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-Vuelvo luego, tengo que hablar con Claudia.
-Mucha suerte, Carla. Saldrá bien.

Carla la abrazó con fuerza.

-¡Gracias, tía! Necesitaba que alguien me dijera que era una buena idea, sentía que era presionarla.
-Que va. Tú solo vas a ver cómo está y si ves que es el momento... ¡Bum! ¡A tope! ¡A por todas!
-¿Tú seguro qué estás bien?
-Sí, en serio. Vete. -Sonrió. -Yo dormiré otro rato y cuando me encuentre bien bajaré a dar una vuelta, quizá vaya al lago un rato a leer. Pero solo si me encuentro mejor.
-Buen plan, según vayan las cosas quizá te acompañe. Veremos a ver. Chau chau.

En cuanto Carla se fue, Aida cogió su móvil. Estaba deseándolo.

¡Tenía 2 mensajes de Lucía!

-Buenos días, alteza.

-Mi amor, hoy quédate en la cama tranquila y bebe mucha agua. Las resacas son lo peor.

Se sintió fatal por no haberla leído antes. Tenía excusa, pero aún así...
Además, con esos 2 mensajes su día entero había mejorado. ¿Patético o estar enamorada? ¿Ambas?
¡Qué mas daba! ¡Estaba feliz! Era lo que importaba.

Y entonces algo se la vino a la mente. Algo en lo que no había pensado debido a la emoción.

¿Cómo sabía Lucía qué se había emborrachado?

-Buenos días, Lu. Siento no haberte contestado, me desperté fatal y estuve recibiendo cuidados de Rose y Carla. He mandado a esta última a mantener una conversación importante con Clau 🤭. ¡Ya te contaré! Espero que todo vaya bien.

-Por cierto, ¿cómo sabías tú qué tendría resaca?

En seguida la salió que Lucía había visto sus mensajes.

Esperó pacientemente una contestación pero esta no llegó tan rápido como esperaba.

Dejó el móvil en la mesilla y trató de dormirse.
Fue justo cuando lo estaba consiguiendo que la sonó el móvil. Lo cogió rápidamente.

-Clau me contó, alteza.

Aida sintió el enfado recorrerla. Iba a matar a Claudia.

-¿Amor? ¿Todo bien?

-Sisi. Voy a descansar un rato, la resaca me está matando.

-Me parece maravilloso. Cuando estés mejor, hablamos.

-Genial, estoy deseándolo.

Lanzó el móvil sin importarla si se rompía.

El malestar seguía ahí, pero ya era secundario. Ahora tenía otras cosas en mente.

Esperaría un rato y luego escribiría a Carla para saber si había terminado de hablar con Claudia porque después, sería su turno.

***

Lucía tenía tanta conexión con Aida que sabía cuando estaba mosqueada hasta por mensajes.

Decidió darla espacio, ya hablarían cuando estuviera mejor.

Lo importante es que la había contestado y parecía estar bien a pesar de lo que Claudia la había dicho. Aquel mensaje la había dejado muy preocupada.

Además, debía ir con su familia. Era lo que pensaba hacer antes de que el móvil la notificara de los mensajes de Aida.

-Hola... -Dijo tímidamente sentándose en el que había sido su sitio habitual antes de haberse marchado a Miami.

-Voy a por tu desayuno. -Carmela la sonrió.

Lucía se dio cuenta de que todos habían acabado ya pero se quedarían con ella hasta que ella se tomara su desayuno.

-¿Vas a contarnos qué tal? -Preguntó Gabi interesada.

Pronto recibió una patada en la espinilla de parte de Sofía.

-¡AU! ¡¿Pero tú de qué vas?!
-Prometimos no presionarla, idiota. ¿O es qué acaso lo has olvidado?
-No importa, kuki. Quería contároslo igualmente.

Gabriela la sacó la lengua a Sofía y esta la dio un golpe amistoso en el hombro.

Lucía sonrió. La encantaba estar allí con sus hermanas y sus padres.

-Ten, cariño. -Carmela dejó el plato frente a ella. -Te lo he calentado, se te había enfriado.
-Gracias, mamá.
Extendió los brazos y la abrazó con fuerza.

-Ha dicho que nos va a contar lo que pasó. -Sonrió William. -Es muy valiente nuestra niña.
-No es para tanto, papá. -Bajó la mirada. -Es que... echo mucho de menos a una personita muy especial...
-Es la de tu cuarto, ¿a qué sí? -Intervino Sofía. -La de la pancarta que tienes colgada.

Lucía asintió y se secó una lagrima rebelde.

-Lo que he vivido junto a ella ha sido intenso. Muy pero que muy intenso. Teniendo en cuenta que es... -Inspiró hondo. -La reina de Nordlichter.
-¡¿La reina de qué?! -Exclamaron todos.
-Nordlichter... Pidió ayuda por ella y su familia.
-Lo leí en las noticias. -Dijo Carmela triste. -Ese pobre rey...
-Sí, Peter murió a manos de ese hijo de..
-Lucía.
-Perdón, papá. Recuerdo lo que quería hacerles a Aida y su familia, lo que le hizo a Peter y...

-¿Aida?
-Sí, Gabi. Aida. -Sonrió. -Mi niña guapa.
-No estás enamorada ni nada. -Sofía enarcó una ceja.
-Kuki, no seas mala. Y dejarme terminar mi historia, anda.
-Tienes razón, cariño. No dejamos de interrumpirte todo el rato.
-Gracias, mamá. -Sonrió. -Bueno, como decía. Aida pidió ayuda y la acompañamos a Nordlichter para conseguir acabar con Alejandro. No matarlo, mamá, no me mires así. Lo que hicimos fue mandarlo derechito a la cárcel.
<<Aidi y yo tuvimos una discusión por lo que pasaría a continuación. Ella reinaría pero yo quería volver aquí con vosotros y acabar mi carrera. Además, no sé si estoy lista para estar junto a una reina... y tan lejos de aquí, además.

-Esto es como una telenovela, voy a por mis palomitas.
Lucía le sacó la lengua a Gabriela.
Sabía que solo bromeaba para que no se pusiera triste.

-Finalmente... hemos decidido separar nuestros caminos temporalmente. Yo... yo estaré aquí y ella... allí.

Lucía escondió la cara entre sus manos.
No quería que la vieran llorar. No había pasada ni un día y ya la echaba demasiado de menos.

Sofía fue la primera en levantarse y abrazarla, después, uno a uno, la imitaron, todos se fueron uniendo a aquel abrazo que Lucía necesitaba tanto.

-Te queremos, cielo. -Susurró Carmela.

Espero que os haya gustado este capítulo. Desde que lo han dejado me cuesta mucho escribir 💔.
Por cierto, ¿habéis visto que Aidi saca tema el 6 y Lu el 8?¡Estoy deseándolo!

La reina de Nordlichter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora