ojos mientras fruncía el ceño y su boca se volvía una línea. Trato de disipar el enojo floreciente respirando lentamente que para su buena suerte lo logró en el instante en que la perilla se torcía y la puerta se abría como película de terror.

―Estaba seguro que escuché a Izuku―Murmuró―La edad me esta comenzando a afectar la cabeza―Finalizó antes de volver a cerrar la puerta despacio

El menor se quedó unos minutos en su sitio, quedito, solo era un por si acaso su padre no se había ido del todo de su habitación. Se sentía ilegal engañarlo de aquella forma, y lo peor es que su padre era jefe de policía. Trago hondo, solo se estaba torturando así mismo por algo insignificante.

―¿Si sabes que ya puedes actuar normal no?

―¿Así?¿Y cómo estoy completamente seguro que eres tú y no mi padre igualando tu voz?

―Mmm... déjame pensar―Se acercó a su mejilla pecosa plantándole un beso casto―¿Esto es suficiente para que me creas?

―No lo se, eso lo pudo hacer Yagi también―Sonrió divertido

El bicolor se acercó mucho más a su rostro, besando cada facción de su cara con dulzura y dejo como último sus labios voluminosos. Lo besó indecentemente con su toque personal para que no haya dudas de que era él el que le ofrecía cada caricia y el único que podía probar sus labios, era completamente suyo. El otro abrió sus ojos más que impresionado de lo que acababa de suceder, ni siquiera pudo seguirle el ritmo al momento en que aquellos labios fríos se unieron a él.

𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓑𝓪𝓳𝓸 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora