7 años más tarde
-Cariño, dile a Peter que se siente. Está otra vez de pie en el asiento ensuciándolo todo.
Lucía soltó un suspiro y se acercó para obligar a Peter a sentarse.
-Está hoy muy inquieto. Emma sin embargo, está tan dormida...
Aida sonrió.
-Quién diría que son gemelos, ¿verdad? Son el día y la noche. -Los observó una vez más. -Pero hoy entiendo a Peter. Va a ver a su abuela y a su tía.
-Sí, es verdad. -Lucía se inclinó hacia su hija de 10 meses, que estaba durmiendo sobre el pecho de Aida. -¿Y cómo está mi pequeña Leire?
La apretó los mofletes con suavidad.-No ha parado de dormir desde que hemos salido y menos mal.
-Esperemos que salga a su hermana y no a su hermano.
-Estoy de acuerdo.***
-¡Abuela!
Anna se agachó para quedar a la altura de los gemelos.
Peter empujó a Emma cuando esta iba a abrazarla también.
-¡Peter! -Lo regañó Aida acercándose. -Eso no se hace.
-La abuela me quiere más a mí.
-¡Eso no es verdad! -Lloró Emma alzando los brazos para que Aida la cogiera.-Claro que no es verdad. Los tres sois mis pequeños y no quiero a ninguno más que al otro.
-¿Leire también? Vaya mierda.-Peter. -Lucía se agachó frente a él. -¿Por qué te comportas así?
-Es que estoy harto.
-¿Harto? Si con 6 años estas harto...
-Es que ya no me hacéis caso.Lucía intercambió una mirada preocupada con Aida.
-Siempre te hacemos caso, cielo. Bueno, cuando podemos.
-Pero si siempre estáis con Leire o jugando a tomar el té con Emma.
Aida bajó a Emma al suelo y le tendió a Leire a su madre.
-Peter, sentimos si te has sentido así. Pero te prometemos que te queremos muchísimo, ¿vale?
Se agachó para abrazarlo.
-Entonces, ¿vendréis a jugar a las carreras conmigo en el jardín?
Aida y Lucía asintieron.
-Y a todo lo que tú quieras, enano.
-Yo quiero jugar a tomar el té.
-¿Y por qué no hacéis una cosa, chicos? Podéis mezclar tantos juegos como queráis. Así será más divertido.
Emma dio saltitos de emoción.
-Parece guay.
***
-Me voy a duchar. Se nos ha hecho tarde y no queda mucho para la boda de tu hermana
-Vale, Lu. Yo voy preparando a los niños.
-Mis padres y mis hermanas estarán al caer.
-Sí, dijeron que llegarían ya preparados para la ceremonia.Aida dejó un beso en sus labios antes de alejarse.
-Pete, Em. ¿Dónde estáis, gamberrillos?
Escuchó unas risas provenientes del armario.
Aida sonrió.
Abrió el armario y tomó a cada uno lanzándolos sobre la cama para empezar a hacerles cosquillas.
Los niños reían sin parar suplicando que parara.
-Venga, va. Hay que vestirse.
-¿La tita se va a casar?
-Sí, cariño.-La prima Valeria dice que va a llevar los anillos.
-Sí, Pete. Y tú las arras. -Sonrió acariciándole la mejilla. -Y Em va a ser la niña de las flores y las va a ir tirando de una cesta muy grande que la van a dar.
-¡Qué guay!-Sí. Por eso hay que vestirse ya, para que lo divertido empiece ya.
Emma y Peter corrieron a sus respectivas camas para coger sus trajes.
-¡Yo primer! -Chilló Emma.
-¡No, yo! Que para eso nací antes.
-Solo por 15 minutos.
-Pero esos 15 minutos me hacen mayor.Emma lo sacó la lengua.
-Bueno, vale ya.
-¿Te ayudo?
Anna se asomó por la puerta.
-Gracias, mamá. -Le tendió el traje de Peter. -Viste a Pete, por favor.
Anna tomó el traje y se agachó frente a Peter.
-A ver lo mayor que eres para vestirte.
Peter sonrió orgulloso mientras le enseñaba a su abuela que ya era un chico grande.
***
La boda dio comienzo con una Emma sonriente mientras cruzaba el pasillo tirando las flores. Apenas podía con la cesta.
Cuando terminó, Aida corrió en su dirección para sentarla en un banco que habían reservado para Emma, Peter y Valeria.
-Tienes que quedarte aquí bien sentada y portarte bien, ¿vale? -La susurró.
-Sí, mami.Dejó un beso en su cabeza y corrió de vuelta a su sitio.
-¿Cuánto crees que aguantarán esos tres sin liarla?
Aida se rio.
-Quiero tenerles fe pero no les doy más allá de 10 minutos.
Se rieron.Aroa y Alex (no el de Aida obviamente) dieron el "sí quiero".
Y mientras los miraban, Aida y Lucía no pudieron evitar acordarse del día en que ellas habían celebrado su propia boda.Había sido al lado de un río precioso ubicado en un pequeño pueblo de Texas.
Lucía se lo había enseñado poco tiempo después de que se hubieran instalado con Claudia y Carla en un pisito de Texas.
Cuando se había dado la celebración, los gemelos no contaban ni con 2 años de edad.
Siempre que les relataban aquel día, ambos sonreían felices de saber que lo habian presenciado todo a pesar de que no se acordaran.
-Y yo os declaro marido y mujer. Ya puedes besar a la novia.
La iglesia se lleno de gritos y aplausos.
Los niños corrieron para abrazarlos y Lucía y Aida tuvieron que ayudar a Aroa y a Alex a apartarlos.
-¡Mami, papi! -Gritaba Valeria con lágrimas en los ojos.
-Está cansada. -Musitó Aroa alzándola en sus brazos.
-¡Qué vivan los novios!
-¡Val, tus padres son casados! -Chilló Emma. -Mis mamis también son casadas.
Aroa se rio.
-Enhorabuena, hermana.
Aida se acercó para abrazarla con cuidado de no espachurrar a Valeria.
-Enhorabuena, cuñada.
-Y ahora, vamos a hacernos fotos.
-Primero con mi hermana y su familia. -Pidió Aroa.
Aida tomó a Leire en sus brazos y Lucía a Emma y a Peter.
Se situaron junto a Aroa y a Alex.Aida miró la foto y no pudo evitar emocionarse. Lucía la abrazó por la cintura.
Ninguna podía creer que finalmente habían cumplido todos sus sueños.
3 hijos, una casa en la playa y trabajando de lo que más las apasionaba.
Y por supuesto, tan enamoradas como el primer día que se conocieron.-Te quiero.
-Yo también te quiero, Aidi.FIN
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La reina de Nordlichter
FanfictionAida Brooke es la hereda al trono de Nordlichter pero ella no quiere ser reina. Cuando se da cuenta de los planes del que sus padres han decidido que sea su futuro marido, huye encontrándose con una castaña de ojos verdes en la que decide confiar pa...