Capitulo 35

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IZUKU

―¡Ya te lo dije Shoto, no insistas!―Cerré la puerta de un portazo, mientras el corazón se me estrujaba―Esto se acabó―Di un alarido en el momento exacto, mi padre estaba escuchando

Corrí escaleras arriba, pensando en la manera de cómo lograr librarme de sus cuestionamientos sin llegar a lastimar nuestra relación familiar, cada pisada a pesar de ser rápidas me dejaban pensar con apuro, tan solo tenía cinco minutos para acabar con todo, solo de mi dependía de que mi Yagi tenga una última buena/mala impresión de mi, decía última porque no sabía si llegaría a volver con él una vez más. Llegué a mi habitación y la cerré con seguro, no espere mucho para escuchar el sonido de unos nudillos preocupados por mi accionar, después de todo nunca había hablado, ni tampoco accionado así, esperaba que me creyera a pesar de ser un mal mentiroso.

―Ey, Izuku―Me llamó, mientras sacaba mi ropa al azar, bueno, más bien solo metía la cosas mal dobladas, pero eran las necesarias, mientras que con rapidez abría la ventana y le daba una señal al de abajo para que pueda entrar―¿Todo está en orden? Te vi alterado allí afuera―Carraspeó―Ese chico... Todoroki ¿Te hizo algo?―Me congelé

―Terminamos―Respondí en un tono más alto para que logré escucharlo detrás de la puerta

―Pensaba que estaban conociéndose

―Y así era, hasta hace unos horas

―¿Te propuso ser....?―

―Sí―Ataje

―¿Terminó contigo al final?

―Yo terminé con él―El bicolor me codeo, aguantando la pequeña carcajada que se asomaba por sus labios―Ahora necesito espacio ¿comprendes?―Él cerró el cierre y me acomodó la mochila en el hombro mientras se escabullía por la ventana

―Recuerda, cinco minutos

―Lo sé. No es tan fácil como parece

―Bien, te esperaré abajo―Asentí, él se tiró de la ventana desapareciendo de mi vista y me dirigí a la puerta para abrirla.

Yagi seguía en la puerta, lo miré sutilmente para que me de espacio y así lograr entrar en el cuarto de baño. Podía sentir su mirada intensa en mi espalda, inspeccionando lo que colgaba de mi hombro, analizaba mis movimientos con sumo cuidado y yo estaba nervioso, sin embargo la tristeza de no volverlo a ver me llenó los ojos de lágrimas, un punto necesario en una situación cómo esta.

―Creí que te gustaba―Inquirió con incomodidad

Volteé, mirando el suelo con angustia, pase por su lado ignorando por completo lo que había dicho, pero podía escuchar sus pasos detrás de mí y muy cerca, más de la que quisiera, pase por la sala dándole una última mirada a esos muebles, el suelo adornado por pequeños retazos de madera y la angosta chimenea, que nunca se usaba a menos que fuera navidad, ahora, faltaba mucho para la fecha e iba a ser menos doloroso para él extrañarme. Mis dedos sintieron la fría madera del picaporte apuntó de ser desliza a un lado para ser abierta, más no llegó a hacerse realidad.

―Hey, ¿A dónde vas?―Miró más detenidamente mi mochila―¿Y por qué cargas una mochila?―Esperó mi respuesta impaciente mientras que yo sentía que se hacía un nudo en mi garganta

―Me voy de aquí―Respondí en un tono serio, incluso alto―En el camino le escribiré a mamá―Intenté doblar el picaporte pero él retuvo la puerta

―¡¿Qué?!―Hizo una mueca disgustado―¡¿Por qué?!―Musito en una mezcla de desesperación y temor―Sí ese joven te hizo algo yo pu.. ―

―No Yagi, no me hizo nada

𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓑𝓪𝓳𝓸 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora